La injerencia de Elon Musk en la política de asilo de Italia abre una tormenta política
Un nuevo revés judicial a la deportación de migrantes a Albania, el proyecto impulsado por la Giorgia Meloni para externalizar la gestión de la inmigración irregular, ha reabierto la crisis entre el Gobierno y la magistratura italiana, sobre la que se ha pronunciado incluso el magnate Elon Musk, reconocido “admirador” de la primera ministra. “Estos jueces tienen que irse”, escribió el fundador de Tesla y propietario de 'X' en esta red social.
Este lunes, el Tribunal de Roma competente rechazó validar la detención de siete inmigrantes procedentes de Bangladesh y Egipto que habían sido trasladados el viernes al centro de detención y repatriación construido en Albania y ordenó su retorno inmediato a Italia.
En un intento de evitar el choque directo con el Ejecutivo de Meloni, los magistrados del Tribunal de Roma remitieron la cuestión al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que deberá dirimir ahora si prevalece el reciente pronunciamiento de los jueces de la UE sobre este asunto o la jurisdicción italiana, después de que el país transalpino aprobara un decreto para 'blindar' las deportaciones de inmigrantes a Albania.
La presidenta de la sección competente del Tribunal de Roma, Luciana Sangiovanni, escribió en una nota que “los criterios para la designación de un Estado como país de origen seguro están establecidos por el derecho de la Unión Europea. Por lo tanto, sin perjuicio de las prerrogativas del legislador nacional, el juez tiene el deber de verificar siempre (…) la correcta aplicación del Derecho de la Unión, que, notoriamente, prevalece sobre el Derecho nacional cuando es incompatible con él, como también prevé la Constitución italiana”.
Se trata de la segunda vez en apenas un mes que la justicia italiana frena el polémico proyecto de Meloni, después de que el pasado 16 de octubre el Tribunal romano decidiera directamente no permitir la retención de un primer grupo de 12 inmigrantes enviado a Albania. En aquella ocasión, los magistrados se basaron en la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo dictada el 4 de octubre, que indica que para ser considerado seguro, un país debe serlo “en todas sus partes y para cada persona”, es decir, “no puede haber persecución, discriminación o tortura hacia nadie en ninguna zona del territorio”.
El Ejecutivo aprobó entonces un decreto ley que actualiza la lista de países seguros para garantizar las repatriaciones exprés de los solicitantes de asilo y salvar el 'modelo Meloni'. Un polémico proyecto de gestión migratoria que cuenta, sin embargo, con el apoyo de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, así como de otros líderes europeos, entre ellos, Alberto Núñez Feijóo en España o el primer ministro británico, Keir Starmer.
La decisión de los jueces romanos ha reabierto la crisis entre el Gobierno y la magistratura. “Es otra sentencia política contra los italianos y su seguridad”, denunció el líder de la Liga y vicepresidente, Matteo Salvini. “El Gobierno y el Parlamento tienen derecho a reaccionar para proteger a los ciudadanos, y lo harán”, anunció. Por su parte, el otro vicepresidente del Gobierno y ministro de Exteriores, Antonio Tajani, acusó a los jueces de no respetar la separación de poderes. “Hay algunos magistrados que están tratando de imponer su línea política al gobierno. Esto no es aceptable”, aseguró.
Pero el ataque que más encendió la polémica fue el del magnate Elon Musk, brazo derecho del recién elegido presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y con quien Meloni mantiene una estrecha relación. Desde la red social 'X', anteriormente conocida como Twitter y que es propiedad
del empresario, Musk atacó a los jueces italianos. No era la primera vez. En el pasado también utilizó el mismo medio para mostrar su solidaridad a Matteo Salvini, que se enfrenta a seis años de prisión por haber impedido el desembarco de una nave de la ONG española Open Arms en 2019 con un centenar de inmigrantes rescatados en el Mediterráneo a bordo.
Injerencia "peligrosa"
La publicación de Musk fue entendida como una injerencia “peligrosa” para la democracia por algunos miembros del Consejo Superior de la Magistratura, el órgano de gobierno de los jueces italianos. “Después de una incursión en la política alemana, hoy el jurista Elon Musk entra en modo violento criticando un poder del Estado. Es inaceptable pero sobre todo peligroso”, denunció el juez Ernesto Carbone.
Mientras tanto, los siete inmigrantes –5 de Bangladesh y 2 de Egipto-- que habían sido trasladados al centro en Albania, llegaron ayer en el puerto de Brindisi a bordo de un barco de la Guardia Costera y fueron trasladados más tarde a un centro para solicitantes de asilo donde sus solicitudes deberán seguir el procedimiento ordinario.