¿Quiénes son los padres de Marc Bernal? Te contamos todo sobre su familia
Marc Bernal, quien nació el 26 de mayo de 2007, es uno de los talentos jóvenes más prometedores en el escenario futbolístico contemporáneo. Con tan solo 17 años, su nombre ya resuena intensamente en el FC Barcelona, donde se le reconoce como una de las grandes promesas del club, a pesar del extenso proceso de recuperación que aún le queda por delante. Además, su destreza ha atraído al entrenador alemán Hansi Flick, quien ha resaltado su madurez y capacidad para sobresalir en el fútbol profesional. No obstante, hay una familia que respalda a este joven talentoso, inculcándole los valores esenciales que orientan su camino.
Toni Bernal
El padre de Marc, Toni Bernal, fue un reconocido jugador de fútbol en la década de los 90. Pese a que no logró el reconocimiento en clubes de alta categoría, dejó una huella en equipos como el Sants y el Júpiter, famosos en el fútbol catalán por su pasado y costumbres. Además, después de su retiro como futbolista, Toni se sumergió en el trabajo de entrenador, una carrera que le facilitó mantenerse vinculado al deporte que tanto amaba.
La vivencia de Toni en el ámbito del fútbol no solo le facilitó comprender los desafíos y sacrificios de este deporte, sino también compartir esos conocimientos con su hijo. Desde su infancia, Toni se esforzó por que Marc comprendiera que el talento natural no basta, el auténtico secreto del triunfo reside en la disciplina, el empeño y la habilidad para vencer las dificultades.
Además de inculcarle principios firmes, Toni ha jugado un papel crucial en el crecimiento deportivo de Marc, orientándolo en sus inicios en el fútbol base. Su dominio del juego y su experiencia en el terreno de juego han representado un beneficio inestimable para el joven mediocampista, quien frecuentemente reconoce el rol fundamental de su padre en su educación.
Queralt Casas
Por otro lado, la madre de Marc, Queralt Casas, ha jugado un rol igual de crucial en su formación y crecimiento personal. Trabaja en la Fundación Horitzó del Berguedà, una entidad comprometida con fomentar la inclusión social y laboral de individuos con discapacidad. Su trabajo manifiesta valores como la empatía, el compromiso y la dedicación hacia las causas sociales, atributos que también ha inculcado a su hijo.
A pesar de no tener una relación directa con el fútbol, Queralt ha tenido un impacto crucial en la vida de Marc. Desde su infancia, le enseñó la relevancia de mantener sus pies firmes, de apreciar cada éxito y de nunca olvidar sus orígenes. En un entorno tan competitivo como el del fútbol profesional, estas enseñanzas han permitido a Marc mantenerse modesto y concentrado, incluso ahora que empieza a apreciar el triunfo.
Queralt también ha brindado un respaldo continuo en las situaciones adversas, brindando el balance emocional que todo joven requiere para afrontar los retos de una carrera deportiva de alto rendimiento. Su vínculo con Marc se distingue por el respeto recíproco y un lazo que va más allá de las palabras, fundamentado en la confianza y el amor sin condiciones.
La cultura del esfuerzo como motor familiar
Según Marc Bernal, el triunfo que está empezando a adquirir no es un suceso fortuito ni un golpe de sorteo, sino el producto de los principios que sus padres le inculcaron desde su infancia. Tanto Toni como Queralt han trabajado conjuntamente para inculcarle la cultura del esfuerzo, el sacrificio y la constancia. En su casa, siempre se ha subrayado la relevancia de entregar lo mejor de uno mismo, tanto en el terreno de fútbol como en cualquier aspecto de la vida.
En más de una ocasión, Marc ha expresado que su familia constituye su principal fuente de inspiración. Estos principios le han facilitado gestionar la presión de ser una de las promesas del FC Barcelona, conservando la serenidad y concentrando su desarrollo como jugador y como individuo.