Ese chiquillo de ojos claros
Se va. Ya se ha ido. Y no se irá nunca . Qué difícil es permanecer sin estar. Tanto como volar sin alas, como soñar despierto con la imaginación única de los niños, de ese chiquillo que se convirtió en leyenda sin pretenderlo, sin desearlo, sin ni siquiera imaginarlo. En esta época del año, donde la felicidad y la pena invade los hogares a partes iguales, superando el dolor de los que no están y tanta falta hacen, con esos pequeños a los que no se les puede negar un ápice de ilusión, se nos ha presentado una despedida casi por fascículos para la que no estábamos preparados. Ni un poquito sólo. Jesús Navas ha dicho adiós con la misma... Ver Más