María Corina Machado asegura que investidura de Maduro marcará el fin del régimen venezolano
La líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, reapareció este jueves en las calles junto a miles de ciudadanos que atendieron su llamado a protestar contra la cuestionada investidura de Nicolás Maduro. Tras varios meses en la clandestinidad, Machado lideró una de las movilizaciones más significativas de los últimos años en apoyo a Edmundo González, quien reclama la victoria en las elecciones del 28 de julio.
Machado se mostró enérgica al dirigirse a los manifestantes y aseguró que las próximas horas serán cruciales para el destino del país. “Lo que hagan mañana se termina de enterrar. Lo que hagan mañana sentencia el final del régimen. Si consuman ese crimen a la Constitución y a la soberanía popular, estarán sentenciando su destino”, afirmó, refiriéndose a la ceremonia de investidura de Maduro prevista para este viernes.
Venezolanos denuncian represión en protestas contra el régimen de Maduro
Par de ovarios @MariaCorinaYA
— Carla Angola TV (@carlaangola) January 9, 2025
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El mensaje de Machado y la movilización nacional
Desde un punto de concentración en Caracas, la dirigente opositora destacó el rol del movimiento ciudadano como el “más importante” en la historia reciente de Venezuela. “Estamos a partir de hoy en una nueva fase. Nos estuvimos preparando estos días y estas semanas. Vivimos una Navidad de profunda reflexión. Venezuela ya decidió, Venezuela es libre”, expresó Machado, envuelta en aplausos y gritos de respaldo.
Machado instó a los venezolanos a mantenerse atentos a “las señales” que se emitirán en los próximos días, asegurando que estas marcarán un cambio determinante en la lucha por la libertad del país. “Ahora es que viene lo bueno. Gloria al bravo pueblo”, enfatizó, llamando a mantener la presión en las calles.
La agrupación política de Machado denunció que, tras la protesta multitudinaria, la líder política desapareció. Dos horas después, fue localizada.
Tensión en las calles de Caracas y el país
Las manifestaciones, convocadas en varios puntos estratégicos de Caracas y otras ciudades del país, se desarrollaron en un clima de alta tensión. Desde hace días, la capital fue ocupada por efectivos de seguridad desplegados por el gobierno para controlar las movilizaciones. Algunos de los lugares anunciados como puntos de concentración por la oposición fueron tomados por seguidores del chavismo, lo que generó enfrentamientos verbales y momentos de incertidumbre.
Los manifestantes exigieron que el gobierno de Maduro reconozca los resultados de las elecciones de julio, que según las actas publicadas por la oposición dieron la victoria a Edmundo González con un 67% de los votos. Pidieron, además, que el traspaso del poder se realice de forma pacífica.
Por su parte, el oficialismo organizó concentraciones en los mismos puntos que la oposición, lo que fue percibido como una provocación por parte de los asistentes a las marchas opositoras. Este panorama se replicó en varias regiones del país, donde el clima de confrontación se agudizó, aunque los manifestantes se mantuvieron firmes en su llamado a la libertad.
Un país en la encrucijada
La reapertura de las protestas y el mensaje contundente de Machado coinciden con la antesala de una investidura presidencial profundamente cuestionada tanto a nivel nacional como internacional. Países como Estados Unidos y la Unión Europea expresaron su rechazo a los resultados proclamados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), mientras que las tensiones internas en Venezuela no cesan.
La movilización liderada por Machado refuerza la determinación de un sector amplio de la población que clama por un cambio político y democrático en el país. Sin embargo, el desafío del oficialismo y el despliegue de seguridad parecen indicar que el camino hacia la transición estará marcado por la incertidumbre y el enfrentamiento.
Para Machado, el escenario está claro: “Venezuela ya decidió, y el régimen está sentenciado”. Resta por ver si estas palabras se materializarán en un cambio real o si, por el contrario, el gobierno logrará afianzar su control en medio de la crisis política más profunda de la historia reciente de Venezuela.