El otro es el espejo en donde nos reconocemos
“La muerte y la vida están en el poder de la lengua, y los que gustan usarla comerán de su fruto” (Proverbios 18:21). Ayer vino a mi casa un señor para cortase el pelo. Se sentó en la silla y sin mediar palabra, me suelta que fulanita de tal le habló mal de mí. Y según lo que le dijo, ella tenía razón. ¡Hombre claro!, no se va a tirar piedras a su tejado, le dije yo, ella le habrá contado lo que quiso, pero antes de juzgar usted debería escuchar mi parte.