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Ноябрь
2024

Bruselas se abre a flexibilizar la disciplina fiscal para España por los daños de la DANA

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El vicepresidente de la Comisión Europea explica que se proporcionará apoyo económico a España y que eso incluye las reglas fiscales, que prevén exenciones para casos de emergencia, es decir, que los gastos extraordinarios no computen en el déficit

Bruselas reitera la disposición a prestar "asistencia" a España por la DANA

España va a tener gastos extraordinarios para hacer frente a la reconstrucción de los destrozos que ha dejado la DANA en el este del país. En Bruselas son conscientes de la compleja situación y aseguran que brindarán apoyo económico. Más allá de la asistencia financiera que se canalice a través del Fondo de Solidaridad de la UE, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, ha abierto la puerta a flexibilizar las normas de la disciplina fiscal para que los costes extraordinarios no computen en el déficit del siguiente ejercicio.

“La Comisión Europea continuará proporcionando todo el apoyo necesario a España en esta difícil situación. Esto también concierne a las reglas fiscales”, ha explicado Dombrovskis en una rueda de prensa tras la reunión con los ministros de Economía de la UE, a la que Carlos Cuerpo canceló su presencia precisamente para atender las necesidades de la DANA, como el paquete de ayudas de 10.600 millones que el Consejo de Ministros ha aprobado este martes.

Dombrovskis ha explicado que las reglas de la disciplina fiscal que la UE acordó a principios de año dado que se retomaba el corsé tras años de gasto expansivo para superar las crisis de la pandemia y la guerra en Ucrania contempla cláusulas de exención para situaciones de emergencia. El comisario letón ha señalado que esa regulación recoge “disposiciones sobre acontecimientos importantes que escapan al control del Gobierno”.

La flexibilidad supone, por tanto, un cierto alivio para que España pueda gastar en la reconstrucción sin que ese dinero se cuente en el debe del déficit público que, una vez retomadas las reglas fiscales, no debe exceder del 3%. De hecho, la Comisión Europea salvó a España de un procedimiento de infracción porque la previsión es que acabe el año justo en ese umbral, a pesar de que el año pasado, que es el que se tomó como referencia, sí superaba esa cifra en seis décimas.

“En virtud de las normas fiscales de la UE, un Estado miembro podría estar autorizado a tratar los gastos nacionales (que incluyen los préstamos en el marco del Mecanismo de Recuperación y Reactivación) directamente relacionados con una catástrofe natural como gastos excepcionales, lo que se tendrá en cuenta al evaluar una posible desviación del objetivo de déficit nominal del 3% o de la senda de gasto neto en el contexto de nuestra supervisión fiscal”, profundiza un portavoz de la Comisión Europea, que agrega que “los gastos que utilizan subvenciones proporcionadas por fondos de la UE son neutrales con respecto al déficit y se excluyen del crecimiento del gasto neto”. “Por lo tanto, su utilización para hacer frente a una catástrofe natural no repercutiría negativamente en la situación presupuestaria del país”, zanja.

Dombroviskis ha asegurado que los servicios de la Comisión Europea ya están “ya están en contacto con las autoridades españolas para discutir las posibilidades y cuáles son las necesidades”. También ha mencionado la posibilidad de reasignar fondos de cohesión o del plan de recuperación para hacer frente a la reconstrucción de las zonas más golpeadas por la DANA.

La otra pata en la que trabajan el Gobierno y la Comisión Europea es en la solicitud de dinero del Fondo de Solidaridad de la UE, que es la herramienta a disposición de los estados miembros para recibir asistencia financiera ante catástrofes naturales. Aunque Pedro Sánchez ha asegurado que se ha formulado ya la petición, no se ha hecho formalmente sino que se han iniciado los contactos. España tiene doce semanas para presentar la solicitud y después la Comisión Europea la evalúa y el desembolso depende en buena medida del presupuesto que queda y que anualmente asciende a unos 1.400 millones de euros.