El congreso sobre el lobo de Vox aboga por un plan nacional: «Sin control, la especie puede colapsar»

Las voces han sido unánimes en el primer Congreso Nacional del Lobo , organizado por Vox en la Cámara Baja este martes. Mientras la formación política ha abogado por crear un plan nacional del lobo que avale el control cinegético de la especie en todo el país, otros participantes expertos han explicado la necesidad de limitar la expansión del predador . «Si no hacemos nada, el crecimiento va a ser exponencial», ha explicado José Luis López-Schummer, presidente de la Fundación Artemisan, quien ha detallado que este escenario tendría consecuencias negativas no solo para el campo español, sino también para la propia especie. «El lobo puede colapsar», ha dicho, por la propagación de enfermedades, por usos indeseados de venenos ante el hartazgo de la sociedad o por falta de presas. El congreso ha contado con la participación de diferentes políticos de Vox, además de expertos del mundo rural. Así, la eurodiputada de Vox, Mireia Borrás ha detallado que al año se producen en España más de 13.000 ataques por el lobo, que provocan más de 4 millones de euros en pérdidas directas para los ganaderos. Detrás de estas cifras, ha apuntado la eurodiputada, hay «familias arruinadas, pueblos de la España rural que se vacían y un sector ganadero que cada vez se asfixia más». Sin embargo, ha puntualizado, «el problema del lobo no es el lobo en sí, sino las políticas radicales«, ha dicho. Por eso, según detalló en la clausura del acto la vicesecretaria de Acción de Gobierno y Coordinación Parlamentaria, Montserrat Lluis, Vox planteará una proposición no de ley en todos los parlamentos regionales que incluirá el compromiso de un plan nacional del lobo que contemple el control cinegético en todo el territorio, la creación de un censo nacional actualizado, el desarrollo de una guía con fórmulas de prevención contra los ataques del predador, así como un sistema unificado de compensación por daños. La formación, además, insiste en la necesidad de excluir al lobo del Listado de Especies Silvestres de Régimen de Protección Especial (Lespre), que es el que blinda a la especie en España. Porque, como ha explicado López-Schummer, en la cuestión del lobo lo que existe es una «lucha de dos modelos de gestión» . La que aboga por prohibir la caza y la que cree que la actividad cinegética es fundamental para el control de la especie. En opinión del presidente de la Fundación Artemisan, si la población no se controla, el crecimiento va a ser «exponencial», lo que va a implicar daños a la ganadería, abandono de explotaciones ganaderas, dependencia de otros mercados para la importación de productos ganaderos, así como un incremento de ataques a otras especies silvestres endémicas de la Península, como puede ser la cabra hispánica o el corzo, que ya están siendo diezmados en zonas donde la presencia del lobo se ha multiplicado. «Es esencial que volvamos a cazar el lobo», ha asegurado. También porque la expansión del animal a zonas donde no hay tradición de protección va a generar enormes impactos económicos y sociales; y porque favorece la aparición de ejemplares errantes que causen estragos no solo en explotaciones ganaderas sino también en los pueblos. «Todo esto puede hacer que haya menos tolerancia a la especie», ha dicho. Y mientras que ahora se mantiene «cierta caza furtiva», si la población llega a números irreversibles, «habrá gente que se tome la justicia por la mano», con el efecto que eso tiene en toda la cadena trófica. «Nosotros abogamos por el control de la especie, que tienen que hacer los cazadores», ha reconocido López-Schummer. Es lo idóneo no solo para las rentas agrarias, sino para la subsistencia de la especie, que ante un crecimiento exponencial puede llegar a colapsar por la propagación de enfermedades, por usos indeseados de venenos o por falta de presas. «Ya hay lobos con sarna, y más que se van a dar si sigue creciendo la población».