El Papa lanza en Córcega una súplica por la paz en los países que asoman al Mediterráneo
El Papa Francisco lanzó desde la isla francesa de Córcega, donde llegó este domingo para una visita de pocas horas, una súplica " por la paz para todas las tierras que se asoman al mar Mediterráneo".
El papa acudió este domingo a la isla francesa para asistir al congreso "La religiosidad popular en el Mediterráneo" en Ajaccio y posteriormente se traslado a la Catedral de María de la Asunción para un encuentro con los religiosos.
Allí durante el rezo del ángelus afirmó. "Ahora recemos a la Virgen María. En esta Catedral, dedicada a ella, Asunta a los cielos, el pueblo fiel la venera como Patrona, como Madre de Misericordia, la Madunnuccia. Desde esta isla del Mediterráneo, elevemos a ella la súplica por la paz. Para todas las tierras que circundan este mar".
Y, agregó, "especialmente para Tierra Santa, donde María dio a luz a Jesús. Paz para Palestina, para Israel, para el Líbano, para Siria, para todo el Oriente Medio".
Y continuó: "Y que la Santa Madre de Dios obtenga la anhelada paz para el pueblo ucraniano y el pueblo ruso. La guerra es siempre una derrota. ¡Paz al mundo entero!".
El Papa celebrará posteriormente misa en la Place d'Austerlitz, donde se dice que jugaba Napoleón de pequeño y al final de la jornada, el papa se reunirá en el aeropuerto con el presidente francés, Emmanuele Macrón, que acudirá sólo para este encuentro y no participará al resto de actos, informa Efe.
Francisco pidió además "una sana laicidad" sin prejuicios ni oposiciones para que se pueda instaurar "un dialogo franco y fructífero", durante su discurso en el congreso "La religiosidad popular en el Mediterráneo" en Ajaccio, donde llegó para pasar sólo unas horas.
En el país en que se defiende fuertemente la laicidad del Estado, el papa indicó "la necesidad de desarrollar un concepto de laicidad que no sea estático y rígido, sino evolutivo dinámico, capaz de adaptarse a situaciones diversas o i inesperadas y de promover la colaboración constante entre las autoridades civiles y eclesiásticas" aunque "permaneciendo cada uno dentro de los limites de sus propias competencias y espacio".
Citó a Benedicto XVI que aseguraba que " una sana laicidad significa liberar la religión del peso de la política y enriquecer la política con las aportaciones de la religión, manteniendo la distancia necesaria, la clara distinción y la colaboración indispensable entre las dos".
Para Francisco, "dicha sana laicidad garantiza que la política actúe sin instrumentalizar a la religión, y que se pueda vivir libremente la religión sin el peso de políticas dictadas por intereses, a veces poco conformes, y con frecuencia hasta contrarios a las creencias religiosas"
Y de esta "manera se podrán aprovechar más las energías y sinergias, sin prejuicios y sin oposiciones de principio, en un diálogo abierto, franco y fructífero"
Aseguro que "la piedad popular, muy arraigada aquí en Córcega, pone de relieve los valores de la fe y, al mismo tiempo, manifiesta el rostro, la historia y la cultura de los pueblos.
La importante tradición religiosa en Córcega, donde por ejemplo están muy difundidas las cofradías y el culto a la Virgen, fuer el principal motivo que empujó al papa a visitar la isla y participar a este congreso, después de la negativa de acudir a París para la inauguración de la catedral de Notre Dame tras la restauración.
"En este entrelazamiento, sin confusiones, se configura el diálogo constante entre el mundo religioso y el laico, entre la Iglesia y las instituciones civiles y políticas. Ustedes llevan mucho tiempo trabajando sobre este tema y son un ejemplo virtuoso en Europa" añadió.
También animó en su discurso a los " jóvenes a participar aún más activamente en la vida socio-cultural y política, con el impulso de los ideales más sanos y la pasión por el bien común". Asimismo, exhorto a los pastores y a los fieles, a los políticos y a quienes tienen responsabilidades públicas "a permanecer siempre cercanos al pueblo, escuchando sus necesidades, comprendiendo sus sufrimientos e interpretando sus esperanzas, porque toda autoridad sólo crece en la proximidad".
Tras este discurso, se dirigirá a la catedral de Santa María de la Asunción, para el encuentro con sacerdotes, religiosos, consagrados y seminaristas donde dará un segundo discurso y rezará el ángelus y celebrará misa en la Place d'Austerlitz.
Al final de la jornada, el papa se reunirá en el aeropuerto con el presidente francés, Emmanuele Macrón, que acudirá sólo para este encuentro y no participará al resto de actos.