Isabel la Católica, mujer y reina
“Fue soberana en el mandar, muy liberal, e en su justicia justa; en el juicio siempre proveída de muy alto consejo, sin el cual no se movía. Amiga de su casa, reparadora de sus criados, criadas y doncellas, muy concertada en sus fechos, celosa de su casa, dió de sí muy gran ejemplo de buena casada, que durante el tiempo de su matrimonio e reynar, nunca ovo en su Corte en quien pusiese el amor, sino ella del Rey, y el Rey della. Fue la más temida y acatada Reyna que nunca fue en el mundo”.