La líder que busca posicionar la industria alimentaria argentina en el mundo
Carla Martín Bonito es presidenta de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), entidad empresaria que abarca a 33 sectores y más de 14.500 empresas en todo el país. Durante 16 años, el nucleamiento estuvo encabezado por Daniel Funes de Rioja y Martín Bonito llegó a ese rol tras una carrera que comenzó como economista jefa a cargo de los departamentos técnicos de la institución, en la que formó el equipo de profesionales en abril de 2011.
"A partir de allí, fui creciendo en la organización, y en 2015 asumí la Dirección Ejecutiva", rememora. Y añade: "Hoy, tras varios años de trabajo, estoy al frente de la presidencia, donde mi trabajo diario se centra en impulsar la competitividad y el desarrollo de nuestros sectores, promover su internacionalización y colaborar en políticas públicas que nos permitan seguir creciendo".
Con formación de Magíster en Administración y Políticas Públicas por la Universidad de San Andrés (UDESA) y de Licenciada en Economía por la Universidad de Buenos Aires (UBA), antes de su paso por COPAL, Martín Bonito -quien está casada y tiene dos hijos de 7 y 4 años- comenzó su carrera en la gestión pública en el Ministerio de Agroindustria de la Nación, donde desde 2008 se sumergió en temas asociados al desarrollo del sector que hoy lidera.
La ejecutiva considera a COPAL como una parte fundamental en el desarrollo de su vida profesional. "Mi trabajo aquí se nutrió de un crecimiento constante y de un vínculo profundo con la industria de alimentos y bebidas, tanto en el sector público como en el privado", asegura. Y afirma que haber vivido la industria desde distintas perspectivas le permitió consolidar una visión integral sobre las políticas públicas que se necesitan para fomentar su desarrollo. "Lo que me motiva a estar aquí es mi pasión por el sector y la convicción que el mismo tiene el potencial para liderar el crecimiento económico del país", revela.
La presidenta de COPAL se define como "una persona orientada a resultados, con una capacidad para manejar múltiples tareas y siempre buscando nuevas oportunidades de mejora". Y asevera que, a lo largo de su carrera profesional, adquirió una visión estratégica en la gestión tanto pública como privada, al trabajar en proyectos de modernización institucional, inversión y políticas públicas para fortalecer a distintos sectores productivos de la economía nacional.
Consultada por este medio sobre si las mujeres se enfrentan a más condicionamientos que sus pares varones en el mercado laboral, opina que, tomando en cuenta un horizonte temporal significativo, hubo avances, pero que persisten brechas de género. "En el ámbito industrial, existen registros que evidencian un porcentaje menor de mujeres participando del mercado laboral, cuando hay menores en el hogar", ejemplifica. Indica que otra brecha significativa está relacionada con la mayor cantidad de horas dedicadas al trabajo remunerado por parte de los hombres "y una situación inversa que ubica a la mujer dedicando mayor cantidad de horas al trabajo no remunerado, como las tareas domésticas y el cuidado de los hijos".
En este sentido, considera que la clave para conseguir mejoras en términos de equidad en el ámbito laboral está en focalizar las iniciativas para crear igualdad de condiciones que permitan conciliar de manera realista el trabajo y la vida familiar. "Si se espera, por ejemplo, equiparar las horas dedicadas al trabajo remunerado, se tiene que poder prever en qué condiciones esto es posible", grafica al respecto.
"No se trata solo de flexibilizar para que uno de los miembros del hogar pueda ajustarse, sino de ofrecer un enfoque integral que contemple las necesidades de la fórmula familiar", amplía. Y, desde esa postura, añade: "No sirve flexibilizar para que una parte del hogar pueda conciliar, se necesita un abordaje integral que convoque en igualdad de condiciones y posibilidades". Cita como ejemplos, las licencias familiares más flexibles, que permitan a la familia decidir cómo cubrir el tiempo de cuidado.
Carla Martín Bonito busca promover la construcción de un marco sustentable y sostenible para el desarrollo de la industria de alimentos y bebidas de la Argentina.
Para la directiva, los desafíos que enfrentan las mujeres en la dirigencia profesional y en el ámbito corporativo no son diferentes a los que se encuentran en el mercado laboral en general. "Persisten barreras relacionadas con la desigualdad de oportunidades y las expectativas culturales que muchas veces limitan el acceso a puestos de liderazgo", reconoce.
Sin embargo, destaca que en COPAL pudo desarrollarse sin limitaciones. "La entidad me ha permitido liderar cada etapa de mi carrera, crecer dentro de la dirigencia empresaria y, lo más importante, hacerlo con un fuerte sentido de propósito y una visión compartida", remarca. Subraya que eso fue "un factor clave que permitió un empoderamiento de toda la entidad en su conjunto". "Aunque los desafíos existen, también es cierto que un entorno que promueva la igualdad de condiciones y el reconocimiento del talento puede abrir puertas y generar un cambio real", completa.
Los desafíos de los alimentos
La misión de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios es ser reconocida tanto por sus asociados como por las distintas instituciones por su eficacia en la gestión, los resultados logrados y su oferta de servicios, al tiempo que su visión es promover la construcción de un marco sustentable y sostenible para el desarrollo de la industria de alimentos y bebidas de la Argentina, propiciando la búsqueda de consensos en espacios intersectoriales.
En ese marco, los objetivos de la entidad incluyen: propender y promover una visión estratégica del rol e importancia de la industria de alimentos y bebidas como un vector fundamental para el desarrollo económico y social con el fin de lograr una mayor inserción internacional de Argentina, e impulsar activamente la integración agroindustrial, tanto a nivel de sus actividades económicas como de las entidades a las que representa. Asimismo, la COPAL se propone consolidar una política alimentaria nacional, fomentar la unidad del empresariado de la industria de alimentos y bebidas del país, sostener los principios de la economía de mercado y de la libre empresa y promover el desarrollo eficiente de la industria de la alimentación y bebidas.
"Uno de los principales ejes es la reducción de la carga tributaria, un aspecto crítico para que nuestro entramado pueda crecer y competir tanto a nivel local como internacional", manifiesta la presidenta de la institución en diálogo con Revista APERTURA.
"Además, estamos trabajando activamente en la internacionalización de los sectores, ya que creemos firmemente que Argentina necesita exportar para crecer. Ampliar los mercados y posicionar nuestros productos a nivel global es una prioridad", continúa la dirigente. Y concluye: "Por último, estamos muy comprometidos participando activamente de las iniciativas de desregulación y simplificación de la gestión pública que impacta en nuestra industria y su cadena de valor, por lo que buscamos eliminar trabas y generar un entorno más ágil y eficiente para el desarrollo".