Haimar Zubeldia: "Cogería algo de todos los corredores que me han impresionado y saldría algo muy parecido a Pogacar"
Haimar Zubeldia (Usurbil, 1977) hace tiempo que dejó el ciclismo profesional, pero sigue compitiendo de otra forma. Ahora está disputando la Titan Desert en Arabia Saudí, una competición que disfruta y que le permite mostrar una sonrisa que nunca lució en el Tour –donde estuvo cinco veces entre los diez mejores– y recuperar los valores del ciclismo tradicional.
¿Cómo vive esta experiencia en el desierto, que no es la primera?
Creo que en Marruecos he estado no sé si tres o cuatro, hice otra en Almería también y esta es la tercera en Arabia. Esta especialmente me gusta. Al final es lo mismo, pero son cuatro días y por las fechas que son andamos un poco menos en bici. Estamos entrando en invierno y tiene algo de exótico también venir aquí, el entorno. La primera vez que vine ya me gustó y estamos repitiendo todos los años.
Hace menos calor que en Marruecos.
A mí el calor me gusta. Yo siempre he funcionado bien con calor y ahora también. Yo siempre digo que las bicis son para el verano y para el buen tiempo.
¿Por eso cuando mejor ha rendido siempre ha sido en el Tour?
Sí y si algo teníamos allí era sobre todo calor. Con el calor funcionaba bien.
¿Sigue saliendo mucho en bici?
Sí. Prácticamente hago casi todo de carretera, pero desde que lo dejé vine los primeros años a Marruecos y ahora con el gravel también y sigo relacionado con el ciclismo. Trabajo con la empresa Etxeondo, que es de ropa, y mi trabajo es el desarrollo de nuevos productos y el contacto que tenemos con los equipos que vestimos. Llevo esos temas.
¿Esto ayuda a llevar mejor la retirada o no le costó mucho dejarlo?
No. Tuve la suerte de decidir yo cuándo quería parar. Estuve 20 años como profesional, me sentía afortunado en ese sentido. En los últimos años ya rondaba mi cabeza. Uno tiene su sueño de cómo quiere que sea su final y pude elegirlo. Fue algo atípico también, en la Clásica de San Sebastián, en la carrera de casa y lo tenía pensado. Eso también ayuda, cuando tienes el permiso para hacerlo así vas cerrando. Eres joven para la vida y yo tenía claro que quería seguir alrededor del ciclismo, pero no pasando tantos días fuera porque la familia también pone mucho de su parte cuando eres corredor profesional y me echaban de menos.
¿Eso es lo más duro del ciclismo?
Cuando llegan sobre todo las niñas, como es mi caso, año tras año va pesando. Al hacer la maleta ves sus reacciones y eso te va minando. He hablado mucho con Luisle de esto, también está con Etxeondo, y hemos coincidido muchas veces, conozco a su familia y también le echaban de menos en casa. También nos gusta y los que hemos tenido la suerte de estar tantos años lo hemos hecho parte de nuestras vidas. Y es lo que nos gusta. Yo cuando lo dejé prácticamente no me tomé ni vacaciones, en seguida montaba en bici. Ahora tenemos la suerte de que no tenemos la presión de antes, cuando necesitabas resultados. Ahora es disfrute, estar con la gente y esto es lo bonito de estas pruebas, eres uno más y conectas con la gente.
¿Se disfrutan de otra manera estas carreras?
Sí, tienen una parte de aventura, sobre todo las Titan. No es como el ciclismo en carretera, aquí en cualquier momento te puede pasar algo y es diferente. Hay que ir día a día y cada día es diferente.
[[QUOTE:PULL|||"Desde que empezaron los autobuses en las grandes vueltas el contacto con el público se ha perdido"]]
¿Ha cambiado mucho el ciclismo? ¿Se ha deshumanizado?
Yo esto lo estaba viendo ya. Han pasado ya siete años desde que lo dejé, pero el corredor de carretera se pasa más de medio año fuera de casa. Es duro, no es fácil y hay que llevar todo a rajatabla. Los ves y los jóvenes ya vienen muy preparados y desde que empezaron los autobuses en las grandes vueltas el contacto con el público se ha perdido. El corredor tiene su espacio, pero debían mirarse esas cosas porque el ciclismo es para el público. Es uno de los únicos deportes que no pagas por verlo, no pagas una entrada. Para ver el Tour en el Tourmalet vas un día antes y lo ves. Sí que tiene sus cosas buenas, pero con el ciclismo nuevo se están perdiendo.
El ciclismo necesita que se vea el patrocinador y los ciclistas cada vez se dejan ver menos.
Claro, eso es lo que digo. Y se deberían mirar mucho esas cosas. Y ha cambiado muchísimo. Los equipos se han hecho excesivamente caros también, yo creo. Los presupuestos de hoy en día te asustas. Te echas la manos a la cabeza. Año tras año conseguir ese dinero... Un equipo es una empresa y tampoco es sostenible en el tiempo porque no es fácil encontrar un espónsor tan grande como UAE, el Visma o el Ineos que manejan unos presupuestos increíbles. El ciclismo ha cambiado también en la forma de correr. Nos levantan del sofá porque Pogacar puede arrancar en un Mundial a 100 km y antes era impensable. Todo estaba como más controlado. Y ahora el ciclismo por lo menos para verlo es bonito.
¿Esos corredores que empiezan tan jóvenes se pueden sostener en tiempo mentalmente?
Yo no los veo. Está claro que el ciclo como deportista lo llevan adelantado, eso te lo diría mejor un entrenador. Uno de los mayores cambios ha sido el teléfono y que hoy en día prácticamente ha desaparecido la categoría amateur. No sé si tiene sentido tampoco, algunas estructuras ya lo están quitando. También es algo que me preocupa porque ya desde juveniles tienen tanta información, saben de nutrición, saben cómo entrenan, fisiológicamente maduran mucho antes, por eso los vemos explotar antes también. Pero con 23 años no estás tan preparado mentalmente como con 28. Cuando vienen bien dadas es fácil, cuando todos te pegan la palmadita en la espalda es bonito. Y el que es un superdotado irá para adelante, pero hay quien en el camino se porque no le han salido las cosas como ha querido o ha tenido alguna lesión y apuntaba mucho y no le ha salido. Y esa gente necesitará ayuda, se necesitarán psicólogos. Y luego aparte con esas exigencias no creo que veamos mucha gente haciendo carreras de 20 años. 10 años a esa exigencia será difícil. Y se necesitarán psicólogos en los equipos. Fichan a corredores tan jóvenes que pasas de juveniles a profesional y te crees alguien, empieces de cero o de menos y tienes que hacerte un hueco y no es fácil porque ya la exigencia es a nivel máximo y el que no pueda luchar contra eso necesitará ayuda para para darle la vuelta.
[[QUOTE:PULL|||"Se puede hacer una carrera bonita trabajando para otro. Necesitaremos un Erviti o un Markel Irizar"]]
¿Hace falta un poco más de paciencia?, porque no todo el mundo estará desarrollado al completo con 17 o con 18 años pero con 20 sí.
Y también necesitaremos Ervitis, se necesitará un Markel Irizar, porque no todos los líderes se van a poner a merced de otros compañeros. Necesitamos corredores de otro tipo y esa gente tiene que tener esa oportunidad. Por eso digo que me preocupa que a la categoría amateur no está como deben estar. Algunas estructuras han decidido quitar sus equipos de allí y hacerlo de otra manera. Para educar y para enseñar el oficio a esa gente necesitaremos esas herramientas.
¿Se pierde la clase media?
Claro que sí y el ciclismo es todo, se puede hacer una carrera bonita también trabajando para otros. Mi carrera deportiva yo siempre le he divido en dos partes, 11 años estuve en Euskaltel y luego otros 9 años en la estructura de Trek. Y la segunda fue totalmente diferente a la primera. Ya fui a para trabajar para otros. Está claro que todos tenemos oportunidades luego y cuando se presenta intentas aprovecharla, pero con las ideas claras de a lo que iba.
El ciclismo tiene una particularidad, que es un deporte individual, pero de equipo. ¿Se pierde esa sensación de equipo?
Es lo que dicen ahora. Cada uno va un poco más a a su rollo y yo cuando estaba por lo menos en los equipos, eso se se trabajaba también. Sobre todo en los inicios de temporada. Siempre hay gente nueva, hay años que la mitad del equipo se renueva y la mejor manera de trabajar en eso es cuando estás en el training camp de diciembre o de enero. Y se hacían actividades y cosas especiales para que conocieras a a la gente en situaciones diferentes porque luego se van a dar situaciones complicadas durante el año y conoces a la gente para saber hasta dónde le puedes pedir.
Después pasan situaciones como la de Ayuso en e1 Tour, por ejemplo.
Sí, para resolver un poquito esas situaciones. Yo creo que hay que saber gestionar también. Quizá tiene que haber un trabajo previo de directores o de managers por delante también. Son situaciones que en un equipo hacen daño, como imagen al equipo, porque cuando las cosas supuestamente están claras ver eso no es agradable para el equipo.
¿Ahora cada ciclista es su equipo?
Cuando pasas de juveniles si das el salto es porque algo has hecho especial. A alguna campana le has dado. Ayuso ya sabemos, pero puedo hablar de Pericas, que ya prácticamente va a dar el salto, o Torres, el chaval que estuvo a punto de ganar el Porvenir. Son chavales muy jóvenes y ya tienen un entorno claro. Antes también era así, cada corredor tiene su entorno y ese entorno a ese corredor le alimenta también. Pero luego está el equipo, que es donde tú vas a trabajar. Y para poner las cosas claras hay que trabajar.
¿Pogacar es lo mejor que ha visto?
De lo mejorcito, sí, por lo menos. A mí no me tocó vivir la época de Merckx, sí que he visto vídeos, me tocó ver la época de Indurain. Era un ciclismo diferente. Miguel siempre ha sido un poco mi referente, pero entendía el ciclismo de otra forma. Miguel sabía dejar también a los demás. Pero Pogacar si ves la temporada que ha hecho prácticamente lo que ha corrido lo ha ganado y es impresionante lo que he conseguido: Giro, Tour y luego ha ganado el Mundial. Y en la Vuelta yo creo que ahí andaría y eso nadie lo ha hecho.
¿Y de los ciclistas con los que ha corrido, quién le ha impresionado más?
Me ha tocado compartir equipo con grandes corredores como Alberto [Contador] Lance [Armstrong], los hermanos Schleck, Cancellara... Yo siempre digo que algo cogería de lo que me ha impresionado de cada uno y haría un súper corredor que quizá ahora estaría muy cerca de lo que es Pogacar prácticamente lo hace todo bien. Empezando por el equipo, porque equipo tiene, contrarrelojea bien, esprinta, en las subidas es uno de los mejores si no es el mejor, baja bien, domina la bici. Si le ponen un tramo adoquinado lo hace bien. Y además siempre digo que parece que se divierte. Puedes ver otro tipo de corredores que están muy cerca de él, como Vingegaard, pero es otro tipo de corredor, es más serio, su presión lo lleva de otra manera. Este parece que lo lleva divirtiéndose, que lo hace todo muy fácil y muy bien. Es impresionante.
[[QUOTE:PULL|||"Tengo una foto grabada en mi memoria, el paso por el Tourmalet con Armstrong, Ulrich, Iván Mayo y yo" ]]
¿Su mejor recuerdo del ciclismo, cuál sería?
Ah, yo siempre lo digo. Tengo una foto grabada en en mi memoria de 2003. Fue el primer año que despuntamos como equipo [el Euskaltel]. Laiseka ya había ganado una etapa el primer año que acudimos al Tour, pero el paso por el Tourmalet con Lance, Ulrich, Iván Mayo y yo lo tengo grabado, es que tengo hasta la gente que vi conocida allí lo tengo grabado en mi memoria.
¿Y qué le faltó para conseguir alguna victoria más?
Ser un poco más rápido. Mi mayor virtud es que era muy constante a base de trabajo y era un corredor muy resistente, era regular, pero llegaban cinco y hacía quinto o sexto a veces. Pocas carreras recuerdo de amateur que ganara al esprint. Yo siempre tenía que buscar alguna otra manera de poder ganar y si ves mis victorias siempre han sido en crono o en general de vueltas.
En el Tour, al estar siempre pendiente de la general, ¿le faltaba la libertad para poder atacar de lejos?
Eso es y más en aquel ciclismo. Hoy en día si puede haber oportunidades, no te juntas en una escapada grande o lo que sea, pero entonces iba todo más controlado y tampoco había esas escapadas tan grandes, tan locas como vemos en los últimos años y era más complicado eso.
Y si se le ocurría el director le diría que dónde va.
Era como inmolarse un poco. También había un equipo que capitaneaba, normalmente el del líder, y hasta el último puerto iba aquello a su velocidad. Y era aguantar, aguantar, aguantar y en el último puerto el que más podía ganaba.
Para aguantar con esa gente tan buena y tantos años aparte de una fuerza física, imagino que la fuerza mental era muy importante.
Sí. Y me preguntan a veces, ¿y eso cómo se prepara? Hoy en día tienen muchas no sé si facilidades, pero tienen muchas herramientas y el equipo te las da también. Por eso se han hecho tan grandes también. Hay más gente en los equipos, pero en aquel entonces era ensayo, error. Cada uno tenía su entorno también y se buscaba la vida. Yo recuerdo que fui a hacer mi primera biomecánica a Italia. Los australianos solían estar allí y por mediación de unos conocidos hice mi primera biomecánica. Tenía 23 años, pero era algo novedoso. Hoy en día esas herramientas te las da el equipo. Vas aprendiendo porque se te van planteando problemas en tu día a día y tratas de resolverlos y eso te va haciendo fuerte. Yo a veces me identifico con Vingegaard en el sentido de que es muy como muy serio. Me identifico porque yo lo hacía así también. Yo igual no era muy simpático, pero era por eso, porque te sentías presionado y ostras, porque estabas en una situación ahí con 23 años, estás en el Tour, vas cuarto o quinto en la general y hay una crono de 50 km y no quieres fallar, no se puede fallar. Y yo decía que eso no te dejaba dormir. Yo cuando he afrontado un Tour yendo a buscar una etapa y si hoy no me sale, pues duermo tranquilamente y a lo mejor otro día me dejan, pero en una general no se puede fallar. Y esa presión te come por dentro y y a base de pasar años, eso creo que te hace crecer como persona.
¿Con psicólogos trabajaban en el equipo?
Alguna vez sí que se ha hecho algún intento y recuerdo un psicólogo para evadirnos cuando vas en pleno esfuerzo te daba trucos. Me acuerdo de que nos decía pues yo he tenido corredores que en una contrarreloj, por ejemplo, decían que pensaban que que sus piernas eran como las de un tren antiguo de vapor. ¿Porque tú cuando dejas de dar pedales fuerte?, cuando piensas que ya no puedes aguantar más, pero si tu mente se va de eso y se va más lejos, llegas más lejos. O en un puerto cuando ya en el último puerto vas a 180 pulsaciones y dices “me quedo, me quedo”, otros decían que empezaban a contar o hasta aquel cartel o lo que sea, te vas lo más lejano posible. Son cosas que he ido trabajando en mi carrera.
Ahora cuenta las cosas con una sonrisa, pero cuando era profesional, no transmitía eso.
Quizás es porque, ostras, cuando corres y es tu profesión y lo quieres hacer bien y vas al Tour, llega la primera semana, has preparado con mimo todo y la primera semana había caídas y cuando pasaba ya la primera semana y no habías tenido un percance era como una victoria. Decías “bueno, ahora ya está en mis piernas”. Tiene que haber buena suerte y sabes que va a haber caídas y no quieres estar en ellas, tienes boletos y esa vez no quieres que te toque. Y esa presión algunos son más extrovertidos y les sale de esa manera y a la mayoría nos sale estar serio y estar a lo tuyo. Pero también sientes que tienes que estar con el público porque se mueve mucho y acude a a las carreras. Sobre todo yo, siendo vasco, cuando llegábamos al Pirineo para nosotros era algo especial. Y sabías que iba a estar mucha gente pendiente de ti y cuando terminaba arriba y bajabas con la bici intentabas con la gente que habías conocido parar y saludarles y hacerte una foto con ellos porque eso la gente lo agradece. La semana pasada también gente del pueblo me recordaba que un día bajábamos en autobús y el autobús paró porque no podía pasar y les saludé, salí a la ventana de adelante y eso la gente lo recuerda.
¿Qué tiene de especial el ciclista vasco? ¿Es solo una cuestión de afición?
Es un poco cultural también. Siempre ha existido esa cultura, esa afición al ciclismo que hay en todas partes, en Italia también y en Bélgica con el ciclocross . Siempre la ha habido y hoy en día yo creo que después del COVID también ha crecido un poco. Estamos viendo muchísimas mujeres también y hoy el ciclista amateur o cicloturista también ha cambiado muchísimo. Antes, en invierno casi no veías a nadie, tú empezabas a entrenar y hasta que empezaba el buen tiempo. Hoy en día, durante todo el año ves a gente practicando ciclismo y si vas por la costa, ahí por donde yo vivo en Zarauz y los fines de semana casi te cansas de saludar a la gente que te cruzas y es algo bonito.
También ha cambiado en el ciclismo profesional que no hay parón prácticamente.
Eso es. Y los últimos años también estamos viendo corredores que ya son multidisciplinares. Sagan puede ser uno de los precursores, que hacía mountain bike, dominaba mucho la bici; Van der Poel, Van Aert, que hacen ciclocross y ahora con la nueva vertiente de gravel también que quizá está más cerca de la carretera que el mountain bike y por eso estamos viendo a carreteros que durante la temporada o a final de temporada corren pruebas de gravel. Son vertientes nuevas. O como aquí Luis León, que el año pasado todavía era corredor profesional hasta el 31 de diciembre y estaba aquí, compitiendo al lado de la gente.
¿Ese es otro de los atractivos de la Titan?
Claro que sí. Y tú eres consciente de eso, intentas estar con la gente y es algo bonito porque todo eso se ha perdido eso y aquí nos duchamos en el mismo sitio y duermes igual. Y a Miguel [Indurain] le estamos viendo también en las Titans. Y un grande como Miguel que dé ese paso es bonito y todavía lo que mueve, han pasado 30 años casi desde que ganó su último Tour, pero allá donde va todavía la gente lo quiere. La mayoría de la gente que viene aquí ha vivido los años de Induráin porque aquí la media será de 50 años o de 40 a 50 años o incluso un poquito más. Nosotros lo tenemos muy reciente, la gente joven de ahora de 25 años o así ha oído hablar de él, pero no como nosotros.
Su hija ya corre.
Tiene 16 años, es juvenil, este año la otra también, la segunda, pero es más de deportes de equipo. Practica balonmano y baloncesto, pero mi hija mayor está haciendo ahora la temporada de ciclocross, tiene el gusanillo bien metido porque las dos me han conocido siempre encima de la bici, cuando ellas vinieron a este mundo yo ya estaba corriendo y me han conocido siempre yendo y viniendo de casa y me han visitado en muchísimas carreras. Y es algo que le salió de ellas. Quisieron apuntarse, las dos han estado en la escuela de Zarauz y mi hija ahora está en otro equipo donde hay más chicas. Está encantada. Le gusta hacer de todo pero sobre todo hacer carretera y entre medias intenta hacer alguna prueba de mountain bike y de pista también. Ahí tenemos la suerte de tener el velódromo de San Sebastián, que es cubierto. y los jueves además vamos gente de Etxeondo de 7 a 8 siempre allí y mi hija viene con nosotros. Es algo bonito.
¿Le ilusiona que sea ciclista?
Me ilusiona porque me identifico con ella. Yo con esa edad era igual que ella y la veo con esas ganas. Siempre le digo que lo primero son los estudios, pero es buena estudiante también y además ahora tiene que elegir lo que querrá estudiar luego también. Siempre le veo que toma rumbo hacia el deporte. Y me gusta porque me veo identificado, yo di esos pasos. Y era algo parecido. La elección es suya, pero si elige el ciclismo, pues yo la voy a ayudar en todo lo posible. Es bonito. Nunca he pensado yo que hay un peligro en carretera, pero por ella sufro más. Intento siempre ir con ella. Y es algo bonito.