Designado como nuevo presidente de Georgia el ultraderechista Mijeil Kavelashvili
El exfutbolista Mijeil Kavelashvili fue designado este sábado presidente de Georgia por un colegio electoral dominado por el partido gobernante, en una votación boicoteada por la oposición y celebrada en plena crisis política.
Cumpliendo con el guión previsto, el jefe de la comisión electoral, Giorgi Kalandarishvili, indicó que Kavelashvili, de extrema derecha y apoyado por el partido de gobierno Sueño Georgiano, fue elegido con 224 votos.
La actual jefa de Estado, Salomé Zurabishvili, en ruptura con el gobierno, había denunciado la votación como "ilegítima" y dijo que se niega a entregar su cargo mientras no se celebren nuevas elecciones legislativas.
Kavelashvili, de 53 años, era el único candidato ya que la oposición se niega a ocupar sus escaños en el Parlamento y no propuso ningún contendiente para esta función esencialmente honorífica.
El país caucásico atraviesa una profunda crisis institucional desde que Sueño Georgiano reivindicó la victoria en las elecciones legislativas del 26 de octubre, tachadas de fraudulentas por la oposición, y desde que el gobierno decidió el mes pasado aplazar hasta 2028 las negociaciones de adhesión a la UE.
Una de las principales línea divisorias es la política exterior. La oposición acusa de autoritario y prorruso al partido Sueño Georgiano, fundado por el magnate Bidzina Ivanishvili, que hizo fortuna en Rusia y dirige el país entre bambalinas desde hace más de una década.
En este contexto, la presidenta Zurabishvili, una exdiplomática francesa de 72 años, se ha convertido en una de las voces de la oposición proeuropea.
La crisis iniciada tras las legislativas de octubre se agudizó con la decisión gubernamental de aplazar las negociaciones de adhesión a la UE, con protestas violentas en la capital Tiflis entre manifestantes y agentes de policía, que se saldaron oficialmente con unos 400 detenidos.
La exrepública soviética está todavía traumatizada por una breve guerra con Rusia en agosto de 2008, tras la cual Moscú reconoció la independencia de dos regiones separatistas en su territorio, Abjasia y Osetia del Sur, donde mantiene presencia militar.
Al mismo tiempo, Georgia obtuvo en diciembre de 2023 el estatus de candidata a integrar a la Unión Europea, un objetivo inscrito en su Constitución.
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