Kayfex: "En Ayacucho, la herencia que tenemos es no quedarnos callados"
Había pasado solo cuatro años de iniciar su camino en la música desde su natal Ayacucho y Luis Gavilán Alarcón, Kayfex, a los 24 años, ganaba su primer Grammy Latino en 2023. El productor musical y DJ es parte de una generación que reivindica la cultura peruana y el quechua. “Tuvimos de antecesores a Damaris o Uchpa, pero ahora no solo estamos Renata Flores y yo, sino que hay tantos artistas y la lista va creciendo, alzan su voz y quieren generar un cambio, ya sea empoderando a las niñas o difundiendo nuestras raíces. Este camino continúa porque hay gente que no nos conoce y hay muchos lugares por conquistar”, nos dice por Zoom.
En diciembre, en la plaza central de Huamanga, se presentó la canción creada por 13 mujeres huamanguinas, en memoria de los desaparecidos entre 1980-2000. A Kayfex le propusieron que, a través de la música, hijas y nietas de víctimas del conflicto armado interno contaran su historia y que pudieran, de algún modo, servir como una carta de esperanza a los familiares que siguen buscando. El tema —en quechua y en español— se llamaría ‘Buenas noticias’. “Siempre mi trabajo era poner sonido al proyecto, pero ahora me tocó darle la voz desde mi plataforma junto con (la cantante) Söfy. He intentado remar por el lado social, pero no solo eso, lo que les ha tocado vivir a nuestros papás, a nuestras familias en la época del conflicto armado”.
Volviendo al inicio de tu carrera. Estudiabas Administración en Huamanga y dejas la universidad para dedicarte a la música. ¿En ese momento lo veías como un riesgo?
Sí, es que para ser artista en Perú hay que arriesgarse. Ese riesgo me llevó a estudiar Administración, por presión social (sonríe). Pero yo era muy terco, me gustaba la música y estaba en un proceso en el que estudiaba y a la vez hacía música. Hasta que firmé por Warner y mi familia dijo: “OK, puedes dejar la carrera en stand-by”. Entonces, desde el 2019, estoy dedicado a la música, con todo y las subidas y bajadas, porque la carrera es así.
¿Cómo llega tu música a Warner y a Isabela Merced?
Es curioso cómo fue. Habíamos lanzado ‘Tijeras’ con Renata y la canción nos abrió bastantes puertas. Una peruana, Daniela Rodríguez, estaba en el equipo de Warner y me dice “haz algo con Perú, porque este sonido está muy interesante, es diferente, en la industria no lo hemos visto”. Todas las tardes después de la universidad venía creando, así que cuando llegué a Warner ya tenía una mochila llena. Les presenté mi carpeta de trabajo, había como 30 instrumentales inéditos y ellos dijeron “nos gusta lo que estás haciendo”. Isabela Merced venía buscando un productor, ellos se enteran de eso y me proponen para su proyecto musical. Ha sido así, una cosa conectó con otra.
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En ‘Agonía’, Isabela Merced se inspira en Yma Sumac y en el cuento La agonía de Rasu Ñiti. ¿Tienen proyectos relacionados con Perú?
Claro, ella siempre viene y hemos estado compartiendo con su familia. Ha estado enfocada en las películas, pero tenemos bastante música guardada para su proyecto. Después de que firmé por Warner, me llevaron a Los Ángeles y ahí trabajé para su álbum. Después en pandemia hicimos ‘Agonía’, pero ya teníamos un trabajo previo. Esperemos que este año venga más música con ella.
¿Cómo nace la idea de convocar a mujeres para escribir una canción que represente lo que se vivió entre 1980-2020?
Claudia Tangoa, la directora de teatro, me llama y me dice lo que quiere hacer para este año (la cuarta edición del Festival Buenas Noticias). Le digo que hagamos un taller en el que ellas escriban las ‘buenas noticias’ y lo convertimos en canción. Algo que aprendí en el extranjero es a trabajar en equipo, nos ponían en campamentos con compositores y productores para crear una canción. Esa enseñanza la apliqué en el taller. El primer paso fue entender las referencias de las chicas. La convocatoria fue abierta, pero se inscribieron mujeres. Esa iniciativa de las mujeres de contar su historia me inspiró a hacerlo personal. Fueron muy sinceras y empoderadas. Les dijimos “escriban una frase que le quieran decir a un familiar que ya no está o qué noticia le quisieran dar”.
¿Y en qué coincidían?
Cada una tenía su historia individual y luego hicieron una sola historia por equipo y así nació la canción. Querían enfocarlo en la resiliencia, pero que sea un mensaje fuerte. Todas se quedaron contentas y creo que ese fue el gran resultado de este proyecto, que todas se sientan identificadas con la historia que estaban contando. Que escuchen la canción y digan “esa palabra la puse yo”.
¿Hay parte de tu historia también?
Sí, el hermano de mi abuela fue el que pasó un proceso de violencia. Él era militar y perdió la vida. Mi abuela lo vivió muy de cerca, siempre nos ha contado y ha sido difícil hablarlo porque la forma como no está hoy en día... fue muy fuerte. Entregaron sus restos y tuvo un digno entierro, pero fue víctima de este proceso. Entonces, recordé eso y plasmé en la canción esos sentimientos, en cuanto a los sonidos, la melodía con los vientos andinos. Sí, es parte de mi historia.
No hace mucho Ayacucho ha sufrido episodios de violencia, marcharon contra el Gobierno de Dina Boluarte.
Desde mi visión como joven, la herencia que tenemos es no quedarnos callados, luchar por nuestros ideales. No estamos en un mundo en el que la protesta no cobre vidas, digamos, siempre hay esa posibilidad y Ayacucho ha sido víctima de eso en el pasado diciembre, personas han perdido la vida de forma extraña y se sigue investigando. Lo que rescato es que nadie se queda callado y vamos a seguir marchando, aunque por alzar la voz personas pierdan la vida, pero no nos vamos a quedar callados, no van a apagar nuestras voces. Siempre vamos a estar enfrentando las injusticias, ya sea de un grupo subversivo o un Gobierno que no nos esté dando lo que los peruanos nos merecemos.
Y respecto a la música y el quechua, ¿hay más apoyo después de un Grammy?
(Sonríe) Toca luchar. El ministerio recién nos dio un apoyo para ‘Líneas’, por ejemplo, pero con ‘Atipanakuy’ no. A los primeros discos no les daban apoyo, esperan mucho, la burocracia no nos hace avanzar. Hay que empezar a ver otros países que tienen representantes mundiales porque desde los Gobiernos los apoyan. Va a tardar mucho para que haya una política cultural, de artistas. Hay artistas emblemáticos, pero terminan falleciendo sin seguro social y descuidados. Hay mucho por cambiar y no solo hablo de la música, sino de los artesanos, por ejemplo, tantos que tenemos en Perú. En ‘Atipanakuy’ les dimos espacio en nuestro videoclip, lo merecían.
- Kayfex tiene un Grammy a mejor diseño de empaque junto con Gustavo Ramírez.
- Es el primer artista de su familia y el mayor de tres hermanos. “Mi madre es profesora y eso heredé de ella. Mi papá se dedica a los negocios alimentarios”.
- En su disco 'Líneas' ha reunido a Milena Warthon, Miguel Ballumbrosio, Lita Pezo, Antología, entre otros.