Un corazón artificial logra la recuperación total de un bebé en Galicia, sin necesidad de trasplante
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Sanar el corazón de una pequeña de un año de edad ingresada en el complejo hospitalario universitario de A Coruña (Chuac) fue el objetivo del equipo médico que la trató, casi desde el primer momento. Y para lograrlo probaron una nueva técnica que, grosso modo, consiste en mantener a la menor con vida gracias a un corazón artificial que, al mismo tiempo, permite que el de la paciente vaya sanando hasta recuperarse al cien por cien . En concreto, los médicos gallegos consiguieron revertir una cardiopatía fulminante mediante el uso de un corazón artificial de última generación. Un hito en la medicina que, esperan, se traslade a otros casos con el mismo éxito. Por el momento, el referenciado en Galicia es el primer caso registrado a nivel nacional en el que un paciente que padecía una miocarditis fulminante, consigue, mediante el uso de un corazón artificial de larga duración, recuperar la función miocárdica. El avance es fundamental para la resolución de la patología y también para la vida futura de la niña, a la que los doctores evitaron la alternativa final de un trasplante . Para contextualizar el hito, el Chuac introducen que este tipo de infecciones con afectación cardíaca y presentación fulminante son bastante infrecuentes , con un incidencia estimada de un caso por cada 100.000 pacientes. También apuntaron, tras dar el alta a la pequeña, que «el éxito de esta intervención no sería posible sin la participación de un equipo multidisciplinar de profesionales con cirujanos cardíacos, cardiólogos, intensivistas, anestesistas, enfermeras y fisioterapeutas, entre otros«. La intervención se produjo el pasado mes de octubre y supuso llevar a cabo, por vez primera en España, la recuperación total del corazón de una niña de un año mediante el uso de un ECMO primero (un dispositivo de asistencia mecánica circulatoria y respiratoria capaz de proporcionar soporte cardíaco y pulmonar) y un corazón artificial como tratamiento final para llegar a la curación absoluta. La menor ingresó en urgencias con una miocarditis fulminante por infección vírica provocada por un parvovirus. Una vez diagnosticada e ingresada en la UCI pediátrica, y dada la mala evolución clínica que presentaba , el equipo médico decidió la implantación de un ECMO para mantenerla a salvo. Pasado un tiempo, y tras comprobar que la función del corazón no mejoraba, optaron por un cambio de dispositivo de asistencia circulatoria y recurrieron a un corazón artificial extracorpóreo de larga duración (denominado Berlin Heart). «Desde este momento, el escenario futuro más probable, dada la evolución del caso, es el trasplante cardíaco» , apuntan desde el hospital para situar el momento clínico en el que se encontraban. Pero gracias a la implementación de una nueva metodología, el corazón de la bebé se salvó, aunque fue preciso contar con un margen importante de tiempo. Pasados dos meses, y siempre en el entorno hospitalario, los facultativos apreciaron una progresiva mejoría de la función miocárdica, por lo que el equipo de profesionales de la UCI pediátrica apostó por reducir de manera progresiva la ayuda que proporciona el corazón artificial , hasta su explante final y recuperación total de la función miocárdica de la paciente. Una decisión pionera que salvó el órgano y evitó el temido trasplante. «La excelente evolución de la paciente en las siguientes semanas tras la retirada del corazón artificial permitió darle el alta hospitalaria y controlar su evolución con visitas periódicas a las consultas externas de la unidad de cardiología pediátrica del Hospital Materno Infantil Teresa Herrera», explicó el equipo sobre la evolución del caso.