Dani García logra en Leña de Barcelona la sofisticación del fuego
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El descubrimiento del fuego supuso un cambio radical para la humanidad. Ahora se diría que fue disruptivo, más que la máquina de vapor que originó la revolución industrial o la más reciente llegada de internet, dado que con el fuego la humanidad escaló puestos en la pirámide alimenticia y dejó de comer crudo. Hace 1,6 millones de años la gastronomía no era demasiado sofisticada, pero con ese mismo fuego iniciático, Dani García ha hecho de Leña, su primer restaurante en Cataluña, un ejercicio de refinamiento en un elegante local ubicado en los bajos del hotel Grand Hyatt Barcelona de 5 estrellas. La de Leña ha sido la apertura más esperada de este otoño . La fiesta de inauguración del restaurante de Dani García en Barcelona, famoso chef que anunció que cerraba su restaurante marbellí al mes de recibir tres estrellas en 2019; fue todo un acontecimiento social con más de 500 invitados. El ritmo de reservas va como un tiro (hay un mes de espera) y el establecimiento tiene todos los ingredientes para convertirse en uno de los lugares de culto y peregrinación de la capital catalana. A Leña se accede a través de una gruta en la que lo primero que sorprende es ver el logo del restaurante con la españolísima Ñ girando como si estuviera braseándose. Atravesada la espectacular y vanguardista composición escultórica, el comensal se sumerge en todas las formas posibles de la representación de las fases del fuego , con la piedra y la madera como principales y primitivos materiales que, sin embargo, elevan la elegancia. Como la mirada, que inevitablemente se alza a un techo literalmente repleto de fuego. Si el Leña de Marbella fue premiado en 2021 por Restaurant & Bar Design Awards como el restaurante más bonito del mundo y el Leña de Barcelona le sigue los pasos. Leña celebra el universo del fuego, al recuperar la cocina elemental y reivindicar el concepto de «steakhouse 2.0» o la evolución de la barbacoa sin que nadie te dé la brasa . El espacio está abierto todos los días para almuerzos y cenas, con brunch los fines de semana y música en vivo y DJs para potenciar los sentidos de los comensales. En Leña Barcelona hay que degustar algunas de estas especialidades: aguacates de Málaga a la brasa, los puerros asados al carbón, una bonita ensalada de distintos tomates invernales, sus «yakipinchos» meatball yakitori y de alitas de pollo, el chipirón a la brasa, las chuletitas con patatas, la Burger que le dio sentido a todo, el Babaganoush a la leña, el steak tartar con foie, las croquetas de butifarra de Perol que, como lod canelones son un claro guiño al recetario catalán , y el colofón del porterhouse de ternera con cebolla gratinada y trufada, sin olvidar los postres como la tarta di rose o el, cómo no, tiradito de piña asada. Dani García (1975) ha optado por dejar de competir en la Champion League de la alta cocina, donde ya se sentía prisionero , para levantar con los hermanos Laura y Javier Gutiérrez el Grupo Dani García, con 24 restaurantes en seis países, incluidos Estados Unidos y algunos de Oriente Medio. En los próximos doce meses, el grupo prevé la apertura de una docena más de restaurantes en Miami, Los Ángeles, Mallorca y Marbella, con marcas tan celebradas como Leña (Marbella, Madrid, Barcelona, Dubái y próximamente en Mallorca y Miami), BiBo (Madrid, Marbella, Tarifa, Doha y Londres), Lobito de Mar (Marbella, Madrid, La Finca y Doha), El Coleccionista (Madrid), Dani Brasserie (Four Seasons Hotel Madrid), Casa Dani (NYC), Alelí (Budapest), La Cabane (Marbella) y Tragabuches (Marbella y Madrid). Comer en Leña es adentrarse en una aventura inmersiva llena de aromas y sabores, un espectáculo informal y divertido para todos los sentidos, que alcanza la sofisticación en mesa cuando el comensal debe elegir el cuchillo con el que desea cortar la carne . El gusto, la vista, el olfato y también el oído, porque en Leña se disfruta de DJ en vivo que contribuye a crear una atmósfera inversiva con la que se completa la experiencia sensorial. En cuanto a la carne, se muestra expuesta en una vitrina que, a modo de tótem, preside uno de los comedores. En Leña se triunfa tanto si se va con la familia, en pareja, amigos o para un almuerzo de trabajo. Nada que ver con las tradicionales barbacoas.