Aldama redobla sus ataques al PSOE y confirma en el Supremo el pago de comisiones
Víctor de Aldama ha reiterado en el Tribunal Supremo (TS) sus acusaciones contra ministros y altos cargos socialistas por el supuesto cobro de comisiones. Al igual que hizo hace casi un mes en la Audiencia Nacional, el empresario ha confirmado en su declaración el presunto pago de mordidas dentro del PSOE refutando de esta manera lo defendido hace apenas cuatro días por el que fuera ministro de Transportes, José Luis Ábalos. Según ha dicho, el monto de estas dádivas oscilaría entre 3,5 y 4 millones de euros.
Fuentes jurídicas aseguran a LA RAZÓN que Aldama ha vuelto a referirse a presuntos pagos en negro dentro de la formación socialista, como ya apuntara el pasado 21 de noviembre en la Audiencia Nacional. En aquella ocasión desveló un pago de 15.000 euros para el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, que habría efectuado Koldo García en un bar enfrente de la sede de Ferraz. También dijo que entregó 25.000 euros en mano a Carlos Moreno, jefe de gabinete de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para que mediase a favor de una empresa cercana a la trama.
En esta nueva sesión ha entregado al magistrado Leopoldo Puente pantallazos de Whatsapp que probarían las presuntas irregularidades denunciadas en sede judicial. De esta forma ha rebatido la tesis de Ábalos, quien delegó la responsabilidad de las contrataciones en su asesor, Koldo García. Además, y según las fuentes consultadas, ha vuelto a incidir en la existencia del piso de Atocha, al que ha añadido otros dos también ubicados en el barrio Salamanca y en la zona céntrica de la capital, a los que acudían "señoritas". Aldama ya entregó una documental al alto tribunal en la que expuso que alquiló una vivienda en la zona cercana a la estación de Atocha para que el actual ministro de Política Territorial, Víctor Ángel Torres "tuviera encuentros de diversa naturaleza con otras personas". En esta ocasión ha incluido en dichas citas al exministro Ábalos.
El "conseguidor" del caso Koldo ha llegado al alto tribunal pasadas las 9.30 horas de la mañana acompañado de su abogado, el penalista José Antonio Choclán, y en un vehículo de alta gama conducido por el líder de Desokupa, Daniel Esteve. Tras una comparecencia que se ha alargado más de tres horas, ha abandonado las dependencias judiciales acompañado de su letrado y sin responder a las preguntas de los periodistas que le esperaban en la puerta. El empresario comparece cuatro días después de que hiciera lo propio el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, quien, en su comparecencia voluntaria se desligó tanto de Aldama como del que fuera su asesor, Koldo García. Precisamente el también exchófer de Ábalos es interrogado este martes en el marco de esta derivada del caso Koldo que se abre paso en el Supremo por la condición de aforado del exministro socialista.
Su declaración en la Audiencia Nacional
Aldama ya abrió la caja de los truenos el pasado 21 de noviembre en su declaración voluntaria ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno. El empresario señaló entonces a miembros del Gobierno y dirigentes del PSOE por el supuesto cobro de comisiones. Según el supuesto conseguidor de la "trama", el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, reclamó 50.000 euros que Koldo le reclamó y que no se llegaron a pagar por la adjudicación del contrato de mascarillas a Soluciones de Gestión por parte del Gobierno canario, algo que el expresidente insular ha negado. Además, Aldama afirmó que Koldo entregó en su presencia un sobre con 15.000 euros a Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, en un bar frente a la sede de Ferraz, por una adjudicación cuyo "cupo" controlaría el dirigente socialista. Idéntica cantidad que, según dijo, percibió Carlos Moreno, jefe de Gabinete de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por frenar una reclamación tributaria a una empresa por la que intermediaba Aldama y que logró así evitar el embargo.
El empresario aportó además recientemente diversa documentación al Tribunal Supremo para intentar acreditar sus acusaciones, entre ella un contrato firmado con Ábalos para el alquiler con opción a compra de un piso en el Paseo de la Castellana, valorado en 1,9 millones de euros, que el exministro sin embargo no llegó a ocupar y que según el comisionista se le facilitó en garantía del cobro de futuras adjudicaciones. Además, aportó al magistrado Leopoldo Puente un listado de 39 adjudicaciones que estarían supuestamente amañadas (de las que según dijo al juez Ábalos solo una corresponde a su mandato en Transportes).
Aldama ya afirmó en la Audiencia Nacional que abonó a Ábalos casi 700.000 euros en comisiones (250.000 por los contratos de las mascarillas) y 300.000 a su entonces asesor, Koldo García (cien mil de ellos por los contratos de material sanitario), además de pagos en especie entre los que figuraban el uso y disfrute para el exministro y su familia de un chalet en la urbanización La Alcaidesa en La Línea de la Concepción (Cádiz) o el pago del alquiler, durante dos años (con un desembolso de 2.700 euros mensuales, en total casi 90.000 euros) del piso en el que vivía la pareja de Ábalos en la madrileña Plaza de España, a quien el entonces ministro habría enchufado sucesivamente como auxiliar administrativa en dos empresas públicas, Ineco y Tragsatec.
Para la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Aldama era el "nexo corruptor" entre el ministerio de Transportes que dirigía Ábalos y las empresas por las que intermediaba. Para la Fiscalía Anticorrupción, el comisionista "con la acción permanente" de Koldo García como "intermediario", tenía un nivel de acceso "prácticamente ilimitado a la esfera del Ministerio, incluido el propio ministro". De hecho, según traslado el juez Ismael Moreno al Tribunal Supremo en su exposición razonada (relación de indicios contra Ábalos), Aldama -quien se refería a Pedro Sánchez como "el 1", "se valió de su relación" con el entones ministro "para influir en la concesión final del rescate" a Air Europa.