La tecnología gana crédito como antídoto frente a la exclusión financiera
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Uno de los indeseados efectos secundarios del éxodo desde las zonas rurales a los núcleos urbanos es la dificultad para acceder a algunos servicios básicos que sufren los que se quedan. La exclusión financiera es una de esas grandes sombras que amenazan a la España Vaciada. El 70% de los españoles prefieren el efectivo como medio de pago. Según la CNMC, desde 2008 han desaparecido el 30% de cajeros en nuestro país . En las zonas rurales, estos datos significan que, en ocasiones, los vecinos vean cómo desaparece el único cajero de su pueblo. Cientos de personas se ven incapaces de llevar a cabo gestiones financieras sin tener que desplazarse. un problema que se agrava en el caso de la personas mayores, pues la edad puede imposibilitar dicha movilidad. Sin embargo, la tecnología puede ser un arma muy poderosa frente a este problema. Su avance galopante, que en ocasiones es un acelerador de la desigualdad, puede también volverse a favor de la sociedad para crear una realidad más inclusiva, siempre que se democratice en favor del interés general. Un asidero digital del que también pueden beneficiarse otros colectivos amenazados por la exclusión financiera como los inmigrantes o los mayores. La Asociación Española de Banca (AEB) ha realizado numerosos estudios en esta materia. Con respecto a la inclusión de la sociedad en la banca, afirman a ABC que entre el 97 y 98% de la población española dispone de una cuenta corriente. En el caso de las zonas rurales, el último informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) de 2023 refleja que sólo el 0,9% de la población española vive en municipios sin puntos de acceso al efectivo. Gracias a las medidas de la banca, afirman, «se ha logrado el acceso casi total al efectivo en nuestro país». En relación a los estudios que ponen de manifiesto las problemáticas de exclusión, la AEB, CECA y Unacc firmaron a principios de 2022 el 'Protocolo estratégico para reforzar el compromiso social y sostenible de la banca'. Según una encuesta de Inmark, el 84,6% de los mayores de 65 años se sienten bastante o muy autónomos al operar con su banco. El grado de satisfacción de los mayores que hacen uso de la banca móvil es del 92,3%, un 89,3% en el caso de la banca por internet y un 79,9% en oficina. Sin embargo, este dato supera el 88,6% en el caso de municipios de hasta 1.000 habitantes. Sobre los colectivos más afectados por la exclusión financiera, Santiago Carbó, director de Estudios Financieros de Funcas, lo tiene claro: los mayores , especialmente aquellos que viven en pueblos pequeños, lo tienen muy difícil. La falta de competencias digitales obliga a recurrir a las oficinas físicas, pero la desaparición de estos puntos les limita enormemente. Del mismo modo, cree que las personas migrantes también son uno de los colectivos más damnificados por la exclusión financiera, pues muchas entidades bancarias requieren los papeles para abrir una cuenta. Sin embargo, Carbó opina que la inteligencia artificial puede tener un papel clave para resolver este problema. «Gracias a su desarrollo, la IA es capaz de amoldarse a las necesidades de cada usuario , guiándolo de forma personalizada en los procesos digitales de la banca», asegura. Según los datos de Funcas, más del 90% de los clientes bancarios han utilizado alguna vez la banca digital y, gracias a herramientas como los chatbots y asistentes virtuales, aquellos con escasas competencias digitales pueden encontrarse con una banca digital más accesible. A su vez, cree que el reto presente es educar a las nuevas generaciones para que conozcan estas posibilidades. La innovación que ofrecen las ágiles startups también es un aliado en esta batalla contra la exclusión. Mónica Correia es la CEO de Nickel, una fintech propiedad de BNP Paribas, que lleva diez años, más de tres en España, trabajando contra la desigualdad en el acceso a los servicios financieros. Una de sus iniciativas es solucionar la ausencia de cajeros en zonas rurales. Gracias a la tecnología de cashback, una de las aportaciones de Nickel es que hoy los bares o administraciones de lotería en los pueblos sean también cajeros. El neobanco cuenta con más de 2.000 puntos Nickel en España, es decir, comercios locales donde los clientes pueden crear una cuenta al instante , recibir una tarjeta y realizar ingresos y retiradas de efectivo. Un bálsamo frente a la desaparición de cajeros automáticos «Nos preocupa mucho llegar a todos sitios, así como contribuir al comercio local. Les traemos nuevos clientes», asegura Correia . Desde Nickel destacan la sencillez de su servicio. Su CEO explica que nunca lanzan un servicio si no saben a ciencia cierta que cualquiera podría entenderlo. Ya han actuado en pueblos como Villanueva de Duero, en Valladolid, que vio como su único cajero desaparecía, y pronto ampliarán su influencia en la Comunidad de Madrid. De cara al futuro, Correia cree que la situación seguirá mejorando, pero opina que la ley debería adaptarse a la nueva realidad. Una entidad de pago y comercio electrónico no puede ser colaboradora de la Seguridad Social en la actualidad. Hay un proyecto de ley en marcha, y en Nickel esperan que se apruebe pronto para seguir trabajando en el problema. Los inmigrantes son otro colectivo bajo riesgo de excluisón financiera. Harold Correa , CEO de Íkualo, conoce bien la experiencia de inmigrar. Cuando llegó a España desde Colombia, hace 25 años, lo hizo «sin mucho dinero, pero muchas ilusiones». Tuvo que dormir en la calle buscando trabajo, y se vio incapaz de abrir una cuenta bancaria. Ahí se le ocurrió una idea que ahora tiene nombre: Íkualo , un neobanco con más de 50.000 clientes dirigido a facilitar a los migrantes la gestión financiera en España. Teniendo en cuenta que en España hay más de siete millones de migrantes, que representan el 3% del PIB , Correa tiene claro que su servicio cumple una función social. Así se definen, como una 'social fintech' enfocada a ayudar a su comunidad. Afirma que los migrantes necesitan muchos más servicios que una cuenta bancaria: desde un microcrédito para el 'leasing' de una furgoneta con la que trabajar, hasta una plataforma para enviar remesas a sus países , Íkualo parte de un IBAN y proporciona a sus clientes un mundo de posibilidades para integrarse en el tejido laboral español. «España necesita a los migrantes, por ejemplo por las pensiones. Hay que crear productos para ellos», afirma su fundador. En cuanto al uso de la tecnología, Correa, programador de profesión, afirma que utilizan el big data, el blockchain y la IA para todos sus servicios. Uno de los productos de Íkualo consiste en ofrecer un 'scoring' a sus clientes. Mediante inteligencia artificial, han desarrollado un motor predictivo que analiza los hábitos financieros del cliente y determina el alcance de su solvencia. A partir de este dato, crea una puntuación, que servirá como aval a la hora de pedir un préstamo o hipoteca. El CEO de Íkualo reconoce que las fintech son más rápidas que la banca tradicional, y mucho más que la ley. Explica que, en ocasiones, los gobiernos no entienden la tecnología que ellos utilizan , y eso genera rechazo. Sin embargo, señala que cada vez más bancos tradicionales invierten en blockchain, y que la postura con respecto a las nuevas tecnologías se ha suavizado.