Joaquín Cortés : «Ahora me dejo llevar, estoy en un momento pletórico por tener a mis hijos»
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El bailaor más universal puede presumir orgulloso de estar a punto de dar la bienvenida a un año 2025, «muy cargado a nivel profesional de trabajo», en el que retomará la relativa normalidad de su carrera, tras unos años en los que su relación con los escenarios y los viajes por todo el mundo no ha sido tan apegada como hasta entonces. Joaquín Cortés tenía entre manos su espectáculo 'Esencia' cuando en 2018 se enfrentó a la experiencia de la paternidad y se prometió a sí mismo que dejaría de bailar durante unos meses para poder cuidar de su hijo. Pero cuando quiso retomar la gira mundial de actuaciones que tenía programada, la pandemia congeló el mundo que le esperaba y su descanso temporal debía ser prolongado. En ese tiempo, dos años después de Romeo nacía Leone y Cortés se dedicó de lleno al cuidado de sus hijos . Con su promesa cumplida, la de ser padre tarde y la de ejercer como tal todas las horas que tiene el día, Joaquín siguió moviendo los pies y el cuerpo en algunas de las ciudades más importantes del mundo con una agenda que anticipaba su gran regreso a los escenarios que ya fija en su horizonte más próximo. «En el 2025 vamos a hacer muchos conciertos a nivel internacional, estamos empezando a cerrar fechas por todo el mundo, continente americano, asiático, por Europa, países árabes», cuenta acerca de sus planes en los que también entra una única y esperada actuación en tablas nacionales. «Vamos a hacer un concierto en marzo en Madrid en el Polideportivo Fernando Martín en Fuenlabrada, que posiblemente sea el único que se haga en España», confiesa el bailaor en conversación con ABC. Pero antes, el artista vivirá estas Navidades un momento muy especial en el mismo municipio. El 28 de diciembre, Joaquín Cortés se pondrá las botas de fútbol y saldrá al campo del Estadio Fernando Torres junto a numerosos famosos para jugar por una buena causa. «Como todos los años hacemos este partido por Navidad y siempre por una buena causa. Es muy bonito, lo pasamos muy bien, nos juntamos mucha gente que no nos vemos durante todo el año, yo por lo menos que siempre estoy en el extranjero», cuenta a este periódico sobre el evento deportivo que organiza Richy Castellanos en su 32 edición para ayudar a la Fundación Aless Lequio. Cortés se reconoce «competitivo en general», pero aunque el fútbol no es lo suyo, no quita que estas fechas disfrute del momento. Sobre cómo va a vivir las fiestas navideñas, el bailaor declaraba a los medios de comunicación en la ronda de preguntas propia de la presentación del partido solidario que vuelve a Córdoba, su casa, por Navidad para reencontrarse con su numerosa familia cordobesa. «Para nosotros los gitanos la Navidad es muy importante. Nos juntamos más de 150 personas para cenar que somos todos familia, desde noventa y pico años hasta meses y lo pasamos muy bien», reconocía quien va a despedir el año con todos sus familiares, su pareja y sus hijos, con los que está «volcadísimo» y por los que «recuperé el brillo de mis ojos» porque le dieron vida a unas fechas que dejaron de ser lo mismo cuando perdió a su madre. A este diario reconoce que siempre ha tenido «espíritu navideño porque nuestros padres y abuelos nos lo han inculcado de pequeños» y ahora él también trata de hacer lo mismo con Romeo y Leone. Por ellos, los días de Navidad en casa de Joaquín Cortés y su pareja Mónica Moreno llegan cuanto antes. «Teniendo hijos pequeños no te queda más remedio. ya hemos puesto el árbol, las luces y nos han ayudado ellos a decorarlo. A mi me gusta verlos, ver su ilusión de colocar las cosas», asegura. Para Cortés, ver la Navidad a través de sus ojos cambia las cosas por completo. «La ilusión es más humana y divertida. Los niños con estas edades de casi 4 y 6 años empiezan con las preguntas y las ocurrencias y nos dan lecciones de vida. Descubro sobre todo la fragilidad y humanidad que tienen, la inocencia que nosotros vamos perdiendo con los años y ellos te demuestran cosas muy bonitas. Son momentos maravillosos que tristemente se pasarán y hay que aprovecharlos», reflexiona sobre el tiempo que pasa junto a sus primogénitos. Ahora Joaquín compartirá un año más con ellos la única tradición que tienen en su familia numerosa. Aunque todos toman las uvas menos él, a lo que sí se apunta es a las fiestas que organizan en las fechas más señaladas. «La música no falta, somos flamencos, cantamos, bailamos, nos divertimos. No tenemos tradiciones, estar juntos y darnos mucho cariño porque sabemos que la vida es difícil», reconoce sobre los sentimientos que comparte con sus más de cien familiares en Navidades. «Al final tenemos que alquilar un espacio inmenso, una bodega o una nave. Montamos una mesa para 150 personas y hacemos cena y fiesta», cuenta quien se confiesa en Navidad «muy malo cocinando, no porque no me guste la cocina, sino porque toda mi vida he estado viviendo en hoteles y no he tenido tiempo de aprender. Mi pareja lo prepara todo maravilloso, yo la ayudo en lo que puedo y nos sentamos todos a disfrutar». Sobre su relación con Mónica asegura vivir también una etapa muy «bonita». «En el amor todo fluye, soy un hombre muy afortunado y no le puedo pedir más a la vida. Ahora me dejo llevar y como estoy feliz, estoy en un momento pletórico sobre todo por tener a mis hijos», recalca el vínculo que le une a sus pequeños, pues afirma que «estar con ellos ya es un regalo». «Ahora ya lo haces todo para tus hijos. Yo recibo salud y amor. Algo llegará de regalo pero nos centramos en ellos y que seamos felices viéndoles abrir regalos», dice quien no se plantea ya viajar fuera si no es con ellos y toda la familia. «A mis hijos me los estoy llevando al fin del mundo conmigo, cada vez que voy a un concierto fuera me llevo a toda la familia para que sepan de dónde vienen y que su papá es quien es», sostenía. De cara al nuevo año, Cortés tiene claro que sólo va a pedir «que sigan las cosas como van, salud, amor y trabajo en ese orden. Que el amor no siga fallando sino que crezcamos con el amor y que mis hijos vean amor». Además, el artista quiere «intentar hacerlo lo mejor posible para que ellos sigan creciendo y hacerles buenas personas en este mundo», termina.