Homenaje del Instituto de España a Jaime Gil Aluja por sus 51 años de dedicación a la ciencia
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Manuel Pizarro, actual presidente de la junta rectora del Instituto de España y presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, presidirá este martes en Madrid una sesión solemne con motivo del homenaje a la antigüedad académica ofrecido al doctor Jaime Gil Aluja, presidente de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras (RACEF) en reconocimiento a sus 51 años de servicio a la ciencia. Gil Aluja es el académico más antiguo de las diez Reales Academias que pertenecen al Instituto de España y es pionero de la lógica difusa y de la matemática de la incertidumbre , al haber logrado numerar la subjetividad y ser el padre de una nueva escuela de pensamiento económico, que hoy se halla presente en cuatro continentes: la Escuela de Economía Humanística de Barcelona. El doctor Vicente Liern Carrión glosará la figura académica de Jaime Gil Aluja, quien ingresó en la RACEF con apenas 37 años. En los 51 años transcurridos ha cosechado 32 doctorados honoris causa, pertenece a 11 academias científicas, tiene un elevado número de distinciones españolas e internacionales, como la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio y una elevada actividad científica, con más de 200 trabajos publicados y alrededor de 30 libros en varias lenguas. En su legado biográfico titulado «La vida es una estrategia de suma cero», publicado por la Racef, el hoy homenajeado reconoce que marcó su personalidad la pérdida de su padre en plena Guerra Civil, cuando Gil Aluja apenas contaba ocho meses, y la capacidad de sacrificio de su madre para sacarle adelante. Perteneció a la primera promoción de una recién creada Facultad de Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales de la Universidad de Barcelona, donde culminó la carrera con la obtención de una cátedra . Siendo estudiante, ingresó como becario en la Sociedad Española de Automóviles de Turismo (SEAT), donde ascendió rápidamente hasta llegar a ser adjunto a la dirección general y por sus manos pasó la gestión de los costes del mítico 600. En SEAT le ofrecieron la dirección general pero priorizó la docencia y la investigación de algoritmos de aplicación práctica en la gestión empresarial e, incluso deportiva, cuando de forma inesperada ingresó en la junta directiva del F.C. Barcelona y fue presidente de su comisión económico-estatutaria. Su relación con el profesor Arnold Kaufmann le permitió tejer una red de conexiones académicas internacionales que son hoy el germen de la Barcelona Economics Network en la que participan premios Nobel como Finn E. Kydland , presidente del Observatorio de Investigación Económico-Financiera de la RACEF. El homenajeado defendió en 1996 en un congreso en Buenos Aires el «principio de simultaneidad gradual» , una propuesta más allá de la teoría o la filosofía, puesto que relevó la lógica booleana al no aceptar el tercio excluso aristotélico. El principio, que supuso el punto de inflexión en la transición de una ciencia económica mecanicista a una ciencia económica humanista, afirma que «toda proposición es a la vez verdadera y falsa, a condición de asignar un grado o nivel a su verdad y un grado o nivel a su falsedad». Más allá del «homo economicus» de la escuela neoclásica, Gil Aluja también fue pionero de la nueva forma de modelar la economía en la tarea de dar «fin a la antigua dicotomía entre emoción y razón, entre intuición y razonamiento . Estamos hechos de ambos; somos seres complejos fruto de una evolución biológica que eligió el camino de la supervivencia entre los posibles caminos, que no siempre resultó ser el más recto», afirma en uno de sus libros. De esta forma, Gil Aluja sentó las bases de la economía humanista , en la que se incorpora las emociones cuando el individuo toma decisiones, aunque éstas sean imperfectas e irracionales. Unas emociones que se abordan desde el ámbito de la matemática no numérica y la teoría de la incertidumbre, lo que llevó al homenajeado a replantear muchos de los fundamentos de la economía tradicional. Y también de la gestión empresarial. No en vano, a principios de los 90, los profesores Kaufmann y Gil Aluja, junto con la doctora Ana María Gil Lafuente, académica de la RACEF y directora del Observatorio de Investigación Económico-Financiera, publicaron el libro «La creatividad en la gestión de las empresas», donde se abordan las distintas formas del diálogo hombre-máquina, así como la organización de grupos de creatividad, una invitación a potenciar la que denominan «imaginación artificial» y unos algoritmos de la inteligencia artificial que Gil Aluja precisa son fruto del «razonamiento artificial». Precisamente, el homenajeado responderá hoy en el Instituto de España con una potencia que se titula «Papel de los operadores semánticos en la inteligencia artificial» .