Carmen Andrade: “Hay derechos de las mujeres que son igualmente derechos humanos y que se relevan menos”
Este 10 de diciembre es el Día de los Derechos Humanos, fecha que se conmemora la proclamación en 1948 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Paris.
La declaración fue adoptada por la ONU como respuesta a los “actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad” cometidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Al respecto, en la primera edición de Radioanálisis conversamos con la directora de Igualdad de Género de la Universidad de Chile y ex ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Carmen Andrade, sobre cómo dialoga esta conmemoración con el 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres.
“En general uno tiende a asociar los derechos humanos con un cierto tipo de derecho, que por cierto, son para hombres y mujeres, pero también hay derechos particulares de las mujeres que son igualmente derechos humanos y que se relevan menos. Uno de ellos es el derecho a la vida libre de violencia, que hace muy pocos días estuvimos conmemorando. Y creo que poner los derechos humanos y los derechos de las mujeres relacionados en el mismo contexto, le da mucha fuerza ambas luchas, porque detrás de la reivindicación de éstos hay amplios contingentes de personas que llevan décadas, generaciones, tratando de que estos sean plenamente respetados”, afirmó.
En ese sentido, la directora de Igualdad de Género de la Casa de Bello explicó que: “En primer lugar, una de las cuestiones que ha llevado a una suerte de invisibilidad o de falta de conexión entre los derechos de las mujeres y la Declaración Universal de Derechos Humanos, es que siempre tuvo un foco en los derechos que se ejercen en el espacio público, lo que tiene que ver con la acción del Estado respecto de las personas, de los ciudadanos y de las ciudadanas, pero principalmente en el ámbito público, de la política, de los derechos civiles”.
“Y hay una parte muy importante que tiene que ver con derechos de las mujeres que ocurren tradicionalmente en lo que llamamos el espacio privado, por eso la lucha nuestra fue tan dura de decir «lo personal es político», lo que ocurre en la casa también tiene que estar regulado y normado, sobre todo esa parte que tiene que ver con la violencia de género, el derecho a vivir una vida libre de violencia, que se ejerce fuera, pero también al interior de la familia, y eso se veía menos en el primer desarrollo de los derechos humanos”, agregó.
En la misma línea, Andrade que señaló que “por otra parte, creo que también tiene que ver con el foco cultural, cuando se piensa en el sujeto de los derechos humanos, que se piensa básicamente en la figura del varón ciudadano, público, y claro, quedamos un poco invisibilizadas. En eso ha habido bastante avance, incluso, porque hay instrumentos de derechos humanos respecto específicamente del derecho de las mujeres, porque fue necesario hacerlos, como es el caso de la CEDAW o de la Convención Belem do Para, que regula los temas de violencia, el hecho de tener normas, legislaciones propias, vino de alguna manera a hacerse cargo de esa invisibilidad”.
¿Cómo Chile aborda los DDHH y los derechos de las mujeres?
Para la directora de Igualdad de Género de la Universidad de Chile, Carmen Andrade, el país entiende los derechos humanos desde lo que pasó en la dictadura: desde la tortura y la represión política. Más no se ha logrado visibilizar y aplicar plenamente los derechos de las mujeres.
“En el caso particular de nuestro país lo que nos afecta es que hay una asociación, que por cierto es legitima pero es insuficiente, entre derechos humanos y las violaciones que ocurrieron en el periodo de la dictadura. Nos quedamos muy circunscritos a que los derechos humanos tienen que ver con la tortura, acción política, tal vez con el trauma que tenemos como país, en ese marco más restringido de comprensión de los derechos humanos, también hay una suerte de invisibilidad de los derechos de las mujeres o de las especificidades o de las situaciones que vivieron las mujeres en esos contextos”, precisó.
Asimismo, señaló que: “Luego hay declaraciones posteriores, que van ampliando los que se llamaron de segunda y de tercera generación, que se incluyen los derechos, sociales, derecho al trabajo, y cuando uno empieza a mirar cada uno de esos ámbitos que hay por los temas de desigualdades estructurales, hay mayores afectaciones de las mujeres”.
De esa manera, Andrade destacó que “si uno quisiera aplicar plenamente los derechos humanos, como dice la mayor parte de los países, tendría que hacerse cargo de estas desigualdades de base y aplicarlos considerando que no todos los sujetos estamos en las mismas condiciones de tener un ejercicio pleno de derechos humanos por las desigualdades estructurales, entonces, claro uno puede decir igualdad en dignidad y derechos, pero es obvio que eso tiene que ver con las personas independiente de su sexo, pero lo que ocurre es que hay barreras estructurales que impiden esa igualdad, lo que llamamos la igualdad sustantiva, no solamente la que se declara”.