ru24.pro
World News in Spanish
Декабрь
2024
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31

La clave de una experta para la gestión del tiempo en familia en Navidad: es más sencillo de lo que parece

0
Abc.es 
Atascos, centros comerciales atestados, calles iluminadas por doquier, aglomeraciones y colas para todo en la calle… La Navidad puede provocar ansiedad a las familias , que sienten una imperante necesidad de ocupación en la agenda de los niños, sin llegar a entender, apunta Patricia Gutiérrez Albaladejo, psicóloga y profesora universitaria, además de creadora y fundadora del espacio Familiando , «que nuestros hijos e hijas buscan nuestra disponibilidad no los súper planes». Las familias, explica la también autora del libro «Descubre (tus) valores : guía práctica para educar y proteger', «somos grandes buscadoras de planes en fechas como la Navidad porque entendemos que acompañar a nuestros hijos e hijas en su estimulación, en las nuevas vivencias, experiencias… hace que les habilitemos con mayores recursos o mayores capacidades para afrontar sus retos futuros». Muchos papás y mamás, prosigue Gutiérrez Albaladejo, «pueden sentirse identificados con esta necesidad de 'llenar' los espacios , porque parece que quedarnos en casa es sinónimo de perder el tiempo, no facilitando generar nuevos conocimientos en los pequeños. Otras familias podrán necesitar salir a la calle porque estar en casa puede que les resulte agotador, debido a las demandas de sus propios niños o las demandas propias porque no sepan cómo gestionar los tiempos en estos espacios familiares». Sea como fuere, admite, «lo cierto es que la tendencia es llenar las agendas familiares y agotar a nuestros hijos, eso sí haciéndoles saber desde nuestro cansancio y agotamiento que son desagradecidos por no poner en valor todo lo que hemos hecho por ellos en estos días de Navidad». Quizá, asegura Gutiérrez Albaladaejo, «la clave para el tiempo de ocio y para la gestión de los tiempos en familia sea más sencilla de lo que parece, y pasa, sencillamente, por involucrar a nuestros hijos e hijas en los planes que vamos a realizar». La fundadora de Familiando sugiere «tardes de juegos de mesa, de cocinar juntos, de disfrutar en familia de una buena lectura, leer juntos cuentos o relatos que nos ofrezcan la posibilidad de debatir sobre lo leído y dar voz a todos, de pasear por espacios verdes… O simplemente dejar espacios para que cada uno pueda elegir cómo gestionar sus tiempos». «Hacer planes de luces, espectáculos, restaurantes, quedadas multitudinarias… puede ser complementario, pero no tiene porque ser la fórmula de nuestra gestión del ocio en familia en Navidad. Nuestros hijos nos necesitan a nosotros no a los planes, partir de esta premisa puede descongestionar nuestras autoexigencias para poner el foco en lo importante, nuestros hijos e hijas, nuestro bienestar, nuestro descanso, nuestro tiempo en familia para seguir construyendo un sistema de protección para todos». Los niños de hoy se suelen quejar de aburrimiento cuando están en casa... La emoción de aburrimiento cumple una función muy importante en el ser humano, nos da la oportunidad de poder desarrollar la creatividad, de afrontar situaciones incómodas y de poder generar respuestas de independencia. Así apelando a los beneficios asociados que el aburrimiento nos facilita todo apunta que en estas navidades podemos probar a dejar tiempos de juego no guiado a nuestros hijos, un espacio indefinido para que ellos puedan ser los guías de sus acciones y puedan gestionar sus tiempos. También enseñamos a nuestros hijos e hijas que el tiempo de tranquilidad en casa es una oportunidad para descubrir nuevos intereses, que nuestro hogar es un espacio para la tranquilidad y que no siempre debemos estar en hiperestimulación contextual. Queremos a niños y niñas calmados, con control de impulso, con paciencia ante determinados contextos pero les dejamos poco tiempo de ensayo, porque parece que percibirlos aburridos es verlos «perder el tiempo», nuestra necesidad de ser productivos en ocasiones se lo trasladamos a ellos desde muy pequeños, impidiendo que descubran a través de la calma y la exploración. En casa, ¿qué actividad puede unir a una familia estresada del siglo 2024 donde todos miran a sus móviles?   Podemos generar espacios alejados de las pantallas o si las usamos que tengan un sentido más allá del puro entretenimiento. Las familias podemos compartir lectura e incluso cerrar un espacio de videoforum (aún, siendo pantalla) en familia donde la película sea pensada, elegida y debatida por todos los miembros de la familia. Visionar una peli no tiene porque ser el fin último de la misma, conversar sobre los personajes, las vivencias, lo que más nos ha gustado, lo que menos… enriquece los tiempos y los espacios compartidos en familia. Y por supuesto tenemos un gran aliado que son los juegos de mesa, tienen no sólo la capacidad de facilitarnos grandes momentos distendidos y divertidos en familia, sino que además a nuestros hijos e hijas les facilita el desarrollo de grandes habilidades y recursos neurocognitivos: fomentamos en ellos la tolerancia a la frustración, la capacidad de aprender a ganar y a perder, a tolerar el malestar que les provoca perder en el juego. Respetar el turno y cultivar la paciencia es otro de los recursos que entrenan mientras juegan a juegos de mesa, sin olvidar la capacidad para la resolución de problemas, toma de decisiones, asunción de normas, toma de decisiones. Además, los juegos de mesa enriquecen las propias relaciones familiares y sociales , enseñan y refuerzan contenidos académicos, matemáticas, lectura, etc., favorecen la memoria y organización de ideas y fomentan el trabajo cooperativo. La conciliación en estas fechas es complicadísima. A veces los dejamos en casa consumiendo sin parar tabletas...   Cuando debemos contar con figuras educativos de apoyo, las familias debemos acotar muy bien qué función cumplen éstos y nosotros en la vida de nuestros hijos e hijas. No debemos preocuparnos en exceso que los abuelos «malcríen» siempre que sea acotado en el tiempo, si la figura de los abuelos tiene peso en la crianza si deberemos tener una conversación explicándoles nuestras necesidades el tipo de ayuda que esperamos y cómo queremos que nuestros hijos e hijas aprendan. Si por el contrario en vacaciones están más presentes, pero no es lo habitual dejemos de sufrir, nuestros hijos e hijas saben perfectamente cómo «aprovechar» una situación coyuntural sin que esta se convierta en la esperada, los menores tienen una gran capacidad para generar adaptaciones contextuales, sabiendo que con mamá y con papá las cosas son diferentes. Conciliar no es nada sencillo y si podemos contar con apoyos que necesitamos, debemos generar cierta flexibilidad sabiendo que está acotada en un espacio temporal: la Navidad .