García Ortiz cambió de teléfono días después del inicio de la investigación en el Supremo
Álvaro García Ortiz cambió de teléfono móvil tras conocer la incoación en el Tribunal Supremo de la investigación por un delito de revelación de secretos en el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso.
Un nuevo informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, conocido este viernes y al que ha tenido acceso LA RAZÓN, revela que el fiscal general del Estado empezó a utilizar un nuevo terminal el pasado 23 de octubre, justamente una semana después de que se iniciase contra él por la presunta filtración de los correos intercambiados entre la defensa de Alberto González Amador, novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, y el fiscal de delitos económicos de Madrid Julián Salto en los que abordaban la posibilidad de llegar a un acuerdo de conformidad en la que el empresario admitía dos delitos fiscales para evitar una pena de cárcel.
En esta nueva diligencia los agentes analizaron los números de identificación de las dos tarjetas que habrían sido utilizadas en el dispositivo móvil incautado a García Ortiz. Los funcionarios constatan que "se habría producido un cambio de terminal telefónico" en aquella fecha ya que estas dos tarjetas "iniciaron su actividad" en el móvil hallado en su despacho "el 23 de octubre", tras haber puesto en relación los códigos identificativos de las tarjetas de telefonía (llamados IMSI) con lo dos del móvil (IMEI).
Solo siete días antes de que el instructor del alto tribunal Ángel Hurtado ordenase la entrada y registro del pasado 30 de octubre en la sede de Fiscalía General para recabar los correos electrónicos y dispositivos electrónicos de su máximo responsable.
La UCO no encontró en el móvil que analizaron ningún mensaje en los días previo y en que se emitió el comunicado por el que se indaga si la fiscal jefe de la provincia de Madrid, María Pilar Rodríguez Fernández, y el fiscal general difundieron ilegalmente datos reservados y privados de González Amador.
En este intervalo de fechas, entre el 8 y el 14 del último marzo pasados, constataron los guardias civiles que hay "0 mensajes pertenecientes a cualquier tipo de aplicación de mensajería instantánea". Cuando en el de Rodríguez Fernández, a la que también se le intervino el teléfono, sí que aparecieron mensajes en estas jornadas que le remitió su superior.
Como informó este diario, fuentes de la Fiscalía General alegaron que el borrado de los mensajes en el móvil de García Ortiz se llevó a cabo, como cada cierto tiempo, por razones de "protección de datos" y de "seguridad" por si le robasen el dispositivo o lo perdiese, pero también porque -aseguraron- tienen el deber de eliminar los documentos que analizan.
El comunicado por el que se inició esta caso se difundió públicamente con el membrete de la Fiscalía Provincial madrileña y García Ortiz asumió la "responsabilidad última" de su elaboración y publicación.