Rabat asegura que ha reducido drácticamente la superficie cultivada de cannabis
El Ministerio del Interior anunció que las superficies cultivadas de cannabis ilícito se habían reducido en un 79 % en las últimas dos décadas. El titular del departamento, Abdel Wafi Laftit, informó en la Cámara de Representantes que “estas áreas disminuyeron de 134 mil hectáreas en 2003 a 27 mil 148 hectáreas en 2023. Los distintos servicios de seguridad continúan sus esfuerzos para combatir el tráfico internacional de drogas”.
Chakib El Khayari, coordinador de la Coalición Marroquí para el Uso Médico e Industrial del Cannabis, afirmó que “Marruecos, junto con la Oficina de las Naciones Unidas contra el Crimen y la Droga, preparó en 2003 un informe de campo sobre el cultivo de cannabis en el norte del país. Se realizó mediante el uso de imágenes tomadas por satélite para controlar las áreas cultivadas con alta precisión, las cuales fueron actualizadas en 2004 y 2005. Se esperaba que se realizara una tercera actualización en 2010; pero eso no sucedió”.
Explicó, en una declaración al periódico electrónico Hespress, que “la superficie se estimó en 2003 en unas 134 mil hectáreas y las familias que se benefician directamente de esta agricultura se estimaron en unas 96.600”. Constituyen el 66 % que practican la agricultura en estas áreas, de un total de 800.000 personas que trabajan en la misma". “El total de estas superficies disminuyó en 2004 a 120.500 hectáreas; en 2005, a 72.500; 47.000, en 2016; y 21.048,71 en 2019. Luego volvió a aumentar a 28.081,68 entrada en vigor de la ley relativa a los usos legales del cannabis hasta alcanzar las 29.557 hectáreas en 2022”.
Mohamed Abbot, presidente de la Asociación de las Montañas del Rif, afirmó por su parte que “durante el período comprendido entre 2000 y 2005, Marruecos fue testigo de una expansión generalizada del cultivo de cannabis. Su cultivo se ha extendido a más de cinco provincias: Alhucemas, Chefchaouen, Ouazzane, Tetuán y Larache”. “Esta propagación llevó a las autoridades a tomar una serie de medidas para limitar esta expansión, incluidas la imposición de sanciones a los agricultores y la quema de cultivos en muchas regiones”.
“Es difícil decir que la legalización del cultivo de cáñamo indio para usos legales, que tuvo lugar en 2021, haya contribuido a reducir las áreas cultivadas, ya que se limita únicamente al uso médico e industrial; esto complica la participación de los agricultores en el marco de la ley; esta situación contribuye a la continuación de la agricultura ilegal, ya sea en las zonas cubiertas por la ley o en sus alrededores".
“Activistas y asociaciones de derechos humanos han lanzado un llamado para discutir la posibilidad de legalizar el uso recreativo de la marihuana. Creemos que esta solución es la más adecuada para garantizar la participación de todos en el marco de la ley, lo que contribuirá a reducir las áreas ilegales”.