La fuente inagotable del pueblo está en su heroísmo
Rica en razones, esclarecedora sobre caminos posibles, con un alcance generador de emociones fueron las palabras del Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante el segundo y último día del IX Pleno del Comité Central del Partido Comunista, que sesionó en la mañana de este viernes en el Palacio de la Revolución.
«Está a punto de terminar otro año tremendo. Los pesimistas dirán que no pudo ser peor. Los optimistas, bando en el que militamos los revolucionarios, creemos que lo importante es haber vencido la prueba. Y los aprendizajes que nos deja», dijo el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en los primeros momentos de su intervención. Y seguidamente alertó que «estamos viviendo a escala global un escenario internacional peligrosamente convulso, marcado por guerras en curso y amenazas de guerra, con efectos económicos, de los cuales Cuba no escapa».
A lo anterior, cerrando el diapasón desde sus reflexiones, enunció el Jefe de Estado: «Sumemos la singularidad de Cuba: bloqueada, con 243 medidas que refuerzan ese bloqueo y la inclusión arbitraria del país en una lista de Estados supuestamente patrocinadores del terrorismo, elaborada unilateralmente por EEUU, con alcance global por su acción coercitiva sobre gobiernos e instituciones financieras y bancarias».
Y en lo alusivo al «más reciente resultado electoral en Estados Unidos», dijo que «no nos sorprendió, como no nos sorprende la eufórica danza de los odiadores, desesperados por cantar el fin de la Revolución que no han podido derrotar. Ese resultado y la posibilidad de un incremento de la agresividad hacia Cuba estaban en los escenarios previstos».
Frente al desgaste, la resistencia
«Saldremos de las dificultades actuales con creatividad, potenciando los programas de desarrollo sobre la base del talento, la innovación, el trabajo, la resistencia creativa. El momento es muy complejo, pero no insuperable», afirmó el mandatario. Y razonó:
«La prolongación en el tiempo de la política de bloqueo, unida al complejo escenario internacional no menos adverso para Cuba, por su impacto en los mercados, someten a toda la sociedad a una presión constante que agrava los problemas también de forma constante».
El desgaste, dijo, «que producen esas presiones mantenidas y profundizadas durante seis décadas, forma parte del diseño original de la hostil política del gobierno norteamericano». E hizo énfasis en que «Martí advirtió que a un plan enemigo corresponde responder con otro plan: plan contra plan. Para Cuba no hay más disyuntiva: frente al desgaste, la resistencia».
Y en ese punto de su intervención Díaz-Canel Bermúdez subrayó que no se trata de una «resistencia como sinónimo de soportar, tolerar, sufrir, sacrificarse. No, esa jamás podría ser nuestra concepción. La resistencia cubana es la respuesta que ha dado la nación a lo largo de su historia: una resistencia desde la rebeldía, desde la intransigencia, desde la fortaleza, la solidez, la energía, la vitalidad; todas ellas, fuerzas motrices que bien aprovechadas permiten crear, superando los obstáculos».
El dignatario enfatizó que «lamentarnos y optar por el sacrificio no está en los genes cubanos. Cuba ha llegado hasta aquí luchando y creando, hasta convertir los reveses en victoria».
«Como Partido nos toca convocar a la movilización para producir, desarrollarnos, crear, y obtener resultados que se transformen en el más corto tiempo posible en un cambio en las condiciones de vida del pueblo cubano, en la revalorización de sus salarios, pensiones y sus bienes fundamentales».
Todo eso -expresó- «solo lo podemos lograr con el propio pueblo». Y en tal sentido dijo a los presentes que «movilizar e implicar al pueblo en esa batalla es tarea de todos los que estamos aquí, en primer orden, como vanguardia política que tenemos el deber y la responsabilidad ineludible de hacer invencible a la nación en su unidad de propósitos y esfuerzos».
De los cercos se sale peleando
En referencia a las «respuestas impresionantes del pueblo» frente a todas las adversidades, el Presidente cubano reconoció que las mismas «han contado en el lugar y en el momento más complejo, con la guía de mujeres y hombres del Partido y el Gobierno, cuadros de la Revolución que entienden bien el grado de sacrificio, entrega y ejemplaridad que demandan las responsabilidades de quienes estamos en la vanguardia».
En su intervención conclusiva del IX Pleno partidista, el Presidente de la República de Cuba afirmó: «Tenemos muchos ejemplos que estamos viendo todas las semanas en los municipios y provincias que recorremos. Y mis preguntas siguen siendo:
«¿Por qué unos sí se sobreponen a los desafíos y otros no? ¿Es una cuestión personal de intransigencia y rebeldía ante las dificultades? ¿Tenemos o no tenemos potencialidades? ¿Qué hace falta para movilizar la fuerza y la energía del pueblo?»
«Yo creo que, en primer lugar, hace falta lograr la mayor legitimidad y liderazgo en los cuadros, que solo es posible cuando demuestran ejemplaridad, convicción y firmeza política. Solo así la capacidad de movilización y el compromiso del pueblo están garantizados».
«No es responsabilidad del pueblo, insisto una vez más. Es tarea, en primer lugar, de nosotros los dirigentes».
Díaz-Canel Bermúdez recalcó que la «exhortación nunca ha sido a la resistencia creativa en abstracto, que a veces se queda en consigna: No es una consigna lo que buscamos ni necesitamos en estos momentos tan difíciles. Es una filosofía de combate y de trabajo».
El dignatario expresó que “una vez más, en medio de situaciones difíciles que alcanzan hasta la emergencia, se confirma la esencia de ese bloqueo criminal y genocida y de la guerra multidimensional que enfrentamos».
«Sí hay bloqueo, sí se ha recrudecido el bloqueo, sí existe guerra económica, sí nos desprecian, sí nos intoxican vulgarmente, obscenamente y cargados de odio en las redes sociales».
«En respuesta a ese diseño de política hostil implementada, convocamos al heroico pueblo cubano a una marcha combatiente el próximo 20 de diciembre al concluir la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular». Será, dijo, en condena enérgica al bloqueo imperial y a la injusta inclusión de Cuba en la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo.
«El trabajo del Partido Comunista debe estar encaminado a atenderlo todo»
«El trabajo del Partido Comunista de Cuba debe estar encaminado a atenderlo todo, revisar y perfeccionar sus métodos y estilos de trabajo desde las organizaciones de base y con la participación de la militancia», definió el mandatario, quien habló sobre la necesidad de «fortalecer el papel del Coordinador Político de la comunidad; de hacer el máximo esfuerzo posible por el completamiento de los cuadros, y por lograr mejores crecimientos, en cantidad, pero sobre todo en calidad de la militancia que arribe a nuestras filas».
«Cada vez más -aseveró- debemos ser capaces de gestionar soluciones propias desde el municipio y la provincia». La expresión atiende a que, como dijo el Presidente cubano, «las visitas realizadas por el Partido a los municipios durante este año, han generado expectativas en los pobladores de cada uno de los lugares en los que hemos estado. Ellos esperan cambios y soluciones a sus problemas, que no siempre pueden venir de la Nación».
«Pero a todos los niveles, hay que actuar con sensibilidad ante esos problemas, hay que informar constantemente al pueblo sobre el estado de la solución que esperan y, sobre todo, hay que involucrarlos cada vez más en la respuesta. La participación popular es sencillamente indispensable».
Díaz-Canel Bermúdez enunció que «desde el Partido continuaremos concentrados en las cuatro prioridades que nos hemos planteado: la Unidad; el perfeccionamiento de la labor ideológica; el aseguramiento a las medidas económicas y el enfrentamiento a las tendencias negativas presentes en nuestra sociedad; tomando en cuenta, para ello, que el 2025 será el año de preparación del IX Congreso del Partido».
El heroísmo, fuente inagotable del pueblo
El Jefe de Estado valoró que una vez más el Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba «se renueva como espacio para la crítica ante las deficiencias y errores, para superar la insatisfacción por los resultados; también para explicar, compartir y exponer proyecciones, anhelos, deseos y estrategias para hacer y vencer».
«La aguda y dura discusión sobre la situación actual, genera nuevas propuestas y reafirma la necesidad de consolidar lo que se viene haciendo», dijo el dignatario; y enfatizó: «Si actuamos así es porque tenemos la certeza de que podemos superar estos duros momentos. Esa convicción es un hecho de fe, confianza, seguridad, valentía y optimismo, pero cabe preguntarse: ¿Cuál es la fuente de tanto optimismo y de tanta confianza?».
Hacia el final de sus palabras, el Jefe de Estado quiso «reconocer como fuente inagotable de fuerza y sabiduría el heroísmo de nuestro pueblo. Sí, el heroísmo del pueblo cubano». Y al respecto compartió una interrogante: «¿De qué dimensiones, cómo sería, qué rostro tendría el monumento que los cubanos se deben a sí mismos por una heroicidad que es como un signo sembrado en lo más profundo del código genético?».
Al cierre de sus palabras, dijo el mandatario: «Lo bueno de estos tiempos duros es que, así como ponen al descubierto ciertas endebleces del alma, también sacan a la luz nuestra fibra mambisa. Mientras más complejo y desafiante el escenario, mayor la inventiva, mayores la tenacidad y la imaginación, mayor el orgullo por lo que somos -como ese yo voy a mí, del cubano jugando dominó-, y mayor confianza en la Obra propia».
«Ese modo de actuar -definió Díaz-Canel Bermúdez- no tiene otro nombre que heroísmo; y nada podrá disminuirlo: ni bloqueos, ni ensañamientos, ni odios; ni ríos crecidos, ni lluvias torrenciales, ni huracanes, ni terremotos».
«Con ese heroísmo multiplicado conmemoraremos dignamente el 66 Aniversario del triunfo de la Revolución cubana», dijo el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, y extendió una felicitación «a los militantes y a nuestro pueblo en vísperas del 2025».