¿Quiénes pueden solicitar la pensión tras la muerte de un jubilado en Estados Unidos? La SSA detalla los requisitos
La Administración del Seguro Social (SSA) establece que solo ciertos familiares directos pueden solicitar la pensión tras la muerte de un jubilado. Este artículo detalla quiénes son los beneficiarios y cómo pueden acceder a estos recursos.
Cuando un jubilado fallece, los beneficios de pensión pueden ser reclamados por sus familiares directos, conocidos como sobrevivientes. La SSA aclara que la elegibilidad para estos beneficios depende de las decisiones que el fallecido tomó al momento de realizar su testamento o plan de jubilación, así como de cumplir con ciertos requisitos establecidos por la entidad.
Los familiares que pueden acceder a estos beneficios incluyen cónyuges, hijos y padres dependientes del asegurado. Cada grupo tiene requisitos específicos que deben cumplirse para poder reclamar la pensión correspondiente.
Cónyuges: requisitos para acceder a la pensión
Según el Seguro Social en Estados Unidos, los cónyuges del jubilado fallecido tienen derecho a solicitar los beneficios de pensión si cumplen con las siguientes condiciones:
- Tener 60 años o más, o entre 50 y 59 años si presentan una incapacidad.
- Haber estado casados durante al menos 9 meses antes del fallecimiento del cónyuge.
- No haberse vuelto a casar antes de cumplir 60 años (o 50 años si tiene una incapacidad).
Hijos: criterios de elegibilidad
Los hijos del jubilado también pueden reclamar beneficios de pensión bajo las siguientes condiciones:
- Ser menores de 17 años.
- Tener entre 18 y 19 años y asistir a una escuela (K-12) a tiempo completo.
- Ser de cualquier edad si desarrollaron una incapacidad antes de los 21 años.
Padres dependientes: acceso a beneficios
Los padres del asegurado pueden tener derecho a los beneficios de pensión si cumplen con los siguientes requisitos:
- Tener 62 años o más.
- Haber recibido apoyo financiero del hijo fallecido.
Proceso para reclamar los beneficios
El proceso para reclamar estos beneficios puede realizarse de manera sencilla, ya sea en línea o por teléfono. Para facilitar la gestión, es recomendable tener a la mano la siguiente información:
- Nombre del fallecido.
- Número de Seguro Social del jubilado.
- Fecha de fallecimiento del asegurado.
Con esta información, los familiares pueden acceder a los beneficios que les corresponden tras la muerte del jubilado. Ello garantizará su bienestar financiero en un momento difícil.