Histórica inversión en la cuna del ferrocarril español
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La revolución industrial arrancó en España por Barcelona y uno de sus hitos históricos se produjo el 28 de octubre de 1848 con la entrada en servicio de la primera línea ferroviaria en la península, entre la Ciudad Condal y Mataró. Ahora, por esa línea fundadora del sistema ferroviario español, denominada R1, cada año circulan más de 24 millones de viajeros y es la más utilizada del conjunto de Rodalies (Cercanías) de Cataluña. Los cronistas de la época calificaron aquel estreno del ferrocarril en nuestro país de «solemne y venturoso acontecimiento». Y no fue para menos. Una línea de hierro de 28,5 kilómetros, como también se escribió en aquel momento, unía las ciudades de Barcelona y Mataró reduciendo tiempos de desplazamiento, todo un punto de inflexión para la movilidad. Raül Blanco, presidente de Renfe, destaca que «la circulación de ese primer tren, ahora hace 176 años, fue mucho más que la puesta en marcha de un medio de transporte: fue un emblema de prosperidad y un símbolo de conectividad, características asociadas ya para siempre al ferrocarril». En la actualidad, Renfe continua con su apuesta por la región metropolitana al liderar una inversión sin precedentes de 1.800 millones de euros para renovar sus trenes, con el encargo al centro industrial de Alstom España en Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona) de fabricar 201 trenes de gran capacidad destinados a los servicios de Cercanías y Rodalies, que en Cataluña se compone actualmente de 272 unidades. Con la incorporación de un centenar de nuevos trenes se alcanza uno de los objetivos del Plan de Rodalies, que en su horizonte del año 2030 prevé la movilidad de 600.000 viajeros diarios en este servicio en la comunidad, alrededor de un 50% más que en la actualidad. La mayor compra de trenes en la historia del ferrocarril en España ha permitido la creación de unos 500 empleos directos y otros 1.000 indirectos en la región urbana barcelonesa, dado que el fabricante cuenta con más de 325 proveedores locales y destina 200 millones anuales de compras a suministradores catalanes. La factoría logrará su máximo histórico de actividad durante el ejercicio 2025-2026, cuando el proyecto de fabricación de los nuevos trenes de gran capacidad se encuentre en pleno rendimiento. También Renfe está renovando desde mayo su flota de alta velocidad con la puesta en circulación de las diez primeras unidades entregadas por Talgo de las 30 encargadas de los nuevo Avlo S106, el tren de alta velocidad con más capacidad de los que prestan servicio en España. Así se refuerza el trayecto de Figueras a Madrid a través de Barcelona, Tarragona, Lérida y Aragón con 581 asientos cada uno, lo que supone un incremento global del 17% de las plazas en todo el corredor y en los servicios ferroviarios de bajo coste de la operadora. Estos trenes forman parte del paquete de inversiones de más de 5.000 millones de euros que Renfe tiene en marcha para la compra de nuevo material y la renovación del actual. Rodalies es uno de los puntales de la compañía en el área metropolitana y toda la comunidad, ya que transportó 130 millones de viajeros en 2023, con un incremento de más de 21 millones de usuarios respecto al anterior año, lo que supone casi un 20% más. También en los servicios regionales se experimentó un aumento de más del 21% hasta alcanzar los 9,8 millones de usuarios, la cifra más alta registrada desde 2011. Tamaño volumen de viajeros implica en materia de sostenibilidad la reducción de 700.000 toneladas de CO2 y el ahorro de cerca de 300 millones de libros de combustible. Y es que la sostenibilidad es uno de los aspectos que los usuarios más valoran en su elección por el tren por encima de otros modos de transporte, «algo en lo que desde Renfe estamos altamente comprometidos», asegura Raül Blanco. En ese sentido, el presidente de la compañía subraya que los trenes, incluidos los AVE y Avlo, son vehículos con emisiones cero, que contribuyen a la movilidad sostenible al circular con electricidad 100% procedente de fuentes renovables y con origen certificado y «por todo ello, nos hemos convertido en la mejor alternativa de transporte sostenible», enfatiza. Para mejorar y modernizar las estaciones de Renfe de Cercanías, la compañía está invirtiendo 75 millones de euros, principalmente en dotar de accesibilidad e incrementar la tecnología al servicio de la atención y la información de los usuarios. Conectar los andenes y vestíbulos con ascensores y escaleras mecánicas, eliminar barreras arquitectónicas y ampliar los andenes a 200 meteros para ganar capacidad operativa, han sido las principales obras que se han llevado a cabo y se realizan todavía en las 107 estaciones que Renfe gestiona de las 202 con que cuenta la red catalana. En el marco del plan denominado 'Transformemos Rodalies', la compañía ya ha finalizado las obras de mejora de la accesibilidad en las estaciones de Bellvitge, Vilafranca del Penedès, Ocata, Cerdanyola Universitat, Vacarisses, Cornellà o Santa Perpètua Riera de Caldes, esta última de nueva construcción, todo ello por un importe superior a 17 millones. Además, ha invertido cerca de 11 millones en las estaciones Arc de Triomf, Mollet-Sant Fost, Vacarisses Torreblanca i Gelida, que encaran la última fase de ejecución de las obras. Mientras, Renfe sigue trabajando en la mejora, entre otras, de las estaciones de Llinars del Vallès o El Vendrell con actuaciones que también superan los 10 millones de euros, y está destinando más de 2,8 millones en obras auxiliares que se desarrollarán hasta 2026 y que consistirán en adecuar aparcamientos y exteriores, cubiertas o mejora de la iluminación en diversas estaciones. Paralelamente, la compañía desarrolla un plan para adecuar los equipos mecánicos de elevación más antiguos en una decena de estaciones, entre ellas las de El Prat de Llobregat y Vic, recientemente adjudicadas y con una inversión de 9,2 millones. También se destinan 7 millones en mejorar la información y atención a los usuarios y se están instalando sistemas de seguridad en 110 estaciones. Y en Portbou se ha establecido el último Centro de Competencias Digitales (CCD) de los diez existentes para la transformación digital de la compañía en materia de ciberseguridad, aplicaciones móviles y logística.