Tazones: Un Pueblo de Pescadores con Historia, Gastronomía y Huellas de Dinosaurios
- La esencia marinera de Tazones
- La historia de Carlos V y la llegada a Tazones
- La playa y las huellas de dinosaurios
- Un paseo por los barrios marineros de Tazones
Situado en la costa de Asturias y envuelto por el Mar Cantábrico, la encantadora localidad de Tazones es un tesoro marítimo que fusiona historia, cultura y naturaleza. Todos los días, las embarcaciones pesqueras llegan a su pequeño puerto, un espacio resguardado entre formaciones de roca que confieren a este lugar un encanto particular. Con su viva tradición pesquera, un entramado de callejuelas y la constante presencia del mar, Tazones es un sitio atractivo tanto para los aficionados a la historia como para aquellos que desean una experiencia genuina de Asturias.
La esencia marinera de Tazones
El puerto de Tazones, el núcleo central de la localidad, es un fiel reflejo de su vínculo con el océano. El puerto, circundado por la cofradía de pescadores y pequeñas instalaciones vinculadas a la pesca, es el lugar donde cada día empieza la actividad de los pescadores locales, que traen a tierra la pesca del Cantábrico fresca. Este ambiente de mar define la vida en Tazones y se refleja en los gustos que inundan sus restaurantes y tabernas. Las vías que circundan el puerto se impregnan del perfume de pescado y marisco que, unido al sonido de las gaviotas y el susurro del agua, lleva a los turistas al núcleo de una verdadera localidad pesquera.
A lo largo de la vía principal, los establecimientos dedicados a los productos marinos brindan delicias que comprenden pescados frescos y mariscos de la zona. El entorno se enriquece con los chigres tradicionales, establecimientos donde se ofrece sidra asturiana, y donde los turistas pueden aprender el arte del escanciado, una costumbre tradicional que facilita el disfrute de la sidra en toda su magnificencia.
La historia de Carlos V y la llegada a Tazones
La relación histórica de Tazones trasciende su conexión con el océano. En 1517, el emperador Carlos V arribó a la Península Ibérica y, previo a su viaje hacia Valladolid, hizo su primer puerto en este diminuto puerto de Asturias. El mito narra que los residentes de Tazones se asombraron al ver el majestuoso séquito de Carlos V, quien se convertiría en una de las personalidades más relevantes de Europa. Este suceso histórico ha otorgado a Tazones un reconocimiento especial en la historia de España y es uno de los relatos que más cautivan a los turistas. Hoy en día, se recuerda y festeja la llegada de Carlos V en el pueblo, lo que aporta un elemento cultural y de tradición a la identidad de Tazones.
La playa y las huellas de dinosaurios
Además de su importancia portuaria y su importancia histórica, Tazones proporciona una conexión singular con el pasado lejano. El lugar ideal para relajarse y disfrutar de un baño en las aguas del Cantábrico es la playa de Tazones, ubicada junto al puerto. No obstante, uno de los mayores encantos de esta región son los depósitos de huellas de dinosaurios, también denominados icnitas, que constituyen el Yacimiento de Icnitas de Asturias. En esta zona, los turistas tienen la oportunidad de ver vestigios tridáctilas de dinosaurios, un descubrimiento que convierte a la "Costa Jurásica" de Asturias en uno de los lugares paleontológicos más sobresalientes de Europa. Los fósiles y las huellas son una atracción fascinante para individuos de cualquier edad y posibilitan un recorrido temporal a millones de años atrás.
Un paseo por los barrios marineros de Tazones
El encanto de Tazones no se restringe a su puerto y playa; también se manifiesta en sus zonas marineras, donde las viviendas de tonalidades brillantes se ubican de manera casi uniforme en las colinas que circundan el mar. Estas casas tradicionales de Asturias, con balcones de madera y fachadas pintadas, generan una imagen encantadora que parece extraída de una postal. Caminar por las callejuelas de Tazones es una vivencia que brinda la oportunidad de apreciar la arquitectura tradicional y hallar pequeñas tiendas de artesanía y productos autóctonos.
Cada esquina refleja la autenticidad y el alma de este diminuto pueblo pesquero que ha mantenido sus costumbres a través del tiempo. Durante el verano, las celebraciones locales atraen a visitantes que quieren vivir de cerca la cultura asturiana, mientras que en invierno, el entorno sereno de Tazones brinda a los visitantes la oportunidad de apreciar la paz y hermosura natural del sitio.