Atravesando turbulencias
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Las ligas las suele ganar el equipo que demuestra más consistencia y a este Madrid todavía le falta mejorar sustancialmente en ese departamento. Es un reloj bonito al que el segundero se le atrasa y adelanta sin entender demasiado bien el motivo. Ancelotti agita su muñeca, monta y desmonta todas las piezas, intentando averiguar qué falla. Pero siempre hay algo pequeño que impide el impecable, preciso e inconfundible tic-tac. En Vallecas mostró siete caras bien distintas en el mismo partido. Fue un equipo apático, frío, valiente, desesperado, corajudo, conformista y brillante en diferentes fases del encuentro. Alterna momentos de sublime inspiración con tremendas empanadas defensivas. Y así se vuelve difícil ganar a cualquier equipo, especialmente a uno bien entrenado y... Ver Más