El impacto de un ave de gran tamaño, posible causa del accidente de F-18 en el que murió el piloto Pablo Estrada
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El impacto con un ave de gran tamaño se abre paso como la hipótesis más probable del accidente del avión de combate F-18 en el que falleció el teniente coronel Pablo Estrada el pasado mes de octubre, cuando realizaba un vuelo rutinario en las inmediaciones de Teruel. El siniestro se encuentra aún en manos de la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) , que aún no ha concluido sus trabajos para esclarecer las causas en las que se produjo el accidente, pero se han encontrado «evidencias» que apuntan al impacto con un ave de gran tamaño como hipótesis más probable. El Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA), el general Francisco Braco , ha adelantado este martes esta versión del siniestro durante un encuentro con periodistas, a la vez que ha mostrado sus condolencias por el fallecimiento del piloto, un aviador con amplia experiencia en el Ejército del Aire. El accidente se produjo poco después de las 11.00 horas del día 4 de octubre. En él falleció el teniente coronel Pablo Estrada Martín, que prestaba servicio en el Ala 12 de la Fuerza Aérea , con base en Torrejón de Ardoz (Madrid), y no pudo eyectarse del avión antes del impacto. Además del Ala 12, el F18 presta servicio en el Ala 15 del Ejército del Aire con base en Zaragoza y en el Ala 46, en Gando (Gran Canaria). La aeronave, de fabricación estadounidense, entró en servicio en España en el año 1986 y el Ministerio de Defensa trabaja ya en su sustitución. Los primeros en ser dados de baja serán los F18 de Gando, que serán reemplazados por cazas Eurofighter en el denominado programa Halcón I del Ministerio de Defensa. Está además en negociación el programa Halcón II para la sustitución del resto de aviones de combate. El Gobierno mantiene aún abierta la incógnita sobre el futuro de los demás cazas de combate españoles y la posibilidad de adquisición del F35 estadounidense como sustituto de alguna partida. Precisamente este martes el JEMA ha insistido en la conveniencia de que las Fuerzas Armadas cuenten con dos modelos diferentes de aviones de combate. El problema del F35 es que lo fabrica la estadounidense Lockheed Martin y su compra no tendría ningún impacto en la industria de defensa nacional. De momento, en julio del pasado año, el Consejo de Ministros aprobó una partida de 50 millones de euros para la adquisición de repuestos y el mantenimiento de los F18 en servicio en Torrejón, Zaragoza y Gando con el objetivo de prolongar su vida útil hasta el año 2035.