Le Pen amenaza a Barnier con tumbar al Gobierno francés por los Presupuestos de 2025
La líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, amenazó el lunes con respaldar una moción de censura que podría derrocar al Gobierno del primer ministro, Michel Barnier, en un enfrentamiento sobre el presupuesto, diciendo después de las conversaciones que ambas partes estaban atrincheradas en sus posiciones.
Los meses de tensiones políticas desde que el conservador Barnier se convirtió en primer ministro al frente de un Gobierno minoritario designado por el presidente Emmanuel Macron tras las elecciones legislativas de julio están llegando a un punto crítico por el presupuesto que aún debe ser aprobado por la Asamble Nacional.
La oposición de todos los partidos ha denunciado el presupuesto, lo que ha llevado a Barnier a considerar blandir el arma del artículo 49.3 de la Constitución, que permite a un Gobierno imponer leyes sin votación en el Parlamento.
Sin embargo, eso podría impulsar al partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional (RN) de Le Pen a unirse con el bloque de izquierda en el Parlamento y encontrar suficientes apoyos para derrocar al Gobierno en un voto de confianza.
Le Pen acudió este lunes a la residencia Matignon del primer ministro francés para el desayuno de trabajo y por la tarde le seguiría la líder del partido parlamentario de extrema izquierda La Francia Insumisa (LFI), Mathilde Panot, mientras Barnier busca escuchar voces de todos los sectores.
"Mi posición no ha cambiado. Tampoco, al parecer, la del primer ministro ha cambiado", declaró Le Pen tras reunirse con Barnier, a quien describió como "al mismo tiempo cortés pero también firme en sus posiciones".
Cuando se le preguntó si la RN apoyaría una moción de censura, respondió: "Por supuesto". Le Pen restó importancia a las consecuencias del rechazo del presupuesto y dijo que no creía "en esa idea de que 'si se rechaza este presupuesto, si hay una moción de censura, será dramático, habrá caos, etc".
Lo que complica aún más la situación es la norma constitucional francesa que establece que debe haber un intervalo de un año entre elecciones legislativas, lo que significa que Macron no puede convocar elecciones hasta el verano para resolver la crisis. "Michel Barnier está creando las condiciones para una moción de censura", afirmó el domingo el vicelíder del RN, Sébastien Chenu.
Pero insistió en que la medida no paralizaría a Francia y que Macron aún tenía opciones, incluida la de renunciar antes de que termine su mandato en 2027, algo que el presidente había descartado previamente. "El presidente tiene varias opciones... volver a nombrar al mismo primer ministro, nombrar un nuevo primer ministro, dimitir si no tiene otra solución o convocar un referéndum", añadió Le Pen.
La portavoz del gobierno, Maud Bregeon, había advertido en una entrevista publicada en el diario "Le Parisien" que Francia corría el riesgo de una "situación al estilo griego" si el Gobierno era derrocado, refiriéndose a la crisis financiera griega de 2007-2008.
La cuestión llega en un momento crítico para Le Pen, tres veces candidata a la presidencia, que aspira a tener su mejor oportunidad en el Elíseo en las elecciones de 2027. Le Pen, de 56 años, y otros acusados de RN están actualmente siendo juzgados, [[LINK:EXTERNO|||https://www.larazon.es/internacional/juicio-marine-pen-asistente-declara-que-sabia-que-debia-residir-bruselas_20241015670e8452596dfb0001c57fd3.html|||acusados de crear empleos falsos en el Parlamento Europeo]], algo que ellos niegan.
Si es declarada culpable, podría recibir una pena de cárcel y la prohibición de ejercer cargos públicos, lo que la descalificaría para las elecciones presidenciales de dentro de dos años y medio.
Su joven lugarteniente Jordan Bardella, de 29 años, que es el jefe del partido RN, no está entre los acusados y algunos lo consideran como alguien que oculta sus propias posiciones presidenciales.
Baredella, que acaba de publicar su primer libro "Ce que je cherche" (Lo que busco), declaró la semana pasada a la televisión francesa que "no tener antecedentes penales es, para mí, la regla número uno cuando uno quiere ser diputado". Aunque sus oponentes lo apodaron "Bruto", en honor al político romano que asesinó a su ex aliado Julio César, Le Pen negó cualquier tensión con su protegido y afirmó que tenían una "relación de confianza".