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Los trastornos de la conducta alimentaria cronificados causan la muerte de una de cada 10 personas

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Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) -como anorexia, bulimia, trastorno por atracón, entre otros- pueden extenderse a lo largo del tiempo, lo que impacta de forma negativa en la salud física y mental de quienes los sufren y llegar a causar la muerte de uno de cada 10 afectados.

Así lo ha alertado el profesor Celso Arango, jefe del Servicio de Psiquiatría del Niño y Adolescente del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid) y académico de número de Psicología de la Real Academia Nacional de Medicina (RANME), quien ha tratado a pacientes con TCA y señala que estas personas no perciben su cuerpo de forma objetiva porque sufren una distorsión cognitiva de su imagen.

"He visto morir a pacientes en la UCI después de muchos años con un trastorno de conducta alimentaria de tipo restrictivo, con 22 o 23 kilos que son hueso y piel, y que siguen estando absolutamente convencidas de que les sobra peso de los glúteos, las piernas o los brazos", lamentó, según recoge Ep.

Mayor incidencia entre las jóvenes

Las mujeres sufren entre el 85 y el 90% de los TCA, aunque los casos entre los hombres se están incrementado. Las personas que inician un TCA suelen caracterizarse por ser "perfeccionistas, meticulosas, obsesivas, autopunitivas, autoexigentes y rígidas" y, en muchos casos, son víctimas de acoso escolar y comportamientos despectivos por tener algo de sobrepeso. El experto añadió que otros casos se desencadenan porque la persona sufre algún virus o infección que le hace perder peso y al darse cuenta de que pueden seguir controlándolo a través de la ingesta, continúa adelgazando "hasta que se les va de las manos".

Aunque el trastorno por atracón es el más frecuente porque afecta hasta al 3% de la población y puede contribuir al desarrollo de obesidad, la anorexia nerviosa conlleva mayor riesgo de mortalidad, seguida de la bulimia nerviosa, destacó la jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de la Princesa (Madrid), Mónica Marazuela.

Los expertos advierten también de que está aumentando la incidencia de los TCA en niñas de 6 a 11 años. "Cuanto antes aparecen, mejor pronóstico tienen, pero si no se tratan a tiempo, en el caso de las niñas ni siquiera van a poder tener su primera regla", aseguró Arango.

Las cifras que se manejan para la prevalencia total de los TCA en personas jóvenes oscilan entre el 5,5 y el 18% en mujeres y entre el 0,6 y el 2,4% en varones. En el caso de la anorexia nerviosa, las cifras estarían alrededor del 1,5% en mujeres y del 0,2% en varones. Para la bulimia nerviosa, las tasas de prevalencia serían del 1,9% y del 0,6%, respectivamente. Finalmente, para el trastorno de atracones, las cifras estarían alrededor del 2,8% para mujeres y el 1% en el caso de los hombres.

Entre los varones menores de edad, el tipo de trastorno mental que preocupa es la vigorexia. "No es un TCA per se, es una variante, pero sí que es una distorsión de la imagen corporal y que provoca una obsesión por tener un cuerpo 'culturista', ellos no quieren estar delgados, sino muy fuertes, y todo gira en torno a esto, se convierte en una adicción al gimnasio", explicó el psiquiatra.

¿Qué tipo de ayuda necesitan?

Los expertos han insistido en que mantener una buena relación con la comida es esencial para prevenir y tratar los TCA, así como aprender a aceptar el cuerpo propio y evitar comparaciones con los demás. En este sentido, Mónica Marazuela detalló que hay que comer siendo consciente de los alimentos que se están ingiriendo, sin prisas ni culpas, siguiendo una dieta equilibrada y variada y, por tanto, evitando dietas muy restrictivas y escuchando siempre las necesidades del cuerpo.

"Los pacientes con TCA van a precisar la ayuda de distintos profesionales para realizar una combinación de terapia psicológica, asesoramiento nutricional, intervención médica para prevenir y tratar posibles complicaciones sobre todo en TCA graves, tratamientos en grupos de apoyo y, en algunos casos, fármacos que les ayuden a establecer una relación sana entre la comida y el cuerpo", puntualizó

La efectividad de los tratamientos farmacológicos en los trastornos alimentarios "es limitada" y, aunque se utilizan con frecuencia diversos fármacos para el tratamiento de los problemas asociados (como la depresión o la ansiedad), tan solo tres fármacos tienen, a día de hoy, reconocida inequívocamente su utilidad: la olanzapina en la anorexia nerviosa, la fluoxetina en la bulimia y la lisdexanfetamina en el trastorno de atracones.

Arango instó a que se lleven a cabo acciones en las escuelas sobre desarrollo socio-emocional, para que los niños aprendan desde el principio que lo importante son los valores de cada persona y no lo que aparenta o cómo la perciben los demás, ya que muchos adolescentes "se obsesionan" con lo que creen que piensan los demás de ellos y no se valoran a sí mismos.

"Yo le pregunto a muchas de mis pacientes chicas que tienen TCA: ¿cómo te gustaría que fuera tu pareja? ¿muy delgada o buena persona? ¿muy delgada o inteligente? ¿muy delgada o con sentido del humor? Y siempre me contestan lo segundo. A lo que yo les respondo: ¿Y por qué crees tú que a ti te van a valorar por lo contrario de lo que tú valoras a los demás?", concluyó.

Si tú o alguien que conoces está lidiando con un trastorno de la conducta alimentaria, es crucial buscar ayuda de inmediato. La recuperación es posible con el apoyo adecuado y un enfoque integral para abordar los aspectos físicos y mentales de estos desafíos.