La historia del moderno edificio de 11 pisos abandonado en el Callao: costó 40 millones de soles
En 1970, el Banco Central Hipotecario del Perú (BCH) abrió un destacado edificio en el Callao, un hecho que marcó un punto de inflexión tanto en el sector financiero como en el urbanismo del principal puerto del país. Esta obra representó la visión del BCH de ampliar su presencia y apoyar el desarrollo económico en zonas estratégicas. A lo largo del siglo XX, la institución tuvo un papel relevante en la promoción de la vivienda y la construcción de infraestructura en el Perú. Sin embargo, con el paso del tiempo, el edificio, que en su momento fue símbolo de progreso y modernidad, quedó relegado al olvido.
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Un diseño vanguardista para su época
El día de la inauguración contó con la presencia de altas autoridades políticas, militares y civiles de la provincia, así como de representantes de la banca, la industria y el comercio de Lima y Callao. La infraestructura de once pisos se ubicó precisamente al costado de la plaza ‘Francisco Bolognesi’ y fue bendecida por el obispo del Callao, Monseñor Eduardo Picher Peña.
En aquel entonces, el presidente del Banco Central Hipotecario dio unas palabras en su discurso de bienvenida a la creación arquitectónica, y manifestó lo siguiente: “El ser humano nace para un quehacer; quien lo rehúye, reniega de esa condición, la más alta y noble del Universo”.
Al finalizar la ceremonia de inauguración, la máxima autoridad del ente bancario recalcó el orgullo que representaba para la Provincia Constitucional del Callao y afirmó que el edificio tendría un progreso significativo.
El edificio del BCH fue concebido bajo los principios arquitectónicos modernistas predominantes de la década de 1970. Se construyó con materiales como concreto armado y vidrio, elementos que reflejaban un enfoque funcional y estético. Sus líneas rectas y estructura minimalista transmitían una sensación de solidez y modernidad, valores que el banco deseaba proyectar en sus operaciones. La ubicación estratégica en el Callao respondía a la importancia de esta ciudad como núcleo comercial y financiero, vinculado directamente al comercio marítimo del país.
La inversión destinada al desarrollo del edificio del Banco Central Hipotecario del Perú en el Callao fue de 40 millones de soles, lo que lo posicionaba como uno de los proyectos más costosos y ambiciosos de la época. Esta cifra reflejaba la magnitud de la obra, que no solo implicaba la construcción de una infraestructura moderna, sino también la creación de un espacio adecuado para el funcionamiento de una institución clave en el sistema financiero del país.
Impacto en el desarrollo urbano y económico
El edificio no solo albergaba las operaciones financieras del BCH, sino que también se convirtió en un punto de referencia para el desarrollo urbano del Callao. Su presencia dinamizó la economía local y simbolizó el progreso en una zona que buscaba modernizarse para responder a las necesidades de su creciente población.
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Un legado que perdura
La actualidad es tan sombría que, luego de que el BCH dejara de operar, el edificio se volvió prácticamente un viejo recuerdo de lo que fue en su momento. Después de varias décadas, el abandono de las autoridades y el deterioro de la arquitectura del inmueble se hicieron notorios. Hoy en día, la presencia de gallinazos y de personas con dependencia del alcohol y de sustancias es lo que más se observa circulando por los alrededores del emblemático edificio.