Caraduras y normales
Los que nos consideramos normales, hacemos cola, guardamos turno en la panadería, en la farmacia, en la tienda o en el estanco. El caradura va directo al estante, mira, merodea y en un plis plas lo ves pagando y saliendo airoso por la puerta. Está en ellos ser así, listos, espabilados, hábiles, astutos más que nadie.