La ultraderecha alemana quiere sacar partido del atropello en Magdeburgo
Cualquier acontecimiento en estos momentos en Alemania podría cambiar el rumbo de las elecciones anticipadas, que se celebrarán el próximo domingo 23 de febrero, después de que el canciller perdiese la moción de confianza el pasado 11 de diciembre, máxime cuando en el país se observa una alta polarización. Tal es el caso del ataque a un mercadillo navideño ocurrido el pasado viernes en la ciudad de Magdeburgo. Si bien todo parece indicar que el atacante tenía problemas psiquiátricos y que no tenía relación con el islamismo, como ocurrió en el pasado, la extrema derecha trata de explotar el hecho de que era inmigrante procedente de Arabia Saudí para azuzar la xenofobia entre la población. El sábado por la tarde se celebraba una manifestación de neonazis en la cual pidieron más deportaciones y acabaron en escaramuzas con la policía.
Según la red de organizaciones inmigrantes LAMSA citada por la televisión pública en Sajonia-Anhalt, han tenido lugar varios ataques xenófobos tras el atropello del viernes. En un comunicado informa dicha organización de que varios inmigrantes han sido amenazados y atacados con empujones o escupitajos por el hecho de serlo con insultos de «terroristas», «criminales» y «escoria». En los últimos días, además, hubo ataques de neonazis a políticos y militantes del partido socialdemócrata en Berlín, en Lankwitz y en Lichterfelde, así como en el pueblo de Görlitz contra miembros del partido de la izquierda de Die Linke mientras colocaban carteles y repartían propaganda electoral.
La extrema derecha no está solo más presente en las calles, sino también en las encuestas. Según la intención de voto, la Alternativa por Alemania (AfD) podría resultar ser la segunda fuerza con el 20% y el ataque de Magdeburgo canjearle aún más votos de los esperados hasta ahora. El sondeo, realizado el sábado por la agencia INSA, asegura que la Unión, es decir, los democristianos de CDU y CSU obtendrían con el 32% de los votos, casi el doble que el partido del actual canciller Olaf Scholz del partido socialdemócrata SPD, que bajaría hasta un punto histórico del 16%. Los verdes permanecen en el 12% de intención mientras el partido liberal en algunas encuestas consigue el 5% que le permitiría entrar en el Bundestag, mientras en otras encuestas no lo consigue. El partido de la izquierda Die Linke o el de extrema derecha Freie Wähler se quedarían fuera con el 3%.
Entre las coaliciones posibles resultantes de dichos números destaca la formada entre la Unión y la AfD, que conseguiría el 52% de los votos. Sin embargo, los conservadores cristianodemócratas alemanes se oponen a una coalición de estas características porque, al menos hasta ahora, respetaban el cordón sanitario en torno a la extrema derecha y porque tanto durante las crisis de los refugiados, como durante la pandemia y la guerra en Ucrania sus posiciones no han podido ser más dispares. Es posible que Merz trate de crear una gran coalición con el canciller Scholz, pero no está claro si tendrán suficientes apoyos o tendrán que valerse asimismo del partido verde Bündnis 90/Die Grünen, con el que la CDU tiene marcadas diferencias, pero con quienes ya han gobernado a nivel regional.
Entre los aspirantes a canciller, la más popular es la candidata de la AfD, Alice Weidel, según una encuesta del diario Bild, con el 24% de los encuestados a su favor, seguida del político de la CDU, el candidato cristianodemócrata Friedrich Merz con el 20%. En tercer puesto, con el 15%, aparece el actual canciller Olaf Scholz y en cuarto puesto el Ministro de Economía y Energía Verde, Robert Habeck, con el 14% de los votos que lo ven como el mejor posible canciller.
Esta encuesta, sin embargo, no tiene en cuenta a otros políticos. En una consulta de Insa sobre los dirigentes más populares, ninguno de los candidatos a la cancillería ocupa el primer lugar. De hecho, el más popular en este momento es el ministro de Defensa, Boris Pistorius, del partido del canciller Scholz, que ha aparecido una y otra vez como el político mejor valorado en diferentes consultas a lo largo de todo el 2024, pero que al final no quiso presentarse a canciller, sino continuar en su puesto al frente del ejército. Su buena imagen denota el cambio de mentalidad que tiene lugar en la sociedad alemana a raíz del conflicto en Ucrania y de la nueva realidad de seguridad europea.
El 46 % de los encuestados quiere que Pistorius tenga la mayor influencia posible, cuatro puntos más que en 2023. El segundo mejor valorado es el ministro presidente de Baviera, el cristianodemócrata Markus Söder de la CSU con un 38 % de los encuestados a su favor. Le siguen la ex-Linke Sahra Wagenknecht, y el que probablemente será el próximo canciller, el presidente de la CDU, Friedrich Merz, ambos con un 32 % y seguidos de la líder de la AfD, Alice Weidel.