El CAAC recupera la obra de la pintora abstracta Pepa Caballero
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Hace varias décadas Pepa Caballero (Granada 1943-2022) ganaba un premio internacional de pintura. En la prensa local malagueña se recogió la noticia de la siguiente manera: «Primer premio para la pintorcita Pepa Caballero. Segundo para el pintor, don...». Así lo relatan sus hijos, Adalia y Daniel mientras recorren las obras de su madre en las salas del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, CAAC, donde se ha inaugurado la exposición 'Constelaciones abstractas'. La muestra reúne más de ochenta obras, desde 1972 hasta su fallecimiento en 2012. En ese nada favorable ambiente pictórico para la mujer tuvo que desarrollar Pepa Caballero su carrera artística, una andadura que con gran decisión y tozudez no abandonó nunca , además de impartir clases en un instituto y criar a sus hijos, como ella misma relata en un vídeo que está en una de las salas de la exposición. «Empecé figurativa, pero luego llegué a la abstracción. Porque de la abstracción no se parte, se llega», reflexiona sobre su forma de pintar en este vídeo. La directora del CAAC, Jimena Blázquez indicó en la presentación que la exposición «es un reflejo de la misión de esta institución de apoyar a figuras del mundo del arte olvidadas y silenciadas por el paso del tiempo. Nuestro compromiso no es sólo con artistas contemporáneos, sino también para devolver a las creadoras el lugar que merecen en la historia del arte La obra de Pepa Caballero se desarrolló en una España donde la abstracción se abría paso entre la obra figurativa tradicional. Su trabajo está profundamente influenciado por el color y la luz del Mediterráneo, proponiendo una visión única que conjuga la sensibilidad geométrica con el uso emocional del color». A pesar de que Pepa Caballero compartió escenario con los movimientos de vanguardia de mediados del siglo XX, su condición de mujer hizo que fuera una figura marginada . «Su caso no es aislado y representa a toda una generación de creadoras cuyo talento quedó injustamente eclipsado. La exposición no es sólo una retrospectiva, sino una invitación a recorrer el universo de esta artista, en la que encontramos obras que capturan el equilibrio entre lo íntimo y lo expansivo», dijo la directora del CAAC, quien destacó el dominio del color y la pasión de la pintora por la naturaleza mediterránea. «Fue una artista muy comprometida con su misión y con su tiempo», subrayó. Pepa Caballero fue la única mujer en los inicios del Colectivo Palmo, una asociación de pintores que surgió en Málaga en 1979 hasta 1987, interesados en la implicación sociocultural de sus actividades y por la búsqueda de un lenguaje común. Una de sus fundadoras fue Pepa Caballero junto a pintores como Jorge Lindell y Dámaso Ruano. La exposición 'Constelaciones Abstractas', que estará abierta al público hasta el próximo 5 de mayo, está comisariada por Carmen Cortés e Isabel Gamelo, quienes han trabajado desde 2018 en colaboración con los herederos de la artista en el estudio y recuperación de la obra de Pepa Caballero. La exposición del CAAC muestra un recorrido por toda su trayectoria, desde los trabajos más representativos hasta los últimos que llevó a cabo días antes de su fallecimiento. «Es necesario situar a Pepa Caballero en el mapa de la abstracción española y destacar su legado en el arte contemporáneo. Su producción artística se caracteriza por la experimentación con la modularidad y la retícula, y evolucionó desde el uso de una paleta restringida hacia composiciones más complejas en las que destacan los colores vibrantes», apuntó Carmen Cortés. La comisaria destacó el trabajo que se llevó a cabo con la obra de Pepa Caballero «descubriendo cada vez más cosas, pero nos queda aún mucho por hacer. Tanto Isabel como yo nos dábamos cuenta de que Pepa Caballero había hecho un trabajo incansable para conseguir llegar a una cierta perfección en la abstracción, cada vez más compleja si cabe, en la que por un lado los colores y las formas van ganando terreno y haciendo que la complejidad tanto en la creación bañada por el mar y el cielo de Málaga, y también por el estudio de obras clásicas que le interesaban sobre las que hizo reinterpretaciones muy interesantes. Su figura fue eclipsada por las figuras de su generación, incluso del Grupo Palmo, todos ellos varones, que tuvieron mucha mayor difusión». En la obra de Pepa Caballero hay varias etapas, como sus diez años de residencia en Zamora, marcando un antes y un después a su creación y destacando la serie 'Después de la poda' , con referencias al puntillismo y al impresionismo. Volvió a Málaga en 1980, donde desarrolló toda su carrera, y coincide con sus viajes a Grecia, Roma y Estados Unidos y el inicio de nuevas investigaciones artísticas. En esta etapa también nacieron sus hijos. «Mi madre era muy divertida con nosotros, pero nunca dejó de pintar, todos los días. Ella, los últimos meses de su vida me llamó para que la ayuda a enmarcar sus cuadros. Yo creo que lo hizo porque quería que yo tuviera ese recuerdo», relató su hijo Daniel. El Mediterráneo, su viaje a Pompeya donde le fascinaron los frescos, todo le sirve de inspiración, siendo su momento de mayor producción de 2001 a 2010, en el que sus cuadros están dominados por composiciones de campos de color y líneas, retomando sus investigaciones de series anteriores pero con un claro interés hacia lo espacial. En su último período, de 2011 a 2012, su abstracción puede abordarse con la definición acuñada por el crítico Demetrio Paparoni como 'abstracción redefinida', porque Pepa Caballero recupera los colores y formas de sus primeros trabajos de la década de los 70. Por último indicar que las obras de 'Constelaciones abstractas' son en su mayoría cedidas por la familia , además de por la galería Isabel Hurley, la Universidad de Málaga y otros museos. Cabe resaltar que e n el año 2023 el Centro Andaluz de Arte Conteporáneo llegó un acuerdo con los herederos de la artista adquiriendo quince obras de la pintora que hoy forman parte de su colección permanente.