La Filmoteca de Andalucía cumple 35 años de cine y superviviencia cultural en Córdoba
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La Filmoteca de Andalucía alcanza el final del curso 2024 con cierta tranquilidad tras años complicados y lo hace además de aniversario: cumpliendo 35 años de proyecciones y actividades. Proyectada a comienzos de la década de 1980, bajo los aires renovadores en lo cultural que trajo en sus inicios la Junta de Andalucía, su origen está en el acuerdo de cesión de la Diputación Provincial hacia la Junta del palacete del siglo XVI en el que se ubica, lindero con el Palacio de Congresos y a tiro de piedra de la Mezquita-Catedral , en una de las zonas más turísticas de Andalucía y con puerta de acceso por la calle de Medina y Corella. Los problemas burocráticos, como suele ser habitual en todas las iniciativas y más si cabe aún en las culturales, se fueron acumulando, y aunque el nacimiento oficial de la Filmoteca tuvo lugar en diciembre de 1987 no fue hasta 1989, y con casi un lustro de retraso sobre las primeras estimaciones de la Junta de Andalucía, cuando al final se produjo su inauguración. Aquella noche de apertura arrancó con la solemnidad que se les presupone a estos asuntos inaugurales: con un saludo de campanas a cargo del compositor Llorenç Barber . Presidió el acto el consejero de Cultura del momento, Javier Torres Vela, y Begoña Soto, la primera directora de la Filmoteca, fue la encargada de explicar a los medios de comunicación las claves de este proyecto. La gestora explicaba por ejemplo que la Fundación contaba con tres áreas de trabajo -documentación, programación y recuperación-, con salas de cine para proyecciones y con los últimos medios técnicos del momento. Para la inauguración se proyectó la película restaurada y reconstruida con sonido Dolby Stereo 'Agua-espejo granadino' del director andaluz José Val del Omar . María José Val del Omar, hija del cineasta , acudió al acto emocionada y mostró su satisfacción por el reconocimiento que se hacía a su padre en una circunstancia tan especial. El economista y promotor cultural Gonzalo Sáenz de Buruaga, colaborador de Val de Omar, explicó en aquella noche las claves de este artista al que conoció en Berlín en 1956 y al que defendió como el creador de un nuevo lenguaje. En cuanto a la programación, la andadura de la Filmoteca comenzó con un ciclo de cine andaluz y otro ciclo sobre la década de los 80 y quiso poner especial énfasis en actividades para escolares y profesores . Desde aquella inauguración hasta la fecha la Filmoteca se ha convertido en un espacio de referencia para cualquier cinéfilo cordobés. Sin embargo, la vida de la institución se ha rodeado a menudo de cierta bruma, nacida por cuestiones diversas pero principalmente relacionadas por su ubicación . De una parte, tanto al inicio como luego de forma puntual, se han escuchado voces del mundo del cine andaluz que han puesto en duda la idoneidad de que fuese Córdoba la ciudad propicia o idónea para establecer el punto de referencia de la cinematografía española. En Málaga , y atendiendo a las tradiciones culturales de ambas ciudades, es relativamente frecuente escuchar por ejemplo que lo razonable habría sido establecer el Centro Andaluz de las Letras -con sede en la malagueña calle Álamos- en Córdoba y la Filmoteca de Andalucía en la capital costasoleña. El otro punto polémico ha venido siempre de la estrategia ubicación de esta institución cultural en plena 'manzana de oro' del turismo. Quizá el momento de mayor tensión se produjo en 2016, cuando con Rosa Aguilar al frente de la Consejería de Cultura de la Junta se hizo un intento de llevar la Filmoteca al C3A y partidos como Ciudadanos lo pidieron de forma expresa, con el argumento de que había que ampliar el Palacio de Congresos. La resistencia de los usuarios, que entonces se unieron y cuya presencia se mantiene hoy a través de un grupo de Facebook que difunde las actividades y analiza el día a día del centro, propició que finalmente la consejera tuviese que dar marcha atrás a su decisión, aunque en realidad de forma parcial, porque la Biblioteca y la Sala de Visionado de la institución sí se trasladaron al Centro de Arte. Años más tarde, ya con el Partido Popular en el gobierno andaluz, la Filmoteca de Andalucía también ha vivido algunos momentos de tensión, como cuando en 2021 se cerró la institución con el fin de instalar un ascensor y mejorar la accesibilidad del recinto. Lo que en principio parecía una buena noticia al tratarse de una inversión que preparaba al edificio para el futuro, se alargó demasiado en el tiempo y eso propició de nuevo protestas y los clásicos miedos que envuelven a la Filmoteca por su singularidad. Reabrió finalmente sus puertas en y desde entonces hasta ahora ha mantenido su actividad cotidiana, con todo tipo de cine, y siempre en versión original subtitulada en español. Nunca doblado. En cuanto a la programación, la Filmoteca ha vivido siempre en torno a su oferta regular y sus ciclos retrospectivos, a lo se unen los seminarios , festivales o actividades que allí se proponen por otros colectivos. En los últimos años, el cine cordobés vive unos años de cierto dinamismo y eso ha favorecido a la Filmoteca con la celebración en su sede con diversos festivales como la Semana del Cine de Córdoba, el de Cine Documental Ficdcor o el CorDoc, dedicado a buscar los vínculos de cine y literatura a través de cineastas y conocidos escritores. El centro también se ha beneficiado en estos años de la importancia que la producción andaluza ha ido adquiriendo en el cine nacional y eso ha permitido que los principales cineastas, guionistas y actores que ha protagonizado este movimiento hayan estado presentes en la programación y actividades de la institución durante sus últimas décadas, con el objetivo de cumplir su reto original de convertirse en un foco de debate y de impulso de la producción cinematográfica de la autonomía. Aunque es lógico pensar que la Filmoteca debe avanzar en ese campo de ser lugar de reflexión sobre el cine a través de festivales y encuentros, las críticas más habituales no llegan tanto por esa cuestión, sino por asuntos relacionados con los días de apertura o por las películas que se programan. La compatibilización de los calendarios de los usuarios y de la Filmoteca y sus trabajadores en periodos festivos o el difícil equilibrio entre una programación que combine el cine clásico y de autor para cinéfilos con otras propuestas más atractivas para atraer nuevos públicos y gente joven parecen problemas clásicos que hoy se mantienen. No dejan de ser asuntos de vuelo más o menos bajo si se piensa que esta institución ha protagonizado una larga historia de supervivencia cultural en uno de los lugares más deseados hoy de la ciudad. Llegar hasta aquí no fue fácil, así que la sensación que queda es que sí hay en este aniversario mucho que celebrar .