Desvelan que vivir a menos de 300 metros del mar reduce el riesgo de deterioro mental
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Aunque no se tenga muchas veces en cuenta, el lugar que se elige para vivir tiene mucho que ver con el bienestar y la calidad de vida. De hecho, se suele tener la aspiración de vivir cerca de la naturaleza, ya sea la montaña o el mar , pero suele quedarse en un sueño debido a que el ritmo de la vida actual obliga a casi todo el mundo a vivir en las urbes. Sin embargo, la ciencia ha descubierto que vivir con vistas al mar no solo tiene ventajas para las fotos que colgamos en nuestras redes sociales, sino también para la salud. Científicos británicos han descubierto que las personas de mediana edad y mayores que viven cerca del mar, lagos o ríos (los llamados 'espacios azules') tienen menos probabilidades de sufrir un deterioro mental relacionado con la edad . En concreto, tenían un riesgo 13,2% menor de deterioro cognitivo, medido a través de pruebas de memoria y tiempos de reacción, según la investigación publicada en la revista Ecotoxicology and Environmental Safety. Los expertos en neurología que están detrás de la investigación afirman que el aire húmedo alrededor de grandes extensiones de agua puede limitar la contaminación del aire que anteriormente se ha relacionado con el deterioro mental relacionado con la edad. Los resultados de las pruebas realizadas a 35.669 hombres y mujeres de la enorme base de datos del Biobanco del Reino Unido se compararon con las direcciones de los domicilios y la proximidad a lagos, ríos o el mar. Los expertos midieron la memoria, los tiempos de reacción y el razonamiento verbal y numérico . Se calculó la exposición a la contaminación del aire en cada domicilio. Los investigadores también tuvieron en cuenta una serie de factores, desde la edad, la educación y el peso hasta la dieta, la presión arterial y los hábitos de consumo de alcohol. Los sorprendentes resultados mostraron que cuanto más espacio azul hay alrededor de la casa, menor es el deterioro mental. Las personas con altos niveles de espacio azul en un radio de 300 metros de su casa tenían un riesgo 13,2% menor de sufrir deterioro cognitivo. Además, tienden a presentar niveles menores de ansiedad y estrés. Según los investigadores, esto se debe a que el océano actúa como una especie de «zona protectora» que promueve el bienestar psicológico . Gracias a la presencia del sonido de las olas y la brisa salada relajante, las personas experimentan una reducción significativa del estrés y son capaces de vivir más felices y con mayor calma mental. Asimismo, los investigadores indicaron que la exposición a la luz solar mejora el estado de ánimo de las personas con hogares cercanos a la costa, ya que el incremento de vitamina D en el organismo contribuye a la reducción de los síntomas de la depresión. Además, pasar tiempo al aire libre ayuda al cerebro a relajarse y reducir la tensión del día a día. «Nuestra investigación sugiere, por primera vez, que las personas de hogares más pobres que viven cerca de la costa experimentan menos síntomas de trastornos de salud mental. En lo que respecta a la salud mental, esta zona 'protectora' podría desempeñar un papel útil para ayudar a nivelar el campo de juego entre las personas con ingresos altos y bajos», explicó la doctora Jo Garrett, quien fue la encargada de dirigir el estudio. En caso de no tener la posibilidad de salir de las zonas urbanas, los profesionales de la salud recomiendan conectar con los espacios naturales lo más seguido posible. Por ejemplo, un simple paseo de 30 minutos por un parque o una plaza puede cubrir la cuota diaria de conexión con el medio ambiente y suplir la carencia que aparece por cuestiones geográficas.