El Gobierno, dispuesto a prorrogar las ayudas al coche eléctrico en 2025
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«La industria europea se cae a cachos, tenemos que hacer algo». Así de categórico se mostró el presidente de Anfac, Josep María Recasens, este jueves ante las amenazas a las que se enfrenta el sector del automóvil comunitario, especialmente en lo que se refiere a la espada de Damocles que pende sobre ellos en 2025: el endurecimiento de los límites de emisiones por parte de Bruselas. «Tenemos que enfocarnos primero en lo urgente y luego en lo prioritario», afirmó el máximo dirigente del Grupo Renault en España. Para ello, señaló que esta misma mañana se habían reunido con el Ministerio de Industria para diseñar un plan de choque para la automoción, en el que la clave es que continuasen las ayudas al coche eléctrico. «A día de hoy, no hay garantías de que el plan Moves continúe el año que viene», señaló Recasens, «pero el Gobierno se ha comprometido para que 'haya algo' aprobado antes del 31 de diciembre». La fórmula aún está por determinar, pero no se descarta que se prorroguen las ayudas actuales, así como el descuento del 15% al IRPF. El problema radica en las multas a las que se enfrentan los fabricantes, de no alcanzar una media de emisiones de 93,6 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, lo que supone que en torno a un 20% de sus matriculaciones tengan que ser de modelos 100% eléctricos. No hacerlo, según sus cálculos, supone que las marcas tendrán que pagar alrededor de 15.000 millones de euros o limitar el número de modelos térmicos que tendrán que vender en 2025, algo que podría poner en riesgo las fábricas de Europa mientras pierden terreno ante fabricantes especializados en las cero emisiones, como los chinos. Dado que el 95% de la producción española se corresponde a motores de combustión, el entorno fabril nacional es particularmente vulnerable. Por ello, la fórmula es que «cada coche eléctrico que se venda permite matricular cuatro de combustión». Así, Recasens señaló que Europa está estudiando un plan de incentivos paneuropeo, para aumentar la cuota de este tipo de propulsiones del 16% que se podría producir de manera orgánica hasta el entorno del 20% que es necesario para esquivar las multas, para lo que sería necesario matricular unos 500.000 vehículos adicionales en todo el mercado común. A efectos contantes, esto supondría alrededor de 3.000 millones de euros, considerando que la ayuda esté en 6.000 euros por vehículo. En el entorno español, desde Anfac consideran que es «esencial» que el plan Reinicia+ que se puso en marcha para paliar los efectos de la Dana en la Comunidad Valenciana, que destruyó 120.000 vehículos, «sea un éxito». Para Recasens, es un ejemplo que se haya podido coordinar las acciones de las distintas patronales, ministerios y concesionarios para poder brindar esta ayuda en tiempo récord. Además, demostraría que son unos mimbres ejemplares para renovar el parque, con la llegada de modelos térmicos, así como usados de hasta tres años de antigüedad, algo que otras asociaciones como Ganvam consideran clave para reducir las emisiones y edad del parque. Así, de cara al año que viene, Anfac pretende que un 10% de las matriculaciones en España sean de modelos 100% eléctricos, prácticamente el doble de la cuota actual y que supondría alrededor de 100.000 unidades, teniendo en cuenta que este año se superará el millón de operaciones. No hacerlo supondrá una caída considerable en el mercado.