Se tensa la relación entre el Gobierno y la industria: los entretelones del conflicto
Si la relación entre el Gobierno y la industria parecía herida, durante la 30° Convención de la Unión Industrial Argentina (UIA) se despejaron todas las dudas. Desde Casa Rosada declinaron finalmente la propuesta para participar del encuentro y un día antes de que arrancara el evento el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, dieron de baja su presencia.
A cambio, quién sí estuvo fue Juan Pazo, secretario de Producción, que no estaba en los planes iniciales.
"No nos vaciaron el encuentro; esto está lleno de empresarios", sostuvo el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, al ser consultado por la ausencia de funcionarios de más peso, y de alguna forma dejando en un segundo plano las bajas de Milei y Caputo.
Aquí se daban dos realidades. La presencia del presidente y su principal ministro le darían otra relevancia al encuentro, pero algunos empresarios preferían que, al menos el Presidente, no se hiciera presente en el encuentro.
"Cada vez que puede nos tira con algo. O que no invertimos o que somos los culpables de la inflación. Y al mismo tiempo se comenzaron a abrir las importaciones de forma desmedida, algo que se planteó varias veces que no se hiciera porque tendría un efecto muy negativo en algunas industrias. Para que venga y haga lo que ya hizo en el Día de la Industria, mejor que no venga", dijo el martes a El Cronista el CEO de una importante empresa.
El empresario recordó cuando, en septiembre pasado, y en pleno evento industrial, Milei lanzo que "para proteger a la industria se le robó al campo", una declaración que cayó muy mal y que para muchos fue el principio del quiebre. A partir de allí, para muchos todo lo que vendría sería peor, un temor que se comenzó a hacer palpable en las últimas semanas con la cada vez más fuerte apertura de importaciones.
Estas medidas, desde ya, generaron la reacción de Funes de Rioja en el encuentro del martes. "No pedimos privilegios ni concesiones, sino corregir las distorsiones. También queremos empleabilidad, capacitar la mano de obra para los retos que la tecnología requiere", sostuvo el directivo.
INFLACIÓN Y CONSUMO
Del lado empresario también hay acusaciones. Sostienen que el nivel de consumo no termina de remontar, una situación que la ligan concretamente a la pérdida del poder adquisitivo generada por varias de las medidas que adoptó el Gobierno.
Sí, en cambio, valoran la baja que viene mostrando la inflación -más allá de que piensan que, en parte, esto tiene que ver justamente con el menor consumo-, aunque el punto que no les cae en gracia es el que los apunta como uno de los culpables de que los precios no bajen en mayor medida.
Sin decirlo de forma explícita, el Gobierno interpreta que hoy muchas industrias especulan con un dólar más alto que el actual, y en base a eso forman sus precios. Ante esa situación, siempre según la mirada oficial, la inflación no solo no cae al ritmo esperado, sino que además en algunas ocasiones muestra leves subas.
Así fue como en buena parte nacieron, por ejemplo, las iniciativas para facilitar las importaciones, para que generen presión a los precios de los productos locales.
Los industriales no creen, al menos por el momento, que las situaciones que vienen limando la relación con el Gobierno puedan terminar en un rompimiento. O al menos esa no es la intención de los empresarios.
"Nosotros vamos a apoyar; no tenemos intenciones de ponernos en la vereda de enfrente del Gobierno porque esa sería una situación de confrontación total y, al menos por el momento, no es una idea que esté sobre la mesa. Pero lo que no vamos a hacer tampoco es callarnos si se implementan medidas que van en contra de la industria nacional y el empleo", dijo uno de los empresarios consultados.