Robles: “La coalición de derecha que nos gobierna usa piloto automático al 2026... Eso es muy riesgoso”
Uno de los cronistas más destacados de las últimas generaciones, escritor, columnista, Juan Manuel Robles, residente en Nueva York, llegó al país para presentar su libro Tragedia en Collins Avenue (Planeta, 2024) sobre el desastre en Surfside, Miami, el 24 de junio del 2021. Ese día se desplomó el ala este de Champlain Sur, edificio de 13 pisos. En apenas segundos murieron 98 personas, más de 80 departamentos quedaron destruidos y quedaron muchas historias y testimonios que el periodista registró en emocionantes páginas de no ficción.
Dices de tu libro que no es una obra sobre la muerte, sino sobre la vida, sobre historias que merecen ser contadas. ¿Por eso, utilizas la crónica para contar esas historias?
Este es un libro que solo utiliza lo verdadero y lo verificable. Lo que implica una metodología, implica rastrear, implica entrevistar personas que hayan conocido a las personas cuyas historias quiero contar. Es un largo trabajo de obtención de material para contar algo así.
Se suele ver a EEUU como el símbolo de las grandes construcciones, de pronto se ve este desastre. Como que algo colisiona allí.
Totalmente. Bueno, que se caiga un edificio ya es un evento muy improbable, ¿no?...
En EEUU y en cualquier otro lugar.
...En cualquier parte. Es más probable que se caiga un avión que se caiga un edificio, y ya que se caiga un avión es bastante improbable. El ABC estructural de construir un edificio es que está hecho justamente para soportar; entonces, si se sigue ese ABC elemental en su construcción, debe ser un edificio resistente, ¿no?, además de lo que exigen las regulaciones, etc. Pero hay una serie de circunstancias que debilitan este edificio y lo cuento en el libro. Allí menciono esta frase “en Estados Unidos no se caen edificios”...
Desde el primer capítulo ya destacas esa frase: “en EEUU no pasan estas cosas”
Sí, es interesante. Eso lo dice el alcalde de Surfside que está conmovido y también muy molesto y le dice a la prensa que hay que hacer una investigación porque en EEUU los edificios no se caen. Es como algo de orgullo y arrogancia, ¿no? Y en EEUU, y en general en el mundo, los edificios no se caen, pero lo que sí ocurre en EEUU y en otras partes son fallas.
Hablaremos de las fallas (ver recuadro), pero, además de cronista, eres columnista y te pregunto: ¿cómo ves la elección de Donald Trump?
Creo que como en muchas elecciones hay un componente emocional muy importante. Donald Trump es un tipo tan contradictorio y tan cínico además, que es imposible que su elector no se dé cuenta. Pero en EEUU están decepcionados y cansados de los demócratas. Y Trump es un tipo que cae muy bien a su gente porque hace lo que habla sin filtro. Es un personaje de ficción televisiva. Y no importa tanto que no lleve a cabo... Trump dice cosas como que va a acabar con las guerras. Eso es mentira. Es imposible que un presidente de EEUU acabe con las guerras de EEUU. Es un país definido por sus guerras. Por eso creo que el peso simbólico va a ser fuerte. El peso simbólico, además, permite a personas comunes la libertad de ser agresiva, hostil, discriminadora, como no ocurría hace unos años...
¿Y en la política migratoria?
Probablemente, sí haya efectos. Pero hay que recordar que la política migratoria de EEUU está definida por números. Me refiero a que, por ejemplo, en la época de Trump, uno se hablaba de las jaulas, pero luego te das cuenta de que esas jaulas aparecieron con Obama. Porque no es una política gubernamental, es una política migratoria. Es una política que tiene que ver con un control numérico. No depende de una persona, sino que siempre hay órdenes ejecutivas, como en la época de Trump uno, que se hizo órdenes ejecutivas que no permitieron, arbitrariamente, que entren personas de Oriente Medio, que en ese tiempo era el cuco... En realidad, nada es estadísticamente relevante, EEUU era el país más violento del mundo desarrollado antes de los migrantes.
Lo era antes y lo es hoy.
Así es. Y sí, creo que sí va a haber un efecto. Pero hay que recordar que la fuerza laboral en EEUU es migrante. Entonces, va a haber show. Creo que en términos generales la política de los Estados Unidos se vuelve más restrictiva con los migrantes por otros factores que tienen su propia lógica.
Resides en Nueva York, en EEUU. ¿Cómo se ve desde allá al Perú?
No, no, no importa el Perú a EEUU... Ni siquiera en el momento en que más importaba, importa... Los países de América Latina importan cuando alguien se sale de la línea geopolítica que EEUU controla hace muchos años.
Para un peruano en EEUU, debe ser penosa la imagen de la presidenta buscando fotos con presidentes en una cita internacional.
Totalmente. Pero también quiero decirte algo, que hay de todo entre los peruanos en los EEUU. Y es algo que nos enseña el fenómeno Trump, y a veces olvidamos que la mayoría de peruanos, y latinoamericanos, llegan en supervivencia, escapando del Perú, y por eso ya es un lujo demasiado grande racionalizar el Perú. Es decir, el Perú es un país del que hay que salir, esa es la única premisa. Y la premisa que se cumple sea quien sea el presidente... Pero, sí, lo que se está haciendo es horrible.
Eres crítico de la coalición que gobierna.
Sí, claro que sí. De todo lo que está pasando. Me parece que está claro que sí vamos a admitir que Castillo cometió un error o cometió un delito, correspondía en ese momento llamar a elecciones. El no llamar elecciones y quedarse, así, fue una jugada de los perdedores de la elección para voltear la voluntad ciudadana y quedarse gobernando sin haber ganado, y congelando o dinamitando cualquier tema anterior. El plan era tener todo controlado hasta las elecciones siguientes en una suerte de piloto automático. Pero a diferencia del piloto automático del que hablaban hace años quienes gobernaban, que mantenía la economía y tenía algún sentido, el piloto automático actual es uno muy riesgoso. Con una máquina con una serie de fallas, no fiable y que en cualquier momento puede provocar una catástrofe.
Y puede darnos un personaje de aquellos.
Cierto... Creo que el plan de la coalición gobernante de la derecha de no hacer nada, de renunciar a gobernar, de usar el piloto automático, para hacer leyes que le convienen, de generar lo que ellos mismos llaman con cinismo, candados, y no mojarse para no quedar relacionados hasta el 2026. Me parece un plan muy riesgoso. Uno, no sé si aguantaremos, porque faltan todavía dos años. Dos, puede generar un deterioro muy difícil de contrarrestar. Un plan más sensato hubiera sido llamar a elecciones y por ahí que ganaban, quizás Keiko ganaba o una coalición de derecha. Y ahí ya se comenzaba a contar otra historia.
Se están degradando las instituciones, a un punto que parece difícil de revertir todo lo que se está haciendo.
El Perú es un país que ha renunciado a los liderazgos. Las cosas están tomadas por esa cosa que se tolera porque ‘se detuvo a los comunistas’, es un razonamiento demasiado simplista que, como digo, genera un piloto automático riesgoso para el país, que en lugar de avanzar se retrocede. Y, claro, se piensa que, como está apagada la protesta, está apagada la política, no hay problemas. Pero sí hay problemas, pues se están generando deterioros, se está generando una bomba de tiempo. Eso veo yo.
Y, en tanto, Dina Boluarte tratando de figurar a nivel internacional.
Totalmente.
“Decían ‘eso nunca va a pasar en EEUU’ y pasó”
En las páginas del libro está la tragedia, el edificio, testimonios, Miami.
Mira, cuando se construye el edificio, en 1979, es el momento en que Miami empieza a convertirse en la capital del narcotráfico mundial. Ocurren cosas que luego hemos visto en Medellín, en ciudades de México, ¿no? Tiroteos en la calle, asesinatos por sicariato, armas que no se habían usado... El Miami de muertes ese es el contexto donde se construye este edificio, de dinero negro, de corrupción...
Una realidad muy latinoamericana.
Sí... Mucho dinero negro, mucho inversionista que quiere construir lo más rápido posible para sacar la mayor cantidad de plata; constructores que presionan a la autoridad para que les den permisos y dan incentivos; y como es una municipalidad chica que ni siquiera tiene inspector de obras contrata al ingeniero del proyecto, o sea, es el que da el visto bueno a la vez… Además, hacen un piso más, diciendo que no es un piso sino el penthouse. Y más adelante, ya en este siglo, 30 años después de la construcción, se comienza a construir un edificio al lado también con esos mecanismos de abuso de poder empresarial. Todo, todo se da ahí... Y está la frase ¿nunca va a pasar en EEUU? Pasó. Recuerdo cuando era chico decían: en EEUU nunca va a ser presidente alguien con acusación penal. Y ahí lo tenemos.
Hay un mérito importante en que la editorial te elija para la investigación.
Sí. Este libro lo hicimos en EEUU, lo publicamos allá y a la vez en México. La editorial hace un esfuerzo importante en Miami por colocar libros en español.
Porque el periodismo norteamericano sigue siendo muy bueno, ¿o no?
Sí, pero también está en crisis. Como se han entronado los fake news, el periodismo ha quedado descolocado... Mira, por ejemplo, había un candidato que mintió, y que sabía que a sus electores no les importaba, que les importaba el show, poder reírse, como cuando dijo que los haitianos están comiendo sus mascotas... Era mentira, pero no importó... Salió el New York Times desmintiendo, el Washington Post igual. No importó... Es lo que hablamos hace un momento, la frase “en EEUU nunca...”. Nunca se permitiría que un candidato diga descaradamente tantas fake news, pero ahí está... Lo que quiero decir es que el periodismo también se ve afectado por un entorno de gente que quiere escuchar lo que le gusta, por gente que prefiere escuchar mentiras, que prefiere las caricaturas. Y aquí opera algo, que también ocurre en otras partes: que lo que gusta de un mensaje no es lo que te pueda dar a ti, sino que pueda joder al otro. Hoy, si el mensaje jode a tu contrincante, lo molesta, lo enerva, eso es un buen mensaje. ¿Qué sea mentira? Eso es irrelevante.