La economía: entre certezas y desafíos
La economía cubana en el año que concluye continuó enfrentando los efectos combinados de un grupo de factores que incluyen, sobre todo, los daños provocados por el bloqueo estadounidense a nuestro país, según destacó Joaquín Alonso Vázquez, ministro de Economía y Planificación, durante la primera jornada del 4to. Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, al presentar a los diputados el Plan de la Economía para 2025.
Además de los incuestionables efectos del bloqueo y la crisis multidimensional en el mundo, a lo interno persistieron en 2024 los desequilibrios macroeconómicos y limitaciones energéticas, tanto por atrasos en el arribo de combustibles como por dificultades en la sostenibilidad del Sistema Electroenergético Nacional (SEN). A ello, comentó, hay que sumarle el azote en el segundo semestre de fenómenos meteorológicos severos.
No es casual que ahora las demandas presentadas por las entidades superen las capacidades que genera la economía, tanto de divisas, alimentos, portadores energéticos y otros. Por eso, en lo adelante debemos mantener un principio básico en la gestión económico-financiera: no gastar más de lo que generamos en ingresos, porque hacer lo contrario es cometer un error.
Explicó que entre las premisas que rigen los estimados para el año próximo destaca la objetividad y coherencia, bajo el precepto de manejar la crisis, mitigar los impactos de la guerra económica, desarrollarnos y avanzar.
El propósito del plan no puede ser otro que convertirse en instrumento real de conducción de la economía, reconociendo las tensiones que continuarán impactando en su ejecución y la necesidad de movilizar todas las reservas posibles.
En tal sentido, aseguró que de cumplir lo que se está planteando, la economía en 2025 puede tener un ligero crecimiento del PIB a precios constantes, en el entorno del uno por ciento, lo que se sustenta, principalmente, en las proyecciones de recuperación del turismo y de los ingresos de los principales rubros exportables.
Sobre la inflación, comentó que estará en el rango del 25 y 30 por ciento, por lo cual se reduce respecto a la dinámica estimada para 2024. Pero no podemos conformarnos con ese índice, agregó, y debemos actuar para seguir reduciéndola.
Vale destacar que ello no significa que los precios de los productos bajen, aunque sí muestra una desaceleración progresiva en su crecimiento.
Impulso necesario para el cumplimiento
Alonso Vázquez dijo que es importante para cumplir los propósitos económicos en 2025 incrementar los ingresos externos, al igual que la producción nacional. Agregó que la recuperación gradual del SEN también permitirá dar un impulso a las deprimidas producciones y al programa de Gobierno aprobado.
Todo eso incidirá, sin dudas, en las políticas sociales priorizadas, sobre todo, las relativas a salud y educación, con especial atención para las personas, familias, hogares y comunidades en situación de vulnerabilidad.
Al referirse a las exportaciones de bienes (niquel y cobalto, concentrado de plomo y zinc, azúcar crudo, tabaco torcido, langosta, ron, carbón vegetal y otros) se pronostica que sean superiores en 668 millones de dólares a los estimados al cierre de 2024, al igual que las exportaciones de servicios (médicos, aeroportuarios y turísticos) que deben incrementarse en 310 millones de dólares.
El turismo, motor de la economía cubana, se espera que muestre un leve aumento en el arribo de visitantes. Según explicó, cerca de 2,6 millones llegarán a Cuba en 2025, un 17 por ciento superior al estimado para este año, pero insuficiente en comparación a lo previsto en las directivas.
Es imprescindible, aseguró Alonso Vázquez, generar nuevos rubros exportables, agregar valor a los actuales, además de promover exportaciones basadas en el conocimiento y la alta tecnología, y que se recuperen los servicios turísticos y dinamicen otros de los llamados profesionales, así como los flujos de inversión extranjera directa.
Resulta importante avanzar en la transformación de la estructura de las importaciones a favor de materias primas e insumos para producir en el país, y reducir de esa forma la importación de productos terminados para la comercialización directa, insistió.
Producción de alimentos y portadores energéticos
Otro de los asuntos abordados por el Ministro de Economía y Planificación fue el impacto de la producción de alimentos. Refirió que se planifican incrementos productivos en los principales renglones agropecuarios, a partir de los balances de alimentos.
Sin embargo, destacó que si bien superan lo alcanzado en el año 2024 no son suficientes para satisfacer la demanda de la población. De ahí la importancia del balance territorial y la necesidad de incorporar en estos las producciones agropecuarias de todas las formas productivas, agregó.
Sobre el proceso de descentralización de competencias, habló de incrementar las capacidades en cada territorio y las alternativas para recuperar los niveles de producción, lo cual va de la mano con lograr una mayor gestión en cada municipio y provincia.
Al abordar el complejo tema de la industria azucarera, argumentó que, aunque están proyectados niveles productivos superiores al real de la zafra anterior, esos números son insuficientes para cubrir la demanda, incluida la canasta familiar normada.
Por su parte, en la generación eléctrica el salto mayor será en las fuentes renovables de energía, pues el país dará un paso trascendente el próximo año, cuando se genere por esta vía, según estimó el Ministro, más de 1 098 GWh respecto a 2024. En ello será decisivo el avance en la instalación de cerca de 57 parques solares fotovoltaicos en el transcurso del nuevo año.
Aun así, destacó que para acompañar y poder cumplir el Plan de la Economía también resultará necesario el ahorro y uso eficiente de la energía, porque el SEN continúa enfrentando riesgos y desafíos para satisfacer la demanda, además de las propias limitaciones de combustible y recursos para su sostenibilidad.
Inversiones y nuevos retos
En ese sentido, una las prioridades inversionistas va destinada, precisamente, a continuar incrementando la generación eléctrica con fuentes renovables de energía, lo que incluye el montaje y puesta en marcha de los parques solares y otras obras de sostenimiento del SEN.
De potenciar ingresos en divisas mediante la inversión; aumentar la producción de alimentos, bienes y servicios para el pueblo, así como de la participación de las inversiones extranjeras directas, también habló el Ministro de Economía y Planificación. Especificó que la ampliación de programas agrícolas, forestales, del tabaco y ganaderos está entre las principales inversiones en el sector alimenticio para 2025.
En ese nivel de prioridades también se encuentra la modernización de Antillana de Acero y de las fábricas de cemento Moncada y Nuevitas, y la rehabilitación de redes y conductoras, trasvases y metrocontadores en el caso de los recursos hidráulicos.
Alonso Vázquez adelantó que en el nuevo año persistirá el complejo escenario en el que se ha desenvuelto la economía cubana, con amenazas, tensiones y riesgos que deben ser sorteados con nuestros propios esfuerzos y recursos, aprovechando todas las oportunidades posibles.
«Trabajemos con creatividad, ciencia, innovación, voluntad y decisión para construir la Cuba que soñamos, con la voluntad de vencer», dijo. Para ello es vital alcanzar una complementariedad real entre todos los actores económicos, que permita el encadenamiento y el avance deseado.