Pilar González de Gregorio recurre la herencia millonaria de su hermanastra, hija no reconocida del marido de la Duquesa Roja

Pilar González de Gregorio y Álvarez de Toledo, hija de la XXI duquesa de Medina Sidonia, mantiene el pulso judicial contra su hermanastra Rosario Bermudo. Ha recurrido ante la Audiencia Provincial de Soria una sentencia que le condena a pagar más de un millón de euros a la hija ilegítima del aristócrata y jinete Leoncio González de Gregorio y Martín, conocido por haber sido marido de Luisa Isabel Álvarez de Toledo , duquesa de Medina Sidonia, apodada la Duquesa Roja. Rosario nació tras una relación sentimental esporádica con la criada de su familia, los condes de la Puebla de Valverde, y previa a su matrimonio. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de la Soria condenó a Pilar y a su hermano Leoncio a indemnizar a su hermanastra por la herencia millonaria que le correspondería tras haber sido reconocida como hija del esposo de Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, la «Duquesa Roja» , según han informado fuentes judiciales. Pilar tendrá que pagarle 900.000 euros además de las costas e intereses (más de un millón de euros), a los que hay que sumar otros 230.000 euros que debe abonar a Rosario su otro hermano. Dicho recurso no impedirá que tenga qu e Pilar González de Gregorio, que fue declarada heredera universal por su padre , tenga que resarcir a su hermanastra como establece la resolución de la juez de la capital soriana, precisa a ABC el abogado de Rosario, Fernando Osuna. Este letrado aclara que la Ley de Enjuiciamiento Civil obliga a ejecutar las sentencias dictadas en primera instancia o, de lo contrario, a los condenados se les embargarán bienes y cuentas en la cantidad suficiente para satisfacer la parte legítima de la herencia de Rosario Bermudo, de 73 años. A dicha cuantía hay que añadir alrededor de 230.000 euros que le corresponde abonar a otro hijo de Leoncio González de Gregorio y de la «Duquesa Roja», que también se llama como su difunto padre . Tanto él, el primogénito, como Pilar llevan años inmersos de pleitos en torno a la herencia millonaria que corresponde a su hermanastra que creció con sus abuelos en Écija, después de que la madre se quedara embarazada y fuera despedida como empleada doméstica por la familia. Su progenitora emigró a Madrid en los años 50 del siglo pasado para ganarse la vida limpiando casas. Rosario Bermudo llegó a un acuerdo con dos de sus cuatro hermanos para recibir la mayor parte de la herencia de su padre. Con Gabriel, el más pequeño de los hijos que tuvieron Leoncio y la duquesa de Medina Sidonia , y con Javier, que fue fruto de otra relación sentimental del aristócrata. Sin embargo, es Pilar González de Gregorio quien recibió más bienes que el resto de sus hermanos, porque tuvo una mejora en el legado de su padre. Según indicó la defensa de Rosario, ésta le ofreció un monte de pinos que tenía un valor por debajo de lo que le correspondía, según indica su abogado, y que, por tanto, lo rechazó. La juez accedió a que el tercio de la legístima estricta que le pertenece a la hermanastra de Pilar se le abone en metálico y no en bienes inmobiliarios, a petición de Osuna. Nacida de Écija hace 73 años, Rosario Bermudo está jubilada y vive en Torrejón de Ardoz (Madrid) con una pensión de 800 euros y entregada al cuidado de su marido, que sufre problemas de salud. Lleva once años batallando con sus parientes en los tribunales para cobrar a la herencia de su difunto padre. Tardó seis años en que la reconocieran como hija legítima del aristócrata tras exhumar el cadáver de Leoncio González de Gregorio y Martí y analizar su ADN, que arrojó una coincidencia del 99,9%.