Temporadón
Hasta hoy, el Barça está haciendo un temporadón. Líder de la liga, con 11 partidos fuera y 6 en casa, y segundo en Champions. Ha conseguido victorias de prestigio, goleando 0-4 al Real Madrid, 4-1 al Bayern y 2-3 al Dortmund, y divierte con su juego arriesgado. La derrota ante Las Palmas es la única mácula. En la capital pretender hacer ver que el Madrid, superviviente gracias a que las individualidades tapan la ausencia de identidad de juego, está haciendo una temporada parecida, cuando ha sucumbido ante Barça, Milan, Liverpool y Lille y, siendo vigésimo en la Champions, silencian el fracaso de no haberse clasificado entre los 8 primeros. La temporada es larga pero, hasta ahora, es lo que hay. Con su injusta expulsión y desproporcionada sanción, Flick empieza a conocer el trato discriminatorio que históricamente ha sufrido el Barça de los árbitros y comités españoles. Es preocupante el desdén con el que la directiva sigue tratando al socio. En lugar de agradecer los esfuerzos económicos, personales y laborales que hicieron los 3400 culés desplazados a Dortmund, el club les ignora en la “película” confeccionada de 18 minutos y elogia a la afición del Borussia mientras se carga su propia Grada de Animación. Pedir al socio compromisario su aprobación del contrato de Nike en otra asamblea telemática sin explicarle el contrato es inadmisible. Laporta ha conseguido que hasta las asambleas del Madrid sean más participativas, presenciales, transparentes y democráticas que las del Barça. Y la gestión en la sección de baloncesto es desastrosa. Cuando llegaron había un proyecto, un entrenador Top y una estrella dispuesta a renegociar su contrato, y se lo han cargado todo.