García Pimienta agrieta el consenso sobre su figura
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La eliminación en la Copa del Rey a manos del Almería , con una goleada que será recordada lo que resta de temporada y también cuando los sevillistas regresen a esta competición el próximo curso, ha provocado un terremoto en las entrañas del Sánchez-Pizjuán . No sólo porque el presidente entrase en el vestuario para pedirle explicaciones al cuerpo técnico y los jugadores, sino por la mancha que supone esta derrota en el irregular caminar de un equipo que se había acomodado a una exigencia exigua, donde simplemente se le pedía no pasar excesivos apuros, con García Pimienta como principal garante de la estabilidad y ahora señalado por una imagen alejada de lo esperado cuando se ha llegado al ecuador de la temporada. Sin la Copa, al Sevilla le queda agarrarse a la Liga y sumar todo lo que pueda en las 20 jornadas restantes, cruzando los dedos para que nuevas derrotas no provoquen que el equipo se meta en un agujero con difícil escapatoria. Esa confianza plena en el entrenador por parte de la dirigencia ofrece ahora sus primeras grietas. Esa tranquilidad del catalán ahora se ve cómo autocomplacencia dentro de un Sevilla poco ambicioso , reclamando fichajes cuando se le piden, pero sin que los jugadores muestren en el campo el nivel que se espera de ellos. El presidente ha dicho basta . No vale con no salir herido del Metropolitano o el Bernabéu, o de sumar triunfos por la mínima con mucho sufrimiento en Nervión. Esperaba a estas alturas un equipo que no se deshiciese ante los problemas de un partido y mostrase otra personalidad, además de que jugadores con cierto empaque y que deben tomar el mando tras el adiós de Jesús Navas , como es el caso de Saúl, también diesen ese paso al frente que todo equipo necesita sobre la hierba. El centrocampista fue a disculparse ante los aficionados. No fue suficiente. El Sevilla ha pasado de las lágrimas en la despedida de Navas , pensando que el nuevo proyecto se estaba construyendo paso a paso, a temer que los pasos dados, como en las renovaciones masivas de los canteranos que han dado el salto al primer equipo, sólo sea una forma de bajar el nivel sin disimulo . El mercado amortiguará un poco este golpe , ya que el aficionado se mueve siempre por ilusiones y poco existe en el fútbol que guste más que una cara nueva. Juninho y Vargas reforzarán un ataque que lleva sostenido Lukebakio demasiado tiempo , aunque Isaac y Juanlu traten de ofrecer esa energía de la gente de la casa. El Sevilla ha entrado en un momento de la temporada que se podría definir como decisivo. O tira hacia delante, o el curso se le puede atragantar de lo lindo. Superar el bache de la Copa es primordial. El club se agarra al director deportivo y sus refuerzos. Víctor Orta se agarra al entrenador y esa mano que espera comience a notarse . El entrenador sólo piensa en agarrarse a la fortaleza sevillista como local. Todo pasa finalmente por el Sánchez-Pizjuán . Otra vez. Otro año con un Sevilla que tira su temporada sin remordimientos. Y García Pimienta en el punto central de la crítica por primera vez. El banquillo siempre en entredicho .