Marco Quiroz: Cambio climático, retos y oportunidades para las empresas
¿Tu negocio realmente está preparado para adaptarse a la naturaleza? El cambio climático es un gran desafío para los negocios a nivel mundial. A medida que aumentan las temperaturas y se intensifican los fenómenos naturales, los sectores económicos enfrentan importantes riesgos para su continuidad.
En México, las sequías, inundaciones y olas de calor son cada vez más frecuentes y severas. Nuevo León, un estado con gran actividad industrial, no es inmune a estas alteraciones climáticas y enfrenta desafíos en el abastecimiento de agua y la estabilidad energética, recursos críticos para el desarrollo empresarial.
Estos eventos extremos aumentan los costos de las empresas al elevar el gasto en infraestructura resiliente, sistemas de almacenamiento de agua y energía y seguros para proteger activos frente a fenómenos meteorológicos adversos.
Además, las interrupciones en el suministro de agua no sólo afectan las operaciones de las empresas, sino también la calidad de vida de los empleados, lo que repercute en la productividad y en la disponibilidad de mano de obra calificada.
El Atlas de Riesgos Climáticos del G20 enfatiza la necesidad de planes de mitigación de riesgos, destacando que el calentamiento global afectará severamente los recursos hídricos y energéticos, lo que a su vez impactará sectores clave como la agricultura, la manufactura y la construcción.
Algunos desafíos para los negocios en Nuevo León serán: Escasez de agua: En el escenario de un clima más seco, la disponibilidad de agua en Nuevo León es cada vez más crítica. Las empresas se verán obligadas a invertir en infraestructura que les permita gestionar eficientemente los recursos. Se espera una mayor competencia por el agua, lo que podría llevar a un aumento en los costos para las empresas que dependen de esta.
Interrupciones en la cadena de suministro: Las alteraciones en los patrones climáticos y fenómenos como tormentas intensas representan riesgos para las cadenas de suministro. Estas pueden verse interrumpidas por desastres naturales que afecten el transporte y la infraestructura de logística. Además, la dependencia de México en materiales importados se convertirá en un riesgo importante si los países exportadores también se ven afectados por el cambio climático.
Adaptación a nuevas regulaciones y demandas del mercado: A nivel global, la presión por adoptar prácticas sostenibles está llevando a la implementación de regulaciones ambientales más estrictas. Las empresas en México deberán cumplir con estándares como las Normas de Información de Sostenibilidad (México), las Normas Europeas de Información de Sostenibilidad (Europa) y las Normas Internacionales de Información Financiera S1 y S2 (mundial) para ser competitivas en el mercado global.
La transición a prácticas sostenibles implica un costo inicial, pero también representa una oportunidad para diferenciarse. Las empresas que adopten una estrategia de negocio basada en la sostenibilidad (considerando los factores ambientales, sociales, económicos y de gobierno corporativo), tendrán una ventaja competitiva en el largo plazo, además de contribuir a la reducción del riesgo asociado al cambio climático.
Para enfrentar estos desafíos, las empresas en Nuevo León deberán adoptar estrategias que les permitan adaptarse a las nuevas condiciones climáticas y aprovechar oportunidades emergentes. Las principales recomendaciones incluyen: Inversión en infraestructura resiliente: La adaptación a los riesgos climáticos exige una inversión en infraestructura que permita a las empresas ser más autosuficientes en el uso de recursos críticos, como el agua y la energía. Esto incluye desde la implementación de sistemas de captación y reciclaje de agua hasta la generación de energía renovable para reducir la dependencia a la red eléctrica.
Diversificación de la cadena de suministro: Ante la vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales, las empresas pueden beneficiarse de diversificar sus proveedores y explorar alternativas locales que reduzcan la dependencia de proveedores externos expuestos a fenómenos climáticos adversos.
Transición hacia modelos sostenibles: En el ámbito industrial y comercial, adoptar prácticas más sostenibles se traduce en la implementación de medidas de eficiencia energética, reducción de residuos y prácticas de economía circular. Este cambio no sólo ayudará a las empresas a cumplir con regulaciones, sino que también responde a la creciente demanda de los consumidores por productos y servicios sostenibles.
Educación y cultura sostenible: La concientización ambiental, social y de gobernanza es importante porque permite a los empleados ser conscientes de la problemática y colaborar en los objetivos de la empresa. Además, la sostenibilidad puede aumentar la satisfacción laboral y el sentido de propósito del personal.
El cambio climático representa una amenaza para los negocios en Nuevo León, sin embargo, también ofrece una oportunidad para innovar y transformarse hacia modelos empresariales más sostenibles. Adoptar un enfoque proactivo, basado en la sostenibilidad, no sólo permitirá a las empresas mitigar los efectos del cambio climático, sino que también les ayudará a posicionarse mejor en un mercado que valora cada vez más la responsabilidad ambiental y social, así como la cultura ética corporativa. Las empresas que logren adaptarse serán las que marquen la pauta hacia un futuro más sostenible y competitivo.
El autor es Miembro de la Comisión de Sostenibilidad del ICPNL.