Libaneses regresan a sus casas luego de alto el fuego entre Israel y Hezbolá
Beirut. El ejército libanés anunció este miércoles que había “comenzado a fortalecer su presencia” en el sur, bastión de Hezbolá, en el sector sur del río Litani, a unos 30 km de la frontera con Israel. Un periodista de esta agencia observó tropas y vehículos del ejército en dos regiones del sur del Líbano.
Por su parte, el diputado de Hezbolá Hassan Fadlallah afirmó que su movimiento cooperaría con el Estado libanés para reforzar el despliegue del ejército en el sur, asegurando no tener “armas visibles” ni “bases” en el sector. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) aseguró que adapta sus operaciones a la “nueva situación”.
Sin esperar a que los militares dieran luz verde, miles de habitantes del sur de Líbano, de la periferia sur de Beirut y del valle de Beca, en el este, todos ellos bastiones de Hezbolá, emprendieron el camino de regreso a casa, según observaron periodistas de esta agencia.
Israel aprueba acuerdo de cese el fuego en Líbano
Pocas horas después de la entrada en vigor de la tregua, el ejército israelí anunció que restringiría los movimientos de población en el sur del Líbano durante la noche.
En los suburbios del sur de la capital, bombardeados hasta la madrugada del miércoles, militantes de Hezbolá circulaban en moto ondeando las banderas amarillas del partido y gritando eslóganes en apoyo a Hasan Nasralá, su emblemático líder muerto en setiembre en un ataque israelí.
“Regresamos a este barrio heroico” que ha “vencido, estamos orgullosos”, afirmó Nizam Hamadé, un ingeniero que acudió a inspeccionar su casa.
La carretera que conduce al sur de Líbano quedó atascada por vehículos y camionetas sobrecargadas, cuyos conductores cantaban y hacían sonar los clóxones.
El ejército libanés había pedido a la población “esperar” a que las tropas israelíes se retirasen “antes de regresar a las aldeas y pueblos en la línea del frente”.
Estados Unidos asegura que tregua es un nuevo comienzo
Las hostilidades comenzaron el día después del ataque de Hamás que desató la guerra en Gaza el 7 de octubre de 2023, cuando Hezbolá abrió un frente contra Israel en apoyo de su aliado palestino.
Después de casi un año de disparos transfronterizos, Israel lanzó el 23 de setiembre una campaña de bombardeos masivos contra Hezbolá y desplegó una semana después tropas terrestres en el sur de Líbano.
Según las autoridades libanesas, al menos 3.823 personas murieron en el país por este conflicto, la mayor parte de ellas desde setiembre. Del lado israelí, 82 militares y 47 civiles fallecieron en 13 meses, según las autoridades del país.
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El acuerdo, fraguado durante semanas por Estados Unidos y Francia, significa un “nuevo comienzo” para Líbano, celebró el martes el presidente estadounidense, Joe Biden.
El primer ministro libanés dijo esperar que este acuerdo abra “una nueva página” en la historia del país y que, de paso, se elija a un presidente de la República, cargo vacante desde hace más de dos años.
El plan pactado prevé una retirada progresiva durante 60 días de los combatientes de Hezbolá y las tropas israelíes del sur de Líbano, en la frontera con Israel, para permitir el despliegue del ejército libanés, según explicó el enviado estadounidense Amos Hochstein.
Hamás, ‘dispuesto’ a una tregua
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que la duración de la tregua dependerá “de lo que suceda en Líbano”.
Irán, principal apoyo militar y financiero de Hezbolá y Hamás y archienemigo de Israel, celebró el “fin de la agresión”.
Un alto cargo de Hamás también describió el acuerdo como “un importante éxito” y dijo a esta agencia que el movimiento palestino “está dispuesto a un acuerdo de alto el fuego y a un acuerdo serio para intercambiar prisioneros”.
Por su parte, Rusia se felicitó de un acuerdo “positivo” y dijo esperar que funcione “realmente”, según indicó la portavoz del ministerio de Exteriores.
La guerra estalló tras el ataque sin precedentes lanzado por Hamás contra Israel que mató a 1.207 personas, la mayor parte civiles, según un recuento de esta agencia basado en datos oficiales, incluidos los rehenes muertos o en cautiverio.
La ofensiva israelí lanzada en represalia en Gaza dejó al menos 44.282 muertos, la mayor parte civiles, según datos del Ministerio de Salud del territorio, considerados fiables por la ONU.