Aplausos a los reyes, gritos de “políticos asesinos” y protestas de familiares en el funeral por las víctimas de la DANA
Algunos familiares han abandonado el oficio religioso ante la presencia de dirigentes políticos en señal de protesta, sumándose a una pequeña concentración a las afueras de la basílica: "La Generalitat Valenciana no hizo bien su trabajo y aquí no pasa nada"
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Cerca de 400 personas, afectados y familiares de los fallecidos de la DANA del pasado 29 de octubre han asistido este lunes a la misa funeral en la Catedral de València que ha presidido el arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, ocupando el lugar preferencial de la Seo en la nave central. A la ceremonia, celebrada a instancias del arzobispado, han asistido los reyes de España, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres; la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant; la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, además de alcaldes y alcaldesas de los municipios afectados. El acto religioso homenajea a las 222 víctimas mortales en la comunidad y a los miles de afectados por las inundaciones, consecuencia del temporal.
La catedral ha abierto sus puertas a las 17:30 horas para asistir a los vecinos de las zonas afectadas. Las parroquias municipales han habilitado servicios de transporte privado y un autobús desde Paiporta, la localidad con más víctimas mortales. Según indica el Vicario episcopal Jesús Corbí, cuya vicaría incluye entre otras localidades las de Torrent, Paiporta, Picanya, Catarroja, Alfafar, Silla, “desde las parroquias hemos contactado con muchísimas familias y los familiares que han querido asistir a la misa han podido hacerlo a través del teléfono habilitado en el Arzobispado”.
La misa se ha desarrollado ante un potente dispositivo de seguridad en los accesos de la catedral y las céntricas plazas de la ciudad. Un reducido grupo de manifestantes ha protestado en la Plaza de la Reina, junto al templo, con algunas proclamas contra el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. “Vuestra incompetencia significó la muerte de nuestros familiares”, claman, con pancartas en las que portan la imagen del presidente valenciano, al que tildan de “asesino”. Mazón ha entrado por la puerta trasera, acompañado por el presidente murciano, Fernando López Miras, y su homólogo aragonés, Jorge Azcón; en contraste, el empresario Juan Roig que ha entrado por la puerta principal de la Catedral, ha sido ovacionado. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha llegado tarde a la cita. El dirigente valenciano rechaza hacer un acto oficial con las víctimas, aunque ha asegurado que la Generalitat está en contacto permanente.
Algunos familiares, en señal de protesta, han abandonado el rito religioso a la llegada de las autoridades. Es el caso de Sonia Fuster, natural de Picanya, que perdió a su padre, de la misma localidad, la noche del 29 de octubre. “No podía compartir el espacio de la misa con los responsables de la muerte de mi padre. Cuando les hemos visto llegar, nos hemos levantado y nos hemos ido en silencio. Soy apolítica, pero los responsables de esto han sido los políticos, la Generalitat Valenciana no hizo bien su trabajo y aquí no pasa nada. Estuve en las dos manifestaciones, es vergonzoso que nadie haya dimitido: en una empresa privada cuando no cumples te despiden, pero nosotros no podemos despedir a Mazón y Feijóo lo sostiene. Con esto tampoco quiero decir que el Gobierno lo haya hecho todo bien, tampoco es así, no considero que lo haya hecho bien”, ha protestado.
De manera similar se ha lamentado Juan José Monrabal, vecino de Catarroja, que perdió a su madre de 85 años. Vivía, como el padre de Fuster, en una planta baja. “He venido, pero me he quedado fuera a modo de protesta, porque pienso que este funeral aún no se tenía que haber celebrado habiendo personas desaparecidas. Si yo estuviera buscando a mi madre no me gustaría que hicieran esto. La gestión la he visto mal desde el primer momento, una emergencia no se puede gestionar así y me parece una vergüenza que haya un proyecto de adecuación del barranco del Poyo desde 2004 y que entre unos y otros no se haya ejecutado”, denuncia. Casi la mitad de las víctimas mortales responden al perfil de los padres de Sonia y Juan José: personas mayores y residentes en bajos en l'Horta Sud.
La misa se ha concelebrado por los párrocos y sacerdotes de la zona cero, obispos valencianos, el Consejo Episcopal y el Cabildo de la Seo. La imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados ha sido trasladada esta mañana desde la basílica y ha quedado situada en el lado derecho del presbiterio, con un manto morado en señal de duelo. El acto ha acogido a representantes de otras confesiones religiosas, según ha manifestado Benavent, y una parte del oficio se ha hecho en valenciano. El arzobispo ha recalcado que la sociedad “no puede ser indiferente ante el sufrimiento” y ha llamado a “unir fuerzas en favor de los más golpeados por la tragedia” para superar “juntos” esta situación y afrontar “el futuro con esperanza”.
El arzobispo ha recibido a los monarcas junto a una representación del Cabildo. El resto de autoridades han accedido por la 'Porta del Palau' o Puerta de la Almoina (Plaza de la Almoina). La parte central de la Seo, con capacidad para 700 personas, se ha habilitado como zona preferencial para las familias, y en los laterales de la nave central se han añadido 300 sillas -150 a cada lado- hasta completar el aforo.
Una vez concluida la misa, los reyes han dado el pésame a las familias de los fallecidos. En la despedida, de nuevo, han sido acompañados por el Arzobispo y representantes del Cabildo.