Murió la sal: el sustituto natural que contiene hierro, calcio y potasio
La sal es un ingrediente fundamental en la cocina, que realza el sabor de una amplia variedad de platos. Sin embargo, su consumo excesivo puede traer numerosos efectos negativos sobre la salud.
En este sentido, existen múltiples alternativas naturales y nutritivas que se pueden sumar fácilmente en todas las preparaciones, evitando el consumo excesivo de sodio.
¿Cuáles son el efectos del consumo de sal en la salud?
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el exceso de sal en la dieta aumenta la presión arterial y está vinculado con problemas en la salud como el empeoramiento del asma, osteoporosis, cáncer de estómago, insuficiencia renal y obesidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir menos de 5g de sodio por día, sin embargo, se estima que el consumo global promedio es de 10.78g de sal.
La presión arterial alta contribuye a al menos el 40% de todas las enfermedades del corazón y accidentes cardiovasculares, que representan a su vez, el 45% de las enfermedades no transmisibles. En los Estados Miembros de la OPS, se estima que entre el 20.7% y el 56.4% de la población adulta de 30 a 79 años sufre de hipertensión.
"En muchos países, tres cuartas partes del sodio en la alimentación proviene de alimentos procesados, como pan, cereales y granos procesados y ultraprocesados, carnes procesadas, quesos, snacks salados, salsas y aderezos y embutidos", explica la OPS.
¿Cómo reemplazar la sal en la dieta?
Existe una amplia variedad de especias que pueden sustituir la sal y, al mismo tiempo, aportan nutrientes. Algunas opciones son:
Ajo y cebolla
- Estas verduras pueden utilizarse tanto frescas como secas. Además, el ajo combina bien con el perejil, formando una dupla infaltable en la cocina.
Pimienta negra
- Aunque comúnmente se usa en conjunto con la sal, es un excelente sustituto y se puede incorporar en casi todas las preparaciones. Puede utilizarse es casi todas las preparaciones y también es muy recomendable en rebozados.
Orégano y tomillo
- Estos son ideales para sumar a las salsas de tomate. Además, pueden sumarse verduras como zanahorias para potenciar el sabor.
Albahaca y cilantro
- Se trata de dos plantas aromáticas que pueden utilizarse frescas para preparar diferentes aderezos junto con aceite de oliva y frutos secos, como el pesto.
Comino, jengibre y cúrcuma
- Estas especias son especialmente buenas para platos que incluyen carnes, pescados o legumbres. Además, contienen propiedades digestivas y antiinflamatorias.
Vinagretas caseras
- Preparar salsas caceras permite evitar el sodio presente en los productos comerciales y así reducir el consumo de sal en la dieta cotidiana.