El truco que usan los restaurantes para que las patatas fritas queden más crujientes: solo necesitas vinagre
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Si pensamos en una comida que suele gustar a todo el mundo y que sirve de acompañamiento a casi cualquier receta, estas son las patatas fritas . Normalmente cortadas en tiras más o menos finas y fritas en abundante aceite hasta que queden doradas , se pueden tomar solas o junto a otras preparaciones como un filete de pollo, de merluza o cualquier salsa. Aunque prepararlas no es muy complicado, conseguir el punto perfecto sí puede tener cierta dificultad. Es decir, para que queden deliciosas se suele buscar que por fuera estén muy crujientes y por dentro tiernas y suaves. Para conseguir este resultado, algunos especialistas culinarios así como cocineros de restaurantes y bares, suelen poner en práctica un truco sencillo pero bastante efectivo , de manera que las patatas fritas quedan en su punto. Este truco es tan fácil como preparar una mezcla de agua, una buena cucharada de vinagre blanco y una pizca de sal e introducir las patatas cortadas antes de freírlas. Lo ideal es dejarlas a remojo 10 minutos aproximadamente Durante el proceso, las patatas soltarán algo de su almidón, lo cual ayudará a que se pongan más crujientes cuando las cocinemos. Pasado el tiempo indicado, hay que colar las patatas y secarlas bien para quitar toda la humedad. Después, otra técnica bastante recurrente para asegurar nos una fritura perfecta es hacer las patatas en dos veces : Primero se fríen con bastante aceite a baja temperatura y, cando empiecen a estar blandas se retiran y dejamos que se enfríen un poco. Después volvemos a freírlas pero esta vez con el fuego más alto hasta que queden doraditas. Así estarán bien hechas por dentro y por fuera. Si buscas prepararlas con mucho menos aceite , en la freidora de aire también podemos seguir esta misma técnica, adecuando la temperatura del aparato en las dos fases, después de haber pasado las patatas en crudo por agua, vinagre, sal y haberlas secado bien. La patata es un alimento muy versátil que no solo se toma frita, siendo esta probablemente la versión más calórica, sino que también podemos comer cocida, asada, al vapor, en puré, en guisos o en ensalada, entre otras elaboraciones. Aunque lo que aportan a nuestro cuerpo varía según cómo la cocinemos, la patata, en general, aporta nutrientes como los hidratos de carbono mayoritariamente, almidón; vitamina C, vitamina B, potasio o carotenoides, según la Fundación Española de Nutrición (FEN). También se indica que existen diferentes variedades de patata, siendo el principal criterio de clasificación su color de piel y de su interior. Así, encontramos patatas rojas con variedades Cóndor, Red Pontiac, Desirée y Astérix. Patatas amarillas como las Etoile du León, Jaerla, Eureka, Kennebec, Monalisa, Spunta, Obelix y más. O las patatas blancas, con las variedades Pentland, Xantia y Frisia.