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Antes, todo el Sáhara era verde: cuándo y por qué se convirtió en el desierto más grande del mundo

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El Sáhara es conocido por ser el desierto cálido más grande del mundo. Sus millones de kilómetros cuadrados de arena hacen de este lugar árido e inhóspito uno de los lugares más asombrosos de nuestro planeta, con grandes dunas de arena, mesetas de piedra o valles secos. Su formación, asimismo, no es casualidad ni ha estado siempre ahí, pues hace unos cuantos años, era un lugar lleno de sabanas y bosques, plagado de árboles y tierra fértil y hogar de cazadores. No hace mucho ese Sáhara era verde, con una alta vegetación y un clima no tan caluroso como a día de hoy.

Fue un periodo de tiempo en el que esta formación era conocida como el "Sáhara verde" o "Sáhara húmedo". Muy distinto al que hoy se conoce, pues a causa de la escasez de agua, este desierto está casi privado de flora, y solo un río acompaña a la arena infinita: el Nilo, originado en el este de África y que desemboca en el Mediterráneo, pero cuya presencia permite la existencia de un pequeño valle conocido como la sabana inundada del Delta del Nilo.

Historia del Sáhara: cuando el desierto era verde y estaba lleno de árboles, ríos y diversos animales

El periodo del "Sáhara verde" ocurrió durante varias épocas a lo largo de los últimos cientos de miles de años, pero el más reciente, fue hace aproximadamente diez mil a cinco mil años, según los investigadores, coincidiendo con un periodo interglaciar denominado el Óptimo Climático del Holoceno. Un ejemplo de los cambios climáticos que nuestro planeta ha atravesado a lo largo de la historia, algo inevitable por la inclinación y precisión de la órbita terrestre.

En aquella época, el sistema climático transportaba grandes cantidades de humedad desde el Océano Atlántico, provocando lluvias más abundantes en el norte de África. Se formaron lagos gigantes, como el Lago Megachad, que llegó a ser uno de los más grandes del mundo; se desarrollaron ecosistemas ricos de ríos, bosques y pastizales, y la población humana predominó en la región.

El doctor Francesco Pausata, climatólogo del Departamento de Meteorología de la Universidad de Estocolmo y coautor del estudio, explica a BBC Mundo que la precipitación anual en el Sahara occidental pudo haber sido "de hasta 2.000 milímetros más de los que es hoy en día, con una vegetación parecida a la de la actual parte sur de Senegal". De ahí que la situación del Sáhara en aquel tiempo pudiera ser similar a la de regiones del sur donde la vegetación es más rica y la presencia de animales, ríos y lagos más notable.

 

Todo cambiaría hace unos 5.000 años, cuando el Sáhara comenzó a convertirse en desierto debido a la desertificación de la región. El cambio climático fue el principal impulsor (se cree que la actividad humana pudo haber agravado el proceso en ciertas áreas), así como los cambios en la órbita terrestre, un proceso natural en nuestro planeta, con respecto a la precisión o inclinación en la Tierra redujeron la intensidad del monzón africano, disminuyendo las lluvias. A medida que el clima se volvió más seco, las plantas desaparecieron y se redujo la capacidad del suelo para retener agua y acelerar la desertificación.

Si el Sáhara ha pasado por varios de sequía y humedad... ¿puede desaparecer el desierto y volver a tener vegetacións y ríos?

Hoy en día se pueden encontrar restos arqueológicos y pinturas rupestres que representan escenas de animales y actividades humanas y que reflejan aquella época del "Sáhara verde". Las montañas de Tassili n'Ajjer, en Argelia, son un ejemplo de ello, así como los estudios de isótopos de oxígeno en núcleos de hielo y suelos que confirman fluctuaciones climáticas. También se han encontrado fósiles de especies como cocodrilos o hipopótamos en zonas que hoy son áridas, y análisis de sedimentos en el fondo del océano cerca del Sáhara muestran alternancia entre polvo desértico y material orgánico, indicando ciclos verdes y secos.

Aunque depende de varios factores naturales, humanos o climáticos, la posibilidad de que el Sáhara deje de ser desierto para volver a estar lleno de vegetación, existe. Los estudios y diversos análisis han demostrado que la región ha alternado a lo largo de los años periodos de aridez y fertilidad por las condiciones climáticas, y se estima que en unos 10,000 a 15,000 años, estas condiciones podrían repetirse, potenciando un monzón africano más fuerte y reverdeciendo la región.

Más allá de la actuación de la naturaleza, diversos proyectos en el continente como la Gran Muralla Verde de África, busca plantar millones de árboles a lo largo del borde del Sáhara, y tienen como objetivo estabilizar los suelos, aumentar la humedad y detener la expansión del desierto.